9 de Julio venció 3-2 a Juventud pero no le alcanzó para lograr la clasificación a cuartos de final. En la segunda vuelta del campeonato ganó seis de los siete partidos que disputó

Una procesión albiceleste se acercaba desde temprano al reducto del Nueve, que justamente se jugaba una “Patriada” en la última fecha de la fase regular. Es que el local debía apostar todas sus fichas a ganador y esperar que Playosa o Silvio Pellico no sumaran para poder entrar por la ventana a los play offs como mejor tercero.

Un lindo aperitivo ya habían aportado las reservas de ambos clubes cuando se enfrentaron en el partido preliminar que había calentado gargantas y sacudido corazones con ocho goles. Las emociones estaban a flor de piel y se esperaba que el choque principal estuviera a la altura.

Tan mentalizado en la victoria entró el local que en apenas dos minutos no sólo se había puesto en ventaja, sino que también la había estirado. El capitán Ismael Rodríguez y el joven delantero Morata habían sido los autores de los tantos tempraneros que habían hecho tambalear la estructura inicial del visitante.

El 2 a 0 casi desde el vestuario le aportó demasiada tranquilidad al local, que comenzó a jugar con demasiado aplomo. Juventud advirtió esta actitud de su rival y fue en búsqueda del descuento. Los de Zabala eran conscientes de que tenían casi 90 minutos como para empatar el partido, algo no demasiado imposible si se ajustaban algunos engranajes defensivos.

Así fue que en unas de las primeras situaciones que tuvo River de cara al arco defendido por Altamirano llegó al ansiado descuento. A los 8 minutos, luego de un par de rebotes en el área, el balón cayó en los pies de Delgado y el 10 visitante remató sin resistencia para poner el 2 a 1.

La inmediata respuesta del equipo ausoniense encendió las alertas en todo Pasco, por ello el equipo de los Rodríguez fue rápidamente en búsqueda del tercero. Lo tuvo a los 10 minutos en los pies de su capitán, pero Ismael desvió su remate.

En su empresa por llegar al tercer gol, el Nueve se encontró mal parado en una contra y Fernando Rodríguez no tuvo más remedio que meter la mano para frenar el enganche de Delgado. El mismo 10 se encargó de ejecutar el penal cobrado por el juez y empardó el tanteador en dos.

No iban ni siquiera 20 minutos y el encuentro ya había tenido suficientes emociones que justificaron el costo de la entrada. Un partidazo se estaba viendo en la cancha de 9 de Julio: el local arriesgaba porque debía ganar si o si y el visitante, sin ninguna presión, también se animaba a jugar porque quería despedirse del campeonato ganando.

Así planteadas las cosas, el mediocampo era un sector totalmente de paso. De “arco a arco” se consumían los minutos, con un “Patriota” más punzante e incisivo que su rival. A los 20’ Morata remató cruzado tras un pase de Westveer, pero el disparo se marchó muy cerca del palo derecho defendido por Barbero. Promediando el primer tercio del partido, Fernando Rodríguez de cabeza y Westveer desde afuera del área continuaron probando suerte con la ilusión de batir el arco de Juventud, pero la paridad del marcador continuaba inamovible.

En el complemento, ya poco comenzaba a importar lo que sucedía en Pasco. Todos los oídos estaban prendidos a la radio para escuchar atentamente las novedades que llegaban desde La Playosa y Silvio Pellico. Las plegarías a todos los santos no surtían efecto y las esperanzas se iban apagando a pesar del terrible zapatazo desde larga distancia de Ismael Rodríguez que ponía a 9 de Julio 3 a 2 arriba en el marcador. El increíble golazo del experimentado delantero solo sirvió para ponerle el moño a una perfecta segunda vuelta del Patriota en donde ganó seis de los siete encuentros que jugó. No le alcanzó por poco y se lamentaron mucho los puntos perdidos, sobre todo ante Rivadavia, pero los aplausos finales que retumbaron en el vestuario local al final del partido dieron cuenta de la satisfacción por la campaña realizada.

La figura – Ismael Rodríguez

El capitán de 9 de Julio supo en todo momento qué partido jugar. Condujo a sus compañeros al triunfo con mucha experiencia y dos golazos. En el visitante se destacó Delgado.

El árbitro – Mario Schvartzman

Muy bien. Sereno y con autoridad, no se dejó llevar por las protestas y acertó en todas las decisiones.