Tal como estaba previsto, ayer compareció el cuarto y último testigo de la causa y posteriormente las partes formularon sus alegatos. La “última palabra” del imputado y el dictado de la sentencia quedaron para el martes al mediodía
El fiscal de la Cámara del Crimen de Villa María solicitó ayer una condena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo para Alejandro Fabián Colazo (27), un joven changarín que está acusado de haber abusado sexualmente de dos menores con las que mantuvo relaciones sentimentales en 2011 y 2014.
Francisco Márquez consideró que Colazo debía ser declarado autor penalmente responsable de “privación ilegítima de la libertad calificada” reiterada y “abuso sexual con acceso carnal”, postura a la que luego adhirió el abogado Marcelo Martín Silvano, quien interviene en la causa como querellante particular “ad hoc” en representación de las denunciantes.
A su turno, el letrado Jorge Bustos, defensor del imputado, pidió una pena de dos años de prisión efectiva para su cliente por “lesiones leves” y “daño”, luego de sostener que en ambos casos se había tratado de relaciones sexuales consentidas por las menores. Incluso señaló que una de las presuntas víctimas (con la que tiene un hijo) lo fue a visitar tres veces a la cárcel.
Previo a los alegatos, se receptó un último testimonio (fue el cuarto, después de los tres que comparecieron el martes), quien llegó desde la ciudad santafesina de Venado Tuerto para prestar declaración.
Se trata de un familiar lejano de Colazo, quien convivió con él durante algún tiempo.
Cuando las partes concluyeron sus alegatos y habida cuenta los feriados de Semana Santa, el juez René Gandarillas dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo martes al mediodía, oportunidad en la que escuchará la última palabra” del supuesto abusador y posteriormente dictará sentencia.
Alejandro Colazo lleva casi dos años entre rejas (fue detenido el 3 de abril de 2014) por los hechos denunciados pocas semanas antes por las presuntas víctimas.
Según la grave acusación que se le atribuye, los primeros abusos se produjeron en 2011, cuando una de las menores tenía 14 años (hoy tiene 19), la misma edad que la otra chica (actualmente tiene 17), aunque en este caso los abusos se habrían registrado en 2014.
Cabe reiterar que como los hechos que se procuran dilucidar son de instancia privada, el debate se realiza a puertas cerradas, es decir, sin acceso del público ni de los medios de prensa al recinto que la Cámara posee en el quinto piso de Tribunales.