Es parte de un proyecto sociocomunitario del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia en el que estudiantes de cuarto año de las diferentes orientaciones trabajan durante todo el año
A través de un proyecto sociocomunitario que llevan adelante los alumnos de cuarto año del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, en todas sus orientaciones, formarán una biblioteca para la Escuela Faustino Sarmiento del barrio La Calera.
Ayer, los estudiantes de Sociales estuvieron en la plaza Centenario recolectando libros, revistas y material que luego donarán, en lo que significa la continuidad de una iniciativa que lleva ya varios años y que ha hermanado a las instituciones.
“Hacemos la colecta de libros, pero a este proyecto lo hemos trabajado durante todo el año”, señaló el alumno Francisco Wester, quien explicó que “se hace en el marco de las materias de orientación que son Metodología de la Investigación, Gestión de las Organizaciones, Formación para la Vida y el Trabajo”.
Más allá de que las necesidades de la escuela ubicada en La Calera suelen ser, año tras año, similares, “ellos nos dicen qué necesitan y nosotros realizamos las campañas para poder cumplir”, señaló.
Durante toda la mañana estuvieron receptando donaciones, tras haber dado a conocer la propuesta en las redes sociales.
“La intención era juntar la mayor cantidad de libros posible”, dijo otro de los estudiantes, Felipe Quinodoz, quien confió: “Tenemos más de 500 libros y el objetivo es que los niños puedan arrancar el año 2018 con material apto”. Lo que se pidió fue cualquier tipo de material literario para niños de primer a sexto grados.
El proyecto es de todo cuarto año y cada especialidad aporta algo en relación a lo que hace en la orientación. Así es como Educación Física se encargará de la parte recreativa el día que se concrete la donación en el lugar, Gestión arma los juegos, en tanto que Arte va a pintar un mural y hace cajas para que cuenten con un buen lugar para guardar los libros.
“Nuestra escuela tiene una relación importante con la Sarmiento y todos los años esperan nuestra visita”, explicó Facundo Alaniz, quien detalló que “no solo les llevamos material, sino que, además, pasamos una jornada recreativa con ellos, merendamos, hacemos juegos, nos sentimos muy bien de colaborar”.
Los estudiantes destacaron el hecho de que distintas librerías de la ciudad “aportaron material para la causa”, además de “los chicos de las escuelas y padres que se acercaron a nuestras aulas y permitieron que sea una campaña exitosa”.
Detrás de esta iniciativa, el colegio buscó todo el año poder inculcarles a los estudiantes conceptos que tienen que ver con cómo hacer un proyecto, métodos, variables que influyen y cómo plasmar en la práctica lo aprendido en el aula.