

Para el árbitro Fabián Arburúa fue el último partido. El villamariense se retiró del referato y recibió el aplauso del público y un reconocimiento de colegas y dirigentes.
Fueron varias décadas ligadas al básquetbol, primero como jugador y luego como árbitro, donde ha dejado la imagen de una persona respetuosa y respetada, siempre ligado a su gran pasión que es el básquet.
Pero esta despedida no será del todo. Es imposible imaginar al Vasco alejado del básquet, aunque ahora se lo verá en otro lugar, en una tribuna o al costado de una cancha.
¡Gracias por todo, Vasco!