En medio de la emoción por el triunfo, el jugador más destacado del partido confesó que, uego de ser campeón en Yrigoyen de Tío Pujio, analizó la chance de no jugar más a la pelota

Extenuado por el sacrificio que hizo, al igual que todo su equipo, tras afrontar gran parte del partido con un jugador menos, y feliz por su buena actuación, con golazo incluido, en la victoria de Colón sobre Rivadavia, Mayco Rodríguez sorprendió al declarar que “después de salir campeón en Yrigoyen, sinceramente había pensado en dejar el fútbol por un tiempo, porque tantos años de jugar te llevan a eso. Tengo 26 años y hace desde los 6 que lo hago”.

“Tantos viajes para entrenar y jugar a uno lo cansan, pero recibí el llamado de la gente de Colón y, gracias a la ayuda de mi padre y de mi familia, decidí seguir jugando”, comentó.

Pasando al análisis de lo que fue el clásico, Rodríguez declaró que “el clásico comenzó complicado para nosotros, porque Rivadavia tiene un buen equipo”.

“Pero después mejoramos y ganamos bien. El objetivo era ganar como sea para salir del fondo de la tabla. La fecha pasada, ante San Lorenzo de Las Perdices, hicimos los méritos suficientes como para lograr el triunfo, pero se nos escapó sobre el final”, amplió

Goleador en sequía

Por su parte, Francisco Santunione, coincidió con Rodríguez a la hora de señalar que “empezamos jugando mal, pero después lo remontamos y conseguimos un gran triunfo”.

“Por suerte pudimos ganar nuestro primer partido y lo conseguimos nada más y nada menos que en el clásico”, valorizó.

Sobre su actuación personal manifestó que “vengo peleado con el arco y hace tres fechas que no puedo meter un gol, pero más allá de eso lo importante es que el equipo gane, después los goles vienen solos”.

Finalmente, Santunione comentó que “tuve unas horas difíciles antes del partido y este triunfo se lo quiero dedicar a mi primo ‘Bebucho’ que falleció el sábado”.

A sufrir desde afuera

Antes de comenzar el encuentro, el entrenador de Rivadavia, Fernando Alba, estaba brindando una entrevista a un medio televisivo mientras los dos equipos ya estaban en la cancha esperando para iniciar el partido. Cuando finalizó el reportaje, el director técnico comenzó a caminar para cruzar la cancha e instalarse en el banco de suplentes visitante, pero en ese momento el referí Edgar Acosta le informó que ya era tarde para hacerlo y que debería observar el clásico desde afuera.

Arbitro apurado

A pesar de que el juego se detuvo en, al menos dos oportunidades, durante un par de minutos en la etapa inicial, en el penal y en las expulsiones, el árbitro decidió jugar la etapa inicial hasta los 44 minutos y 54 segundos, es decir, algunos instantes antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario.