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«Estoy soportando la abstinencia de la política, pero estoy bien»

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«Estoy soportando la abstinencia de la política, pero estoy bien»

Nació en Villa María el 24 de agosto de 1948. Es abogado, tiene cuatro hijos y cuatro nietos. Empezó a militar en las agrupaciones juveniles universitarias donde adquirió un perfil progresista. En 1983 se sintió motivado por Raúl Alfonsín y adhirió al radicalismo en las filas de Renovación y Cambio. En 1987 fue precandidato a intendente perdiendo la interna frente a Miguel Veglia. El 9 de julio de 2003 presentó la renuncia a su afiliación radical. El 13 de agosto de ese año conoce a Luis Juez y suma su trabajo al Frente Cívico, espacio que integra en la actualidad. Ocupó varios cargos, fue director de Banco Córdoba, tres veces presidente de AERCA, legislador provincial (2003 a 2007) y legislador nacional (2011-2015)

valinottoEscribe Nancy Musa
De nuestra Redacción

Le dedicó mucho tiempo y mucho dinero a la política. Sufrió grandes decepciones y contabilizó una serie de logros. Pasó por momentos muy duros por el simple hecho de tener un apellido relacionado con una situación económica holgada, pero nunca bajó los brazos. Se mantuvo firme en la batalla hasta finales de 2015. Es tímido y le cuesta entrar en confianza, no obstante, respondió con tranquilidad cada pregunta e hizo gala de un particular sentido del humor.

Jorge Valinotto hoy está en el llano, “soy un cesanteado”, confiesa sonriendo.

Está observando, analizando, buscando un lugar para continuar expresando su vocación de contribuir a la transformación de la cosa pública. Está buscando un lugar donde pueda sentirse cómodo nuevamente, mientras deja que la vida lo sorprenda.

¿Cómo se siente con este año de inercia en la faz política, alejado de los cargos?
-Todavía no me encuentro, todavía estoy en la búsqueda de un lugar en el que debería estar trabajando ya sea en el área civil o el área gremial empresaria o en lo personal o en lo político. Todavía no he encontrado el lugar con el que me sienta cómodo. Me siento bien, estoy soportando la abstinencia de la política que es bastante seria (sonríe), pero estoy en la búsqueda de hacer algo. ¿Qué pasó?, cuando tomé la responsabilidad de la diputación nacional abandoné y dejé todas mis responsabilidades en manos de mis hijos y ahora no puedo venir a expulsarlos a ellos de sus responsabilidades, que además lo hacen muy bien. Pero yo me he quedado sin trabajo (se ríe). Soy un cesanteado.

O sea que está en un proceso de análisis.
-Sí, estoy en eso, estoy viendo cómo se da la situación en el país, en la provincia y estoy en la búsqueda de algo, que seguramente lo voy a encontrar en algún momento. Pero me he quedado porque no me siento incómodo sin tener una responsabilidad, ya surgirá algo el año que viene. En este momento con mis hijos surgió la posibilidad de incorporar riego en el campo, un riego distinto, de una tecnología israelí y estamos tratando de instalar un equipo de ese tipo. Eso requiere trabajo de organización, coordinación, toma de préstamos porque es una inversión costosa.

¿Qué análisis hace de este momento que está atravesando el país?
-Lo veo con mucha preocupación, yo tenía muchas expectativas que el Gobierno de Mauricio Macri resolviera las cuestiones económicas, pensaba que muy rápido iban a encontrar una solución al déficit fiscal. Y en lugar de encontrar una solución, el déficit fiscal se ha empeorado. Hoy en día considero que estamos en peligro de caer nuevamente en una espiral inflacionaria y eso es muy grave porque el hacer una inversión, como la que te comenté antes, está vinculada a cierta estabilidad.En el sector campo, por ejemplo, lo primero que hace Macri es levantar retenciones que generó rentabilidad para algunas actividades, y la inflación te come esa rentabilidad. Estoy preocupado.

¿No visualiza la posibilidad de una salida en lo inmediato?
-No, no veo que encuentren una solución porque el problema más serio es el déficit fiscal. Y para cubrirlo o toman crédito o emiten. Y si emiten sin respaldo, directamente se va a los precios. Y si toman créditos nos endeudan y no veo la solución en el largo plazo. No obstante mi visión negativa, veo con tantas posibilidades a nuestro país que estoy seguro que van a aparecer perspectivas más interesantes. Pero hay que tener cuidado porque si no empiezan los reclamos de todos los sectores, ojalá no se dé así. También, pienso que el presidente tiene esta preocupación y está interesado en resolverla y creo que tiene un equipo económico capacitado. Habrá que estar expectante. Y ojalá podamos ver en poco tiempo que la inflación afloja y los recursos empiezan a alcanzar.

¿Cuál es su opinión sobre la ley de blanqueo?
-Es una necesidad que como están las cosas va a seguir siendo necesidad. En la medida que la economía se mueva con un caudal en negro necesita el Estado incorporar a su desarrollo económico todo lo que se generó en negro. Estoy de acuerdo con el blanqueo si es definitivo, no estoy de acuerdo con estos blanqueos que se hacen y que después hay que volver a repetirlos en unos años. Me pregunto ¿la gente va a blanquear todo?, ¿todos van a declarar lo que tengan afuera?, ante la perspectiva que hay de inflación no lo van a hacer. Entonces se tiene que generar un panorama de mayor certidumbre para que la gente blanquee y el que no lo haga mandarlo adentro. Yo no concibo la economía en negro, pero en este país hay ciertos sectores que le es imposible trabajar si no es con una parte en negro. En Brasil están logrando que no se trabaje en negro y el Estado debe pensar en cerrar los canales para que no se trabaje en negro. El Estado sabe bien cómo se hacen las operaciones en negro, cómo se transfiere al exterior y quiénes transfieren. El Banco Central conoce bien cuáles son los mecanismo para mandar dinero fuera del país, lo que tienen que hacer es ir cerrando todas esas posibilidades. Pero para esto tiene que haber un gobierno que esté decidido a blanquear la economía y habría muchas más posibilidades para la gente, habría más trabajo.

De cualquier forma, está claro que la presión fiscal en este país es insostenible.
-Sí, para el que trabaja en blanco es muy grande.

¿Y la famosa reforma impositiva que hace años que se habla, no sería una de las medidas indispensables?
-Considero que sí, la presión es muy fuerte, si vos tenés un negocio y trabajás el 100% en blanco la presión fiscal te termina comiendo tu capital. Sin duda hace falta una reforma impositiva pero no se está haciendo. Van a lo más fácil, en este momento se está discutiendo el Impuesto a las Ganancias pero no hablan de las grandes empresas, hablan del Impuesto a la Ganancias que se le retiene al sector trabajador. Porque es un monto muy grande que el Estado retiene y hoy le es imposible bajarlo en esta situación del país porque tenemos un déficit fiscal muy alto. Y si lo bajan, tienen que ver cómo se remplazan esos recursos. Es un círculo vicioso. De todas maneras di un panorama sombrío, pero tengo la esperanza que alguna solución vamos a tener y en el corto plazo tal vez podamos hacer un análisis distinto.

Su relación con Luis Juez ¿cómo está hoy?
-Muy buena, yo con Luis tengo una relación excelente. Tuve algunas diferencias con Luis por su acercamiento al PRO pero nunca llegaron a afectar nuestra relación personal, vos conocés muy bien cuál es mi relación con él. No lo he ido a visitar a Ecuador, me hubiese gustado hacerlo, pero para mí Luis es una persona excelente, honesta, es maravillosa. Todos los cargos que tuve en política se los debo a Luis Juez, si no hubiera sido por decisión de él yo no hubiera llegado. Cuando hablo con Juez me siento muy bien, es uno de los amigos con los que me siento muy bien conversando.

Usted fue el impulsor de la candidatura a intendente de Juan Zazzetti, ¿qué sintió cuando se lo arrebató el PRO?
-Nada. A Juan siempre lo admiré por su capacidad de trabajo, por su vocación de estar en lo público. Y cuando pensaba quién puede ser el candidato de Villa María hacía años que pensaba en él y nunca le pregunté cuando le ofrecí la candidatura qué pensaba políticamente. Y eso le dije cuando vino a contarme que le habían ofrecido ser parte de la estructura, ser presidente departamental, él vino a planteármelo y le dije que yo nunca lo había condicionado. Y le dije que si él se sentía cómodo en el PRO era una cuestión de él y que consideraba que le estaban ofreciendo un cargo importante. Yo de Juan tengo el mejor de los conceptos, no siento que me lo arrebató el PRO, creo que Juan sigue siendo la misma persona que yo podría votar mañana como intendente de Villa María. El PRO representa una estructura de derecha, eso se lo dije, y él me dijo que no era de derecha (se ríe), entonces le dije “si no sos de derecha, pensalo” (risas). Pero yo a la gente la admiro por lo que es, hay gente que aun siendo de derecha la admiro.

