El embarazo es una etapa única en la vida de la mujer, durante la cual experimenta numerosos cambios, físicos y emocionales; en muchos casos su cuerpo pierde armonía y suele costarle recuperar su figura así como también lograr un equilibrio entre salud y belleza.
“Tras el embarazo el cuerpo de la mujer sufre alteraciones importantes a nivel hormonal pero también cambios físicos, muy evidentes, que suelen comprometer su calidad de vida y sobre todo su salud mental. Su recuperación depende de factores como la genética, la constitución física, la contención familiar y el estilo de vida. En el sanatorio las acompañamos, a través de un equipo multidisciplinario que trabaja de manera preventiva en aspectos como la nutrición, hidratación, actividad física, el acompañamiento terapéutico y si es necesario a través de técnicas específicas de cirugía plástica reconstructiva”, explica Margarita Campos, cirujana del Sanatorio Francés de la ciudad de Córdoba.
Las prácticas más solicitadas por las mujeres son la dermolipectomía abdominal, el implante o reducción mamaria y el tratamiento de estrías. Aunque estas prácticas posibilitan recuperar la armonía y belleza, Campos aconseja evaluarlo con la ayuda de un profesional ya que “el cuerpo necesita su tiempo para volver a acomodarse antes de someterse a una operación de cirugía estética”.
Con respecto al abdomen, es común que después de varios embarazos la cubierta cutánea del mismo se torne flácida, los músculos rectos abdominales se separen y las vísceras internas empujen por debilidad de la pared abdominal. “Esta situación mejora notablemente cuando realizamos una abdominoplastia o dermolipectomia abdominal, que consiste en quitar el exceso de piel y grasa, cerrar los músculos rectos de la pared abdominal y reposicionar el ombligo, logrando nuevamente un abdomen chato o plano”, indica Campos. Y añade: “Todas las técnicas quirúrgicas para mejorar estéticamente el abdomen pueden combinarse de ser necesario con una lipoaspiración abdominal”.
Las mamas
También es frecuente que después del embarazo y la lactancia las mamas queden más pequeñas, caídas y con estrías. En ese sentido, la especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva indica: “La reducción mamaria implica quitar volumen de glándula o grasa y piel mientras que el implante supone aumentarlo. También existe la posibilidad de aumentar el volumen y sacar la piel que sobra, en el caso de las mujeres que después de dar de mamar pierden volumen y quedan las mamas caídas”.
Una consulta frecuente es si a este tipo de cirugías es aconsejable realizarlas cuando toman la decisión de no tener más hijos. “Dependiendo del caso y el tratamiento, recomiendo distintos tiempos para esperar un nuevo embarazo”, responde la profesional.
En relación a la lactancia, después de una operación mamaria, Campos sugiere esperar seis meses para un nuevo embarazo. Y agrega que en lo que se refiere al implante mamario, en varios estudios realizados internacionalmente se ha demostrado que se puede amamantar sin problemas después de este procedimiento. La reducción mamaria, en cambio, depende de la técnica que se utilice ya que podría afectar la lactancia.
En todos los casos el tratamiento debe ser multidisciplinario. “En el sanatorio les sugerimos un plan nutricional y de actividadesfísicas, así como también ayuda terapéutica para reducir el estrés post parto y la ansiedad que puede estar generando estos desórdenes alimenticios, y luego sólo en casos necesarios donde el exceso de peso compromete su salud les ofrecemos estas alternativas asociadas a la cirugía estética”, asegura la especialista Campos.