Alumni derrotó 3 a 0 a 9 de Julio de Rafaela en Plaza Ocampo, pero el triunfo no alcanzó para lograr la clasificación. Desde que descendió, el club villamariense nunca pasó de ronda
Escribe Juan Manuel Gorno
Como sucedió en todas las etapas que vivió después del descenso a la cuarta categoría del fútbol argentino, Alumni se quedó en el intento y fracasó en su objetivo por una clasificación.
Esta vez ni siquiera le alcanzó con golear 3 a 0 a 9 de Julio de Rafaela, en Plaza Ocampo, ya que la victoria resultó inservible en la búsqueda del pasaje a la siguiente instancia del Federal B. Hacia allí “viajaron” el puntero San Jorge, el segundo, Ben Hur, y el tercero, Puerto San Martín, estos últimos también ganadores del mediodía, por la Zona 3 del certamen. Entonces Alumni, que había dejado de depender de sí mismo, se despidió temprano del campeonato, nuevamente obligado a replantear sus problemas.
El cielo encapotado, gris y con amenaza de tormentas sobre la “Placita”, en el mediodía de domingo, reflejó ayer la figura de lo que significó Alumni, que terminó floreándose, pero luego de sufrir bastante y de erigir como figura a su arquero, el villamariense Carlos Ronco, el hombre que terminó siendo quizás lo mejor de lo que sumó el club en esta temporada.
Las atajadas formidables del portero impidieron que el sueño de la clasificación no se esfumara tan rápido.
Es que durante el primer tiempo de este partido clave, Alumni jugó muy mal, chocó sin ideas contra la estructura rival y cometió errores groseros que le dieron chances claras al “León” rafaelino.
Todo conspiraba contra Ronco, pero el arquero se la bancó. Primero desvió un tiro libre en el primer palo, volando abajo; luego le ahogó tres veces el grito de gol al delantero Kevin Muñoz y, en el final de la etapa, le tapó un mano a mano al otro atacante, Gonzalo Cena.
Pero no sólo por Ronco pudo respirar Alumni, ya que sobre el final de ese primer período, el asistente Luis Defend acusó un insulto del defensor visitante, José Muñoz, y el árbitro Maximiliano López sacó la tarjeta roja y dejó con uno menos a 9 de Julio.
Es cierto que el equipo visitante no hacía demasiados méritos para irse ganando en esos primeros 45 minutos, pero jugaba “la final” como correspondía, primero recuperando la pelota con sacrificio y con orden, y luego siendo agresivo en ofensiva, a pesar de que no lograba dar dos pases seguidos en la mitad de la cancha.
Alumni, en cambio, carecía de simpleza, se neutralizaba solo en ataque y se equivocaba bastante en defensa, a tal punto que la zaga conformada por Hugo Yocca y Manuel Xamo se la pasaba ofreciendo regalos.
En ese contexto, Alumni sólo pudo ilusionarse con un tiro libre de Emanuel Urquiza que pegó en el palo, a los 42 minutos.
Por un golazo
Más allá de que 9 de Julio se había quedado con uno menos por la expulsión de uno de sus centrales, pareció repetir la historia en el arranque del segundo tiempo, cuando Cena quedó mano a mano con Ronco y el arquero, nuevamente, salvó el papelón.
Sin embargo, poco a poco fue mejorando Alumni. Puso la pelota al piso y se mostró más ambicioso con el ingreso del joven Nicolás Delsole por Patricio Peñaloza.
Esa modificación hizo que 9 de Julio reforzara la retaguardia con el retroceso de su volante central, Lucas Rodríguez, entonces los volantes fortineros estuvieron menos presionados.
Aunque se adelantó en el terreno, Alumni no encontró profundidad, pero a los 19 minutos la llave de la victoria estuvo en la zurda de Nicolás Rey.
El lateral de la casa, ni bien pasó la mitad de la cancha, vio la chance para disparar violentamente y la pelota viajó al ángulo más lejano del arquero Tomás Pascualón, que voló para darle al golazo una mejor imagen a los presentes. Una joya.
El 1 a 0 local provocó el adelantamiento lógico de 9 de Julio, que también necesitaba ganar. Y en ese intento de su rival por el empate, Alumni aprovechó espacios y no le dio tiempo, ya que un minuto después del golazo, Aloi apareció por izquierda y dejó solo a Delsole, que rubricó el 2-0 con un remate de primera, propio de goleador.
De ahí en adelante, el partido estaba sellado y el “Chacho” Peñaloza aprovechó para hacer debutar a Facundo Ñáñez (de buena técnica), quien participó del último gol.
Ese 3-0 llegó a los 41’, cuando la toquetearon Delsole, Aloi, Ñáñez, Urquiza y nuevamente Aloi, que sólo tuvo que poner el botín para establecer la goleada.
La participación de los chicos, que tuvieron que afrontar una responsabilidad de grandes, la formidable actuación de Ronco, la sapiencia de Aloi y el esfuerzo de muchos provocó el aplauso y el reconocimiento de la gente.
Fue como un festejo íntimo y tibio. Un momento de aceptación de las heridas.
Después de todo, Alumni parece acostumbrarse a las malas en el ámbito nacional. Juega por algo y por nada. Siempre le pasa algo o le pasa de todo. Pero nunca clasifica.
La figura
Carlos Ronco. El arquero de Alumni hizo casi todo perfecto. En el primer tiempo atajó varias difíciles, salvando la caída de su equipo, y continuó en el complemento, tapando un mano a mano para contagiar al resto cuando el partido estaba igualado. También se destacó Santiago Aloi, marcando un gol y asistiendo en otro.
El árbitro
Maximiliano López. Buen arbitraje del juez de San Francisco. Echó a José Muñoz, a instancias del asistente, y se manejó bien con las tarjetas, salvo en una que le perdonó a José Sánchez, en el primer tiempo. Se podría decir que obvió un penal sobre Xamo, a favor de Alumni, pero fue un agarrón difícil de observar.
La frase
“Sabíamos que era un campeonato corto y que iba a ser difícil porque todos juegan a poder clasificar. San Jorge sacó la ventaja en los primeros partidos, los demás luchamos. Pero el partido con Ben Hur acá y el que perdimos en Venado Tuerto fueron claves”. Jorge Peñaloza, DT de Alumni
Resultados Zona 3
Puerto SM 1 (C. Rosales) – San Jorge 0
Ben Hur 1 (Stradella) – Rivadavia 0
Alumni 3 (Rey, Delsole y Aloi) – 9 de Julio 0