¿Su apellido, la posición económica que tiene, fueron factores negativos para su carrera política?
-Fue muy duro, desde los inicios. Lo primero que hice políticamente fue presentarme a una precandidatura a intendente en 1987 contra Veglia y la verdad que incursionar siendo Valinotto fue bastante duro , si no fuera porque me apoyaba Cabezas y una estructura importante… y perdimos por muy pocos votos. Pero, hasta el día de hoy ser Valinotto es duro. Yo nunca cambié de auto para ir a un barrio, he ido con el auto que tengo y la gente me conoció como soy. Tengo mis posibilidades económicas pero lo que ofrezco es mi trabajo, con vocación y ganas de hacer las cosas bien. Y mucha gente lo entendió así, y lo ve bien y algunos uno nota que hay un poco de repulsa o bronca y luego la oposición siempre usa el nombre Valinotto como si fuera… Fue difícil, fue duro pero nunca me amilané. Tengo claro que mi condición económica es alta y la verdad que usé mucho de mi ingreso para hacer política.

¿Y cómo era su familia, cómo era papá Antonio y mamá Amelia?
-Mi papá era un hombre sensacional, un laburante de primer nivel, un tipo que disfrutó poco su economía, las disfrutó mucho menos de lo que la disfrutamos nosotros. No llegó a viajar como viajamos nosotros. Era un tipo que se levantaba todos los días, también sábados y domingos, a las 5 ó 6 de la mañana, iba al campo, miraba cómo estaban las cosas, mi papá llegó a tener nueve mil hectáreas de campo hechas con campo. Con compra y venta de novillos, cereales, pero muy laburador, muy inteligente. Y para nosotros era un hombre grande, porque él se había casado grande, y nos dejó un gran ejemplo, de honestidad, de seriedad en los negocios, de cómo se deben tomar las responsabilidades. Mi mamá, una mujer que se hizo cargo de la crianza nuestra, éramos tres hermanos y mi mamá siempre atrás nuestro. Mis hermanos no terminaron la secundaria y yo sí. Y mi papá consideraba que en su familia tenía que haber un abogado (sonrisa) e insistió tanto que terminé estudiando Abogacía, carrera que a mí no me gustaba para nada, soy abogado porque tanto me rogó mi papá que fuera, que fui a inscribirme para ingeniero agrónomo y terminé en Abogacía (se ríe).

¿Qué le hubiera gustado ser?
-A mí me gustaba el mundo de las matemáticas, de la química, de la física. Recuerdo que tenía una profesora Juanita Moreno que me decía “vos estás loco, no podés ser abogado, vos tenés que estudiar ciencias exactas”. En realidad mi carrera tendría que haber sido ingeniero civil, o estudiar en el Balseiro, Física nuclear. A mí la investigación me encanta, me hubiera gustado ser investigador, pero bueno, los destinos se dan sin que uno los busque.

¿Era un niño tímido?
-Sí, creo que era bastante tímido. Yo tuve siempre un problema de vista bastante serio y por lo tanto eso me separaba de los deportes, si eran muy violentos no podía hacerlos porque andaba con anteojos y en ese tiempo los anteojos no eran como ahora, un pelotazo te rompía un vidrio. Tengo una anécdota que recuerdo, hablando de los anteojos. Nosotros vivíamos en Mitre y Mendoza, yo habré tenido seis años y con mi hermano Miguel y unos amigos más del barrio nos fuimos a la siesta al zoológico. Y yo me subí a la jaula de los monitos, esos chiquitos, tenía un tejido alrededor y me acerqué y un mono me sacó los anteojos (se ríe). Me sacó los anteojos y los metió para adentro de la jaula y el mono miraba con los anteojos y se enojaba (risas). Así que fuimos, buscamos al encargado, queríamos darle una banana para que soltara los anteojos pero cada vez los rompía más, los hizo trizas. Volvimos a mi casa con dos pedacitos de vidrio, mi hermano nos dice “no vamos a decir que fuimos al zoológico”, teníamos prohibido ir al lado del río, “le vamos a decir que te agarraron unos chicos, se te cayeron los anteojos y los pisaron”. Eso le dijimos a mi mamá (risas), tardó como veinte años en enterarse que había sido el mono Tití.

