Francescoli y Fillol, entre tantas figuras, brillaron en Plaza Ocampo, donde 1.200 personas disfrutaron del denominado “evento deportivo del año”
Cerca de 1.200 personas se llevaron la certeza anoche, de Plaza Ocampo, que la calidad de Enzo Francescoli no tiene fecha de vencimiento. Y lo que puede morir es una pelota en el pecho o en el empeine, casi desplomándose, para ser teledirigida como una pluma filosa cerca de cualquier arco.
Lo que puede morir también es una acción peligrosa si enfrente está el “Pato” Fillol, aún con 65 años, engañando con un movimiento o poniendo el pecho a cualquier tiro.
De ahí nace y vive un sentimiento, una emoción hasta las lágrimas que algunos exhibieron en las tribunas de la “Placita” durante el denominado “evento del año”, que organizó con acierto la filial de River, “Javier Sodero”.
Precisamente, las glorias de River, “reforzadas” con algunos extras como el villamariense Víctor Rena -que marcó dos goles en su retiro oficial del fútbol-, empataron 5 a 5 con un combinado de Córdoba que también tuvo lo suyo, con la presencia de algunos jugadores históricos de Talleres (Julián Maidana o Diego Garay), Belgrano (César Labarre y el “Perro” Arbarello) e Instituto (la “Lora” Oliva), como para darle relieve a un partido de “siete contra siete” que duró 60 minutos.
Claro que todo alcanzó para disfrutar a las estrellas, así como también disfrutó, por ejemplo, el propio “Príncipe” Francescoli, que se llevó el amor y la mayor ovación con el “Olé/Olé/Olé/Enzo/Enzo”, apenas convirtió su gol. De todas maneras, hubo otros tantos toques de categoría que redoblaron el reconocimiento hacia el uruguayo, de los cuales se resaltaron tres pases gol formidables hacia Rena, quien buscó permanentemente cumplir ese sueño del pibe. Y el ex-Alumni no falló. En dos oportunidades convirtió (una de manera fantástica) y en la restante le ganó el duelo Labarre.
Mientras tanto, el “Pipa” Leonel Gancedo corría como chico, siempre tratando de juntarse con Enzo, y atrás organizaba Rivarola. No era para menos, enfrente la calidad del rival era grande cuando se juntaban Oliva y Garay, cuando picaba el “Yerbatero” y cuando el “Perro” Arbarello, a pesar de sus kilitos de más, podía quebrar la cintura y profundizar ataques. Entonces se gestaba un gol cordobés o, caso contrario, alguna ovación desde la tribuna cada vez que el “Pato” se revolcaba ante las endiabladas incursiones de González y compañía.
El partido tuvo lapsos de “muy amistoso” y otros no tanto, pero lo importante es que se respetó el juego. Encima, hubo diez goles, cinco para cada uno.
Sobre el final, mientras Francescoli buscaba tranquilidad ante la cantidad de pedidos de fotos, alguien lloraba cerca de los vestuarios: “Lo toqué, lo toqué”, decía. Una muestra cabal de lo que significa el fútbol cuando las estrellas se ven desde el interior del interior.
Síntesis del partido
Estrellas de River: Fillol, Rivarola, Gancedo, Jorge Vázquez, Francescoli, Borrelli, Pitasi, Rena, Sauro y Molina.
Combinado de Córdoba: Labarre, Maidana, “Yerbatero” González, Pino, Pronetto, Oliva, Garay, Arbarello y Juan Valle.
Goles: Pitasi, Francescoli, Rena (2) y Gancedo (R); Oliva, Pino, González (2) y Garay (C).
Jugado en: Plaza Ocampo. Arbitros: Marcelo Ramírez, con Rodrigo Fernández y Nahuel Guzmán.