La primera edición de esta fiesta finalizó con éxito, según sus organizadores. Se esperaba vender más en el remate, pero se logró mostrar el potencial de la actividad
La jornada comenzó muy temprano, con la segunda parte del curso de adiestramiento de perros de arreo. Las 20 personas que estaban inscriptas, algo que no es muy frecuente, presenciaron la demostración práctica de lo que les habían enseñado el día anterior. Algunos interesados llevaron sus perros para poner lo aprendido en práctica.
Gerardo Colombano, presidente de la Cámara de Productores de Ovinos de la Provincia, le dijo a EL DIARIO: “Es la primera fiesta que se hace y el objetivo es difundir la producción, contactar a la gente de la ciudad y hacer conexiones tanto para la compra como para la venta. Que los interesados tengan conocimiento de lo que es la producción ovina en el país, la dimensión que tiene, que degusten la carne. Todo el mundo está acostumbrado a comer el cordero asado, pero sabemos que se puede comer de muchas maneras. Acá se han hecho muchísimas de esas cosas. Quisimos mostrar todo el valor agregado que genera la producción ovina, con la lana, con el cuero, con la leche, con la tripa. Lo principal es difundir y se está logrando”.
Esta primera fiesta, organizada por la Cámara de Productores de Ovinos de Córdoba (CAPOC), se logró con el apoyo de la Municipalidad de la ciudad y del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia. Al respecto, Colombano indicó que “ayer, en el acto inaugural, estuvieron presentes el ministro de Ganadería de la Provincia, Sergio Busso; el intendente, Martín Gill; la legisladora Nora Bedano y dirigentes de entidades agrarias nacionales. La Sociedad Rural nos apoyó incondicionalmente en todo, nos abrió las puertas desde el primer momento”.
El remate
A las 10 comenzó el esperado remate por todos los productores ovinos. Si bien fueron muchos los compradores que se acercaron, no se logró vender gran cantidad de ejemplares, salvo los de la raza Pampinta.
Primero se hizo un paseo de cada raza, una muestra de un ejemplar de cada especie y se dio una pequeña charla contando las características de cada una. Las razas que se mostraron fueron Correal, Texel, Santa Inés, Pampinta, Hampshire Down y Dorper. El total de animales disponible para rematar fue de 26.
La raza Pampinta fue creada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a partir del cruce de dos razas. Es una de las especies de mayor tamaño y es productora de lana, carne y leche. Se destacó que con cinco litros de su leche se puede producir un kilo de queso, porque es de mucha calidad de grasa. Además, el 70% de las hembras tiene la posibilidad de tener mellizos, por lo tanto, también sirve para el servicio.
Por estas razones fue la más solicitada en la puja por un ejemplar, vendiéndose cuatro en total. El mayor precio en el remate se pagó por uno de ellos, en una puja que empezó en siete mil pesos y finalizó en $14.200.
La segunda más vendida fue la raza Santa Inés, con dos ejemplares en 10 mil y 11 mil pesos, pero quedaron cuatro sin rematar. Un ejemplar raza Dorper se vendió a ocho mil pesos y de los dos ejemplares de Hampshire Down, ninguno recibió ofertas.
La raza con menos intención de compra fue la Texel, que se destaca por la carne. No recibió ofertas durante la muestra, a pesar de que fueron ofrecidos más de siete ejemplares.
Para el final quedaron los ovinos puro pedigrí. Un Santa Inés logró venderse por 11 mil pesos, a pesar de que lo pretendido por el cabañero era comenzar la puja en 16 mil. Por su parte, un Texel puro valuado en 28 mil pesos no consiguió ser rematado.
La hora del almuerzo
Más de 400 entradas vendidas marcan el éxito que tuvo la convocatoria. Al mediodía de ayer se realizó un almuerzo donde se degustaron diferentes platos, con un denominador común: el cordero. De entrada se saboreó matambre, empanadas árabes, salpicón y escabeches, todo de cordero.
Chorizos, cordero a las llamas y una variedad de ensaladas fue el plato principal y de postre, la leche de cordero estuvo presente en una mezcla de queso y dulce de leche.
Durante la comida también se pudo disfrutar del humor campero con el show del Popo Giaveno y los Cumpas.