Volvemos al presente, usted fue una de las personas que más enfrentó a Eduardo Accastello, cuando ve que saltan algunos supuestos hechos irregulares, ¿qué piensa?
-A mí no me extraña que salten. La investigación que se hizo de Accastello y el Eninder se hizo sobre la base de una documentación que me hizo llegar Naselli y Maristany, yo se la di a Juez y fue a manos de Heriberto Martínez que la introdujo en la AGN. La verdad que ni sabía que esto estaba teniendo un desarrollo, pensé que había quedado cajoneado. Yo no soporto la corrupción dentro de la política, el dinero público para mí es sagrado. El dinero público es de los más pobres y es sagrado. Cuando yo veía los manejos y desmanejos que hacía Eduardo Accastello me ponía muy mal y esperaba que lo investigaran desde las fiscalías de Villa María que nunca hicieron nada. Accastello sabe cooptar, a través de influencias, sabe manejarse en el ámbito político, para nada creo que esté disminuido en lo político, ya va a aparecer de nuevo, pero tiene algunas causas que ya, por lo menos, se ha pedido la imputación. Me parece bien que las cosas salgan a la claridad, no tengo nada en contra de Accastello, no le deseo el mal para nada, lo considero un gran trabajador, pero creo que es muy positivo que se investigue.

¿En qué momento de su vida se sintió atraído por la política?
-Siempre he estado atraído por la política. A mí siempre me gustó, y en la Universidad Católica yo fui militante. Nosotros tomamos la universidad, tuvimos confrontación con la Policía, con el gobernador de su momento. Yo me formé mucho con el grupo de las juventudes políticas, de las juventudes políticas de esos años surgen las distintas formaciones de diversa índole, política, subversiva, con más acción o con menos, en ese momento la influencia del marxismo fue muy importante. Porque había injusticias que los jóvenes querían resolver. De esa militancia yo surgí con un perfil progresista distinto al que tenía mi padre que era de derecha, era demócrata tradicional. Y cuando nos sentábamos a comer hablábamos mucho de política con mi padre y tengo el orgullo que mi papá en 1973 votó por la fórmula Alende-Sueldo igual que yo.

¿Cuándo empezó su militancia en el radicalismo?
-Empecé a militar en 1983 porque en 1973 Alfonsín era un tipo muy joven, pierde la elección interna con Balbín y me quedé con las ganas de ese tipo que tenía un discurso progresista que me convocaba. Por eso en el 83 dije no voy a estar afuera, voy ayudar a que Alfonsín llegue y esa fue la razón por la que empecé a militar en el radicalismo. Y comencé dentro de Renovación y Cambio que teóricamente era la agrupación política nacida en la generación del 70, pero que estuvo lejos de cumplir con los objetivos.

¿Cuáles eran sus ideales cuando empezó a militar?
-Mis ideales eran que en la política hubiera gente capaz, decente y que se pudieran cambiar determinadas cosas. Fundamentalmente que se trabajara con los más necesitados, me refiero que se le dé posibilidad a toda la gente de tener desarrollo. Y eso es posible. Debería conseguirse que haya trabajo para todos.

¿Cuáles son los factores que impiden ese desarrollo, siendo que tenemos las condiciones para lograrlo?
-Creo que es la falta de formación de los dirigentes políticos. No se preocupan por formarse, hay pocos que entienden cuando se habla de izquierda y de derecha, te dicen que eso ya está superado y es mentira. Es distinto un gobierno de izquierda a uno de derecha. El gobierno de izquierda considera al Estado como una herramienta para generar mejores equilibrios y el de derecha piensa que no hay que hacer nada porque el equilibrio se da solo. Eso hace una gran diferencia en todo, en educación, en cultura, en distribución de la riqueza. Y por supuesto otro factor es la deshonestidad que es muy serio. Fijate que veo cambios en Brasil que no los veo en Argentina. Brasil tiene un proceso muy interesante, los doce años de gobierno de Lula y Dilma fueron muy importantes y la derecha no los soportó. Y son políticos decentes porque les achacan cosas que son insostenibles.

