
En la cancha de Las Perdices, el domingo hubo violencia. Agredieron a un árbitro, metieron presos a los agresores, se suspendió el partido y el fútbol quedó manchado. Triste final para lo que estuvo llamado a ser siempre un espacio de divertimento. Sí, el fútbol, el opio de los pueblos.
Claro que también siempre se dijo que el fútbol es un reflejo de la sociedad. Y la violencia ganó en muchos ámbitos, por eso no sorprendió el desenlace en Las Perdices.
La violencia es sufrida constantemente por los perros, tanto sea para la diversión o para la locura de los hombres, más allá que hay un cambio de conciencia en mucha gente y cada vez son más las organizaciones o agrupaciones que se ocupan de darle al animal el espacio que se merece.
Justo en Las Perdices, el domingo, la foto distintiva, que desafió a la violencia, fue la del perro haciendo patria.
Al Flaco le pusieron la Bandera argentina y la llevó moviendo la colita, junto a sus amigos.