El volante zurdo de Villa Nueva está pasando su mejor momento con Iquique, que quiere hacer historia en la Copa Libertadores. “En Chile encontré un fútbol con muchos espacios, mucha técnica y eso me ayudó a adaptarme fácilmente”, recalcó Oveja
Para la mayoría, el gol de tiro libre del miércoles pasado contra Gremio de Brasil, por Copa Libertadores, podría ser el mejor final para la película en la carrera de un futbolista. Pero para Diego Torres, el Oveja, es solo un hecho más que lo alimenta a seguir construyendo “su propia historia”, en este gran momento que está viviendo en Chile, hoy su lugar en el mundo.
El villanovense, de 26 años, juega en Deportes Iquique, Primera división del fútbol trasandino y está recorriendo un momento brillante, ese por el cual peleó y soñó toda su vida. Desde que cruzó la cordillera han sido todas buenas noticias. Subcampeonato en el Torneo Apertura, con clasificación al torneo internacional por un gol anotado por él en el último capítulo, y ahora peleando otra vez los puestos de privilegio en el Clausura. Con 46 partidos y 11 goles convertidos, al zurdo de la vecina ciudad lo marcan como uno de los jugadores más importante en la estructura de los Dragones.
“Lo que estoy viviendo hoy en el club chileno es un sueño cumplido, desde que llegué a Chile me están saliendo las cosas de la mejor manera y no me puedo quejar de nada. Es un sueño porque todo se me vienen dando a medida que pasan los partidos, eso me pone feliz y me dan ganas de agradecerle a la institución que confió en mí”, comienza el ex-Alumni.
Claro que la victoria ante Gremio por 2 a 1, en el grupo ocho de la Libertadores, lo ha marcado. El de Villa Nueva fue clave con su golazo para que los suyos continúen con la clara posibilidad de clasificar a la próxima instancia. “El partido de la semana pasada fue un partido muy duro, el cual trabajamos concentrados los noventa minutos, manejando bien las situaciones para seguir vivos en el torneo. El gol de tiro libre me deja contento pero más el triunfo, que nos permite seguir adelante. Somos un equipo muy humilde, pero vamos paso a paso, tratando de que se nos cumplan los objetivos en este semestre”.
Desde sus inicios en el baby de El Porvenir e inferiores en Alem, pasando por el fallido momento en Chacarita Juniors en la B Nacional, hasta llegar a Estudiantes de Buenos Aires, el club que le dio la posibilidad de volar más alto. En el medio, estadía en Rosario, en Argentino y Sagrado Corazón, y el “volver a empezar” en Liga Villamariense vistiendo las camisetas de Atlético Ticino y Rivadavia de Arroyo Cabral. Todos ellos, junto a Alumni, fueron los pilares que tuvo Diego, pensando en algún día llegar a lo más alto.
“El paso que me marcó en mi carrera fue Estudiantes de Buenos Aires. Fue clave haber podido asentarme en Caseros, tengo un grato recuerdo y deseo algún día volver a vestir esa camiseta. Hoy estoy en Chile, entre otras cosas, gracias a aquellos que confiaron para que jugara en la B Metropolitana. Tuve muchos minutos en cancha y gané experiencia valiosa que hoy la puedo aprovechar”, expresa el Oveja.
Ese recorrido por casi todas las categorías le permiten también a Torres poder realizar un balance, acerca de cómo se juega y vive al fútbol en las diferentes campeonatos. “Jugar en Primera división por ahí es un poco más fácil, comparado con el fútbol de ascenso. El hecho de tener más espacios, del estado mejorado de las canchas y de que el pase es más firme y siempre te la dan redondita al pie, hace las cosas más simples para el jugador profesional. En el ascenso, tenés menos tiempo para pensar, siempre te presionan y cuando agarrás la pelota, llegan dos rivales a marcarte seguramente. En Chile encontré un fútbol con muchos espacios, mucha técnica y eso me ayudó a adaptarme fácilmente”, sentenció Torres.
Por último, el muchachito de la película comienza a pensar en sus afectos, en aquellas personas que extraña y recuerda permanentemente. También, a los directores técnicos que lo marcaron como futbolista en su formación; por lo que, agradece “a mis viejos, hermanos y todas la familia completa, quienes me mandan fuerzas a la distancia, como también mis amigos que siempre están”.
“Me dan ganas, también, de darles las gracias a Jorge Alamo, que confió en mí, al igual que a Kiki Etrat (El Porvenir), Alberto Arce (selección LVF) y Claudio D’ Ambrosio (Alumni). A todos, el saludo a la distancia”, cierra un melancólico Diego Torres. Quien va por más, no se conforma con lo hecho y busca seguir adelante en su carrera, junto a la pelota y en el lugar que tantas veces imaginó.
Una final anticipada
El próximo jueves 25, Deportes Iquique define la clasificación ante Guaraní, en Paraguay. Por lo que, Torres expresó: “Va a ser una final anticipada para nosotros, debemos buscar las falencias del rival para ganar el partido, tratando de hacer historia. Estamos motivados y convencidos de lo que venimos haciendo. Si nos mostramos finos en ese partido, podemos lograr el objetivo de la clasificación a los octavos de la Copa”.
El elenco Dragón, con 9 puntos, se ubica tercero en el Grupo 8, a una unidad de los líderes Gremio y Guaraní, que hoy por hoy están clasificando a octavos de final.
Por lo pronto, ya se aseguró la plaza directa a las instancias de playoff de la Copa Sudamericana.