En 1987 quiso ser candidato a intendente, ¿tiene ganas de ser candidato a intendente?
-No, en realidad nunca quise ser candidato a intendente. Para mí perder la interna con Veglia fue una mezcla de decepción por un lado, a nadie le gusta perder, y de satisfacción por otro, porque yo no quería ser intendente. A mí me llevó a ser precandidato Horacio Cabezas, me insistió tanto, más o menos como mi papá con Abogacía (se ríe), en realidad yo lo impulsaba a Rodolfo Chicco, y a mí me impulsaron, me hablaron y me hablaron y un día mi mujer me dijo que en la vida uno se arrepiente de lo que no hace y bueno… ahí fui.

¿Por qué decidió renunciar a la UCR?
-Porque avizoré que se terminaba el ciclo del gran político que era Raúl Alfonsín y para mí sin Alfonsín se terminaban los motivos para estar en el radicalismo. Y te voy a decir por qué. En ese momento había una elección interna donde podrían ser candidatos a presidente Terragno, al que admiraba, y por otro lado Moreau. Ese año, en un homenaje a Sabattini, vino Alfonsín a Villa María. Y Alfonsín, siendo que lo había tenido en contra a Moreau, dijo que había que votarlo a Moreau porque era de estirpe, no así como Terragno que se había incorporado en 1983. Esa es la verdad. Y yo pensé que también era un radical del 83 y sentí que no tenía nada que hacer en el radicalismo. Y después no termina ahí la cuestión, sino que Terragno gana la elección en forma contundente pero le dieron vuelta las urnas en algunas secciones y fue candidato Moreau con el resultado después que obtuvo un 2% de los votos. En ese momento el candidato a intendente de Villa María era Bachicha Sánchez, y Diego Frossasco me invitó para hacer el plan de gobierno a Bachicha. Y fui, pero cuando me iba a bajar me vino una cosa, me di cuenta que no me sentía contenido y envié la renuncia.

Cuando renunció ¿ya tenía en vista otro espacio?
-No y fíjate como llego a Juez. En el año 2000 yo era presidente de AERCA, en ese momento de la Sota quería privatizar EPEC y Banco Córdoba y nosotros fuimos la única entidad gremial empresaria de la provincia que nos opusimos. Y la gente de una gremial interna del banco vino a Villa María e hicimos un acto. En el año 2003, los chicos se acordaban que le habíamos abierto las puertas y me invitaron a un asado con Luis Juez. Así lo conocí. Fue el 13 de agosto de 2003. Justo ese día venía un cura a dar una charla sobre la basílica de Luján. La basílica en realidad se hace por una promesa que hizo el cura Salvaire, cuando lo estaban por matar los indios porque él había ido a hablar con Namuncurá en busca de una cautiva que había sido cautiva acá en Villa Nueva, que se llamaba Lazos y estaba en un campo que después fue de Valinotto. La basílica tiene origen a partir de una cautiva en Villa Nueva. Y me iba a encontrar con el cura que venía a dar esa charla, pero vino Jorge Daher y me insistió para ir al asado con Juez.

¿Enseguida tuvo conexión con Juez?
-Soy tímido y me cuesta mucho entrar en confianza, pero con Juez fue rápido.

¿Cuáles fueron los logros y las decepciones en la política?
-Con la gente tuve muchas decepciones, con la gente que se acercó a ser parte del proyecto muchas decepciones, no voy a darte nombres. Más que nunca creo en ese dicho mientras más conozco a la gente, más quiero a mi perro y tengo un perro hermoso (risas). Y logros, creo que buenas relaciones con todos los sectores, pienso que logramos introducir pequeñas cosas en leyes pero fue un proceso corto, se necesita más tiempo para conocer el sistema, cómo manejarlo. En lo personal tuve muchas satisfacciones con lo que hemos podido hacer por la gente.

