Escribe Jesús Chirino
Está de festejos el intelectual que escribió libros como: “Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia”, los cuatro tomos de “La Patagonia Rebelde”, “Los anarquistas expropiadores y otros ensayos”, una historia del fútbol argentino, “Historia de la crueldad argentina: Julio A. Roca y el genocidio de los pueblos originarios”, entre otras tantas obras. Osvaldo Bayer, es un reconocido intelectual argentino que varias veces visitó Villa María, incluso el Inescer Dr. Angel Diego Márquez” le entregó las Palmas Académicas. Coherencia y honestidad intelectual.
El Tugurio está en barrio Belgrano, al sudeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trata de la casa de Osvaldo Bayer, luchador de largo aliento que este domingo cumple 91 años. Las habitaciones del lugar están plagadas de letras que descansan en libros acomodados de las más diversas maneras, en interminables estantes.
Muchos de esos libros soportan el peso de otros que les pusieron arriba, incomodidad fruto de la superpoblación de información que a lo largo de los años fue acumulando el dueño de casa, un investigador incansable que por su trabajo sufrió la cárcel, la persecución, la condena de la Triple A y también el exilio.
Pero nada de ello pudo doblegar la honestidad intelectual y coherencia ideológica que supo mantener en su vida. Entre tantos tesoros que guarda ese caserón de Belgrano están las carpetas con los textos originales de las obras de Bayer y, también, una incontable cantidad de placas, diplomas, obras de artes, pergaminos y diversos objetos que testimonian el reconocimiento hecho al intelectual por parte de diversas organizaciones sociales, académicas, políticas y culturales de muy diversos sitios del país y el extranjero.
Todos esos testimonios contrastan con la sencillez y humildad con la cual Bayer trata a quien llega a su casa de Belgrano. La misma casa que otro Osvaldo, el escritor Soriano, le puso el nombre con el cual ahora se le conoce: “El Tugurio”.
Bayer cuenta que su amigo Soriano era un provocador “siempre me venía a visitar y decía algo para pincharme. Un día me dice “vos vivís en un verdadero tugurio” y pensé “lo voy a joder” y le dije: “¡Qué lindo tugurio, lo voy a poner en la puerta!” y me contestó “no, no ves que sos demasiado alemán, te tomás todo en serio”.
Pero en la puerta un cartel, con fileteado bien porteño, dice “El Tugurio”. Ese puerto de muchos que llegan a buscar la palabra del maestro, está descripto en la letra de la canción con la cual el grupo de folk rock “Arbolito” homenajea al historiador.
La banda canta: “En su casita llena de libros // la puerta abierta de par en par // siempre algún pibe // siempre escuchando // alguien buscando alguna verdad // Cuantas cosas que se saben por vos”. En esa poesía se refleja mucho de lo que es el intelectual, pues la generosidad a la hora de facilitar datos es otro de sus rasgos. Atiende con la misma dedicación a una expresidenta de la Nación, un estudiante que busca orientación o un investigador que desea mostrarle su trabajo.
Festejo de película
Quizás uno de los aspectos más importantes de la obra intelectual de Bayer es su posicionamiento ético-epistemológico. En su extensa trayectoria investigó y escribió historia de manera tal que fuera entendible para todos.
En el documental “El viaje de Osvaldo Bayer”, que dirigí, señala que en algún momento de su vida tuvo en claro que quería “hacer investigación histórica, pero tener un estilo muy claro… hacer libros que puedan leer todos y no libros en estilo academicista que lean solamente los académicos como se usa en la Argentina. Para la gente común es difícil leer muchas investigaciones históricas que están escritas en un idioma academicista. y por eso quise hacer periodismo y me entusiasmé…”.
Es así que al recorrer su obra se encuentran investigaciones sólidas, profundas, con base documental muy importante, pero escritas de manera llana. Ese estilo de Bayer no lo llevó a simplificar las cosas, pero sí ayudó a tornar sencilla su lectura a la vez que facilitó la difusión del material. Esa es una característica importante de señalar pues investiga y escribe para el hombre y la mujer común. No establece barreras lingüísticas con el neófito, el no iniciado en la temática tratada.
Esta manera de asumir la actividad intelectual se conjuga con otra no menos importante que tiene que ver con su posicionamiento que lo lleva a que la mayoría de sus trabajos estén dedicados a revelar sucesos que protagonizaron o afectaron a los sectores populares. Es decir que la historia de Bayer está escrita desde una posición que lleva a mirar la sociedad desde los sectores populares.
Este cumpleaños 91 tendrá un festejo particular. Ana Bayer, hija de Osvaldo, invitó a los amigos para que en Microcine Espacio Ecunhi de la avenida del Libertador 8151, en la ciudad de Buenos Aires, asistan, a las 17.30, a la proyección del filme “Mi viejo rebelde”. La obra ha sido pensada y dirigida por Ana, quien no solo recopiló filmaciones familiares, sino que también incorporó material inédito registrado en diferentes oportunidades donde su padre participó de rodajes.
“Mi viejo…” refleja la mirada de la hija sobre un padre que muchas veces tuvo que restarle tiempo a su familia para desarrollar su comprometido trabajo. Asistirán amigos y admiradores del intelectual para acceder a un costado más cotidiano e íntimo del autor, que trasciende al personaje público.
Pronto una biografía de Bayer
En un par de meses Editorial Sudamericana publicará una biografía muy completa de la vida de Osvaldo Bayer. La autoría le corresponde a Germán Ferrari, un reconocido docente, periodista e investigador que ya ha publicado numerosas obras relacionadas con acontecimientos históricos de nuestro país. Ahora llevó adelante una larga investigación acerca de la vida del historiador consultando diversas fuentes y el resultado podrá leerse bajo el título “Osvaldo Bayer. El rebelde esperanzado”.
La coincidencia entre el título del filme de Ana y el libro escrito por Germán es el adjetivo “rebelde” aplicado a Bayer, y repasando la obra de este luchador se revela lo ajustado que es el mismo pues siempre ha trabajado en contra de los poderosos que intentan imponer su voluntad por la fuerza.
Bayer ha desenterrado historias sepultadas por el peso del poder que siempre pretende el olvido de las atrocidades que comete. Pero aunque su rebeldía lo pusiera frente a poderes que parecían invencibles nunca perdió la esperanza y continúa trabajando en el sentido que considera oportuno. Y siguen llegando a su casa jóvenes en pos de ayudas en sus búsquedas. Todos le decimos Feliz Cumple, maestro.