Los Sub-19 argentinos se preparan para jugar desde el próximo viernes el Mundial que tendrá como sede a Chaco y Corrientes. El plantel argentino está integrado por dos protagonistas de esta ciudad: el armador Matías Giraudo y el preparador físico René Luna
Escribe: Gustavo Ferradans
Foto: Roberto Zayas
Nuestro país será sede del Mundial de Vóleibol Sub-19, desde el próximo viernes y, nuevamente, en el plantel nacional habrá embajadores del deporte villamariense. El armador Matías Giraudo (formado en Biblioteca Rivadavia) y el preparador físico René Luna (con presencia en varios cuerpos técnicos de equipos locales como el básquet de Ameghino, el vóley de Rivadavia y el rugby de San Martín) integrarán el plantel “celeste y blanco”. El armador Matías Giraudo, nacido el 13 de marzo de 1998, de casi 2 metros, tiene como antecedentes dos títulos con la selección argentina -en los sudamericanos de premenores (2013 en Brasil) y menores (2014 en Colombia)- y el tercer puesto con Rivadavia en la Copa Argentina Sub-16 en 2014, donde fue elegido Mejor Armador y Mejor Sacador. En la Liga Argentina A1 14-´15 integró el plantel de Bolívar. René Luna es profesor de Educación Física, nació el 19 de octubre de 1979 y ha sido preparador físico del Villa María Vóley (los cuatro años que duró el proyecto), campeón de la Liga Cordobesa de Básquetbol con Ameghino y ha tenido varios tenistas del Sport Social. Con la selección argentina ha sido segundo preparador físico de las selecciones de base en los últimos cuatro años y del seleccionado premenor campeón del Sudamericano 2014. Antes de viajar, ambos dialogaron con EL DIARIO.
-Comienza la última concentración. ¿Es la de mayor ansiedad y nervios?
Matías: -Puede ser. Va a ser buena esta concentración para afinar los últimos detalles de cara al Mundial.
-¿Qué queda por hacer, luego de tantas concentraciones realizadas?
René: -Queda ajustar algunos aspectos en lo físico y en lo técnico. En realidad, casi el 90% del trabajo ya está hecho y esta semana que tenemos es para ajustar, más que nada, la parte técnica y de rodaje de juego del equipo porque vamos a jugar una serie de amistosos y ya el 14 es el día del debut.
-Ambos tienen la experiencia de haber estado en competencias internacionales con un seleccionado, pero a su vez para los dos es el primer Mundial. ¿Cómo viven internamente eso?
René: -Recontra ansioso. Hace mucho que queremos que se dé y me parece que los días son de 48 horas. Más que nada ahora. Estamos ya con la concentración y esperemos que llegue el 14 para que poder hacer o ver todo lo que nos preparamos y saber si se nos dan los resultados.
Matías: -Yo estoy muy emocionado, nunca viví algo así. Solamente fui a dos Sudamericanos y fue impresionante. Lo que espero de este Mundial va a ser lo mejor que voy a vivir por mucho tiempo. Tal vez venga algo mejor o no. Depende como me vaya en el futuro.
-¿El sabor especial de este Mundial es la localía? ¿Poder jugar ante nuestra gente?
René: -Sí. Siempre me hacían bromas algunos conocidos. El primer Mundial que te toca y es en la Argentina. El primer Sudamericano en el que me tocó estar fue el año pasado y fue en la Argentina. Y la verdad que tiene un sabor distinto, es tu país, tu gente, uno escucha el Himno y lo cantan todos y no sólo los 14 locos que están adentro. Creo que en el Mundial la cantidad de gente que habrá en Chaco va a ser muy imponente. El estadio dentro de todo es chico, pero son dos mil personas, que para el vóley es una cantidad muy grande de gente. Va a estar bueno porque estaremos apoyados por todo el país y eso, si nosotros -y más que nosotros los jugadores- lo pueden asimilar, va a ser un plus extra para poder avanzar en la competencia.
Matías: -Nunca me tocó jugar una competencia en la Argentina jugando para la selección. Creo que también es muy positivo y más que nada la motivación, que tiene un plus de presión, pero que vamos a saber afrontar y salir adelante.
¿Cómo ves el equipo?
Matías: -Es un equipo completo. Muy unido. Creo que no hay uno que sobresalga del resto, pero creo que al ser parejos todos tienen importancia, tanto los titulares como los suplentes. Tengo fe porque laburamos mucho y nos rompimos todo para llegar bien hasta acá. En el caso del cuerpo técnico llegan a una competencia pocas semanas después del Oro en los Panamericanos logrado por el equipo de Julio Velasco.
¿Eso es una presión o un plus de confianza?
René: -Es un plus de confianza. Desde que llegó Velasco y se estructuraron los trabajos, tanto en la parte física como en la técnica, creo que es un golpe anímico importantísimo, más que positivo, para darnos cuenta que lo que se está planteando está dando resultado y con el correr del tiempo va a seguir dando resultados. Entonces tengo la tranquilidad que el trabajo que están haciendo los menores, a cargo mío es el mismo trabajo que realiza el “Profe” Bertorello, con los mayores. La verdad que es un trabajo serio y no creo que haya en otro deporte un trabajo tan estructurado, desde las selecciones de base hasta el equipo de Primera. Para nosotros no es una presión, es una alegría gigante. Haber visto todo el plantel junto porque justo estábamos en una concentración y ver que se dan los resultados. Para nosotros es una confianza, sabemos que vamos por buen camino. Ojala que a nosotros los resultados se nos den. Nunca se salió campeón del mundo, pero el deseo y el trabajo nuestro apunta a eso.
-¿Cómo es el cronograma de trabajo hasta el debut?
René: -Nos instalaremos cinco días en Roque Sáenz Peña. Vamos a jugar entre cuatro o cinco amistosos. Se van a armar zonas de tres o cuatro equipos, las sedes de esos amistosos serán Roque Sáenz Peña y Charata por una cuestión reglamentaria que no se puede usar la sede oficial hasta el 12 de agosto. Vamos a jugar amistosos con China, Francia, Cuba, Polonia e Irán. Eso será importante porque no hemos tenido mucho roce internacional en la gira que hicimos el mes pasado y ese rodaje está bueno. Por eso decía que la puesta a punto tiene más que todo que ver con el juego.
-¿Qué nos podés contar de esa gira por Brasil?
Matías: -Fue una gira positiva porque nos dio un golpe para bien. Veníamos muy confiados por los resultados que tuvimos años anteriores. Yo lo tenía claro, pero nos pudimos dar cuenta como equipo que no nos sobra nada. Juguemos contra quien lo hagamos, hay que hacerlo a full. Lo que pasó un año antes, ya pasó. Un rival te cambia nueve jugadores y es otro equipo. En un mundial no podés regular nada. Con Brasil perdimos por 3 a 2 y por 3 a 1, en todos los partidos, menos el último. Jugamos con mucha irregularidad, salvo el último partido que lo jugamos prolijo, como estamos acostumbrados.
Dos sueños en marcha, que se suman a otros villamarienses que fueron parte de historias mundialistas, como lo fueron antes Guillermo García, Andrés Ribone, Nicolás Giraudo y Fernando Badrán.