¿Le gustaría conducir nuevamente AERCA?
-No, en la conducción no, tal vez participando en las reuniones, sé que tengo las puertas abiertas. A AERCA la quiero mucho, nosotros la hicimos a la institución muy importante y mucha gente trabajó por eso. En mi primera presidencia estuvimos participando en todos los sectores culturales de la ciudad, generamos vínculos y eso le dio a la entidad mucha influencia. Hubo un momento en que AERCA era consultada para todas las decisiones, la verdad que es una entidad con mucho peso. Y seguramente algo voy a hacer, en AERCA o en la Sociedad Rural que también tengo acercamiento.

Cuando puso en marcha la fundación La Vanguardia hicieron un proyecto sobre la ciudad, ¿qué piensa que le falta a Villa María?
-Mirá, Martín ha tomado mucho de ese proyecto, muchas cosas que anuncia o plantea están vinculadas al proyecto que hicimos y difundimos en su momento. Villa María es una ciudad bien ubicada, con muchos recursos, buena gente, la Municipalidad tiene que preocuparse por el futuro de los jóvenes, los chicos tienen que terminar la secundaria, tener apoyo escolar. A los chicos hay que convencerlos que el estudio es necesario. La juventud es el tesoro que tenemos. Otro tema es viviendas, el proyecto que tiene el Gobierno provincial para los terrenos es similar al nuestro.

¿Tiene pensado seguir haciendo actividades con la fundación?
-No, no lo he pensado. Y no sé si voy a hacer algo en política.

¿La lucha por Plaza Ocampo terminó?
-No, sigo pensando igual que al principio, sé que tienen la posibilidad de plantear nuevamente el proyecto, me parece una barbaridad, una falta total de sentido común, pero si lo quieren hacer que lo hagan y si les veo algún defecto legal lo voy a plantear en las áreas que corresponda. Creo que afectar un espacio libre para un emprendimiento comercial es una cosa fuera de lugar total y absoluta. Ahí tuve una gran decepción con la acción de la Justicia, tanto de la Cámara como del Superior Tribunal. Creo que no fueron resoluciones ecuánimes, pero por lo menos se paró, hoy no pueden reflotar el proyecto anterior. Ahora tienen que hacer un proyecto nuevo y habrá que ver, yo voy a seguir defendiendo el patrimonio público.

Dijo no sé si voy a estar en política, ¿tiene otro plan o deja que la vida lo sorprenda?
-Dejo que la vida me sorprenda (risas).

¿Y algún sueño por lograr?
-No, creo que el año 2017 algo va a traer, veremos qué. Y dejé la actividad política pero no terminé mi relación con la política, soy congresal provincial del Frente Cívico, o sea que formo parte de la estructura y no dejaría el Frente Cívico para irme a otro espacio en donde tengo posibilidades.

¿Trabajaría para Juez gobernador?
-Sí, y sería muy buen gobernador porque es un tipo muy decente, pero la gente no lo cree así, creo que se le fue la etapa a Juez pero quien te dice. Sí trabajaría por él.

 


 

Opiniones

Mauricio Macri
Un tipo muy tenaz, con muchos méritos, que llegó donde llegó no de casualidad. No comparto algunas de sus ideas, pero apoyaría a su gobierno en todo lo positivo.

Juan Schiaretti
Lo conocí como presidente de la Legislatura en 2003 a 2007. En 2007 teníamos una gran bronca con Schiaretti porque creímos que nos sacó la elección que había ganado Juez, pero debo reconocer que ordenó esta provincia que estaba destruida. Y ahora la agarró en mejor situación y me parece que va por buen camino.

Martín Gill
Es un muchacho preparado, que hay que observarlo. No tengo conocimiento claro de él, creo que puede hacer un buen gobierno, pero habrá que ver cuando se cumplan los cuatro años.

 


 

Me gusta
Viajar, conocer, ver las realidades sociales y políticas de otros lugares. El deporte.

Me encanta
Compartir momentos con la familia.

Me divierte
La música, las conversaciones con amigos, los encuentros con excompañeros.

Me entristece
La situación de la ciudad, de la provincia, del país, cuando veo que se gobierna de una manera que no es correcta, me deprime.

Me enoja
La pasividad ante la necesidad de acción. Los abusos, cuando veo las noticias sobre violencia de género.