La escuela lleva adelante un proyecto con el que logran reciclar esos desperdicios y materializarlos en un beneficio para la institución. Con esta idea lograron clasificar a la instancia provincial de la Feria de Ciencias
En la Escuela Domingo Faustino Sarmiento fueron capaces de mezclar un problema con una necesidad para obtener como resultado una solución. A esta institución a la que asisten unos 130 alumnos de Pasco le hacían falta bancos para el patio. Y ese mismo patio solía verse inundado de bolsitas de nailon y envoltorios plásticos de golosinas. Así es como surgió el proyecto “Un ladrillo a conciencia”. “Los alumnos plantearon en un momento hacer, por ejemplo, artesanías con esa basura, pero el tipo de envoltorio plástico no se prestaba para eso y quemarla generaba otro tipo de contaminación. Entonces, investigando, encontraron la idea de hacer ladrillos”, contó Silvana Pierige, docente de Ciencias del segundo ciclo. La iniciativa trata de “reutilizar una botella de plástico e ir introduciendo adentro todas las bolsitas de nailon, papeles de alfajores o golosinas que se encuentren en el patio de la escuela”. A esto, contó Silvana, “se lo prensa muy bien, se agrega un poco de arena y con eso se han empezado a construir bancos para el patio de la escuela y en vez de utilizar el ladrillo común, estamos utilizando la botella”. Los niños ya lograron construir un banco y la idea es poder hacer cinco más, y también canteros para las plantas. “Lo importante es que más allá de ser un proyecto, esto le va a dejar algo a la escuela”, sostuvo la maestra. Cabe destacar que los alumnos con este proyecto, que comenzó el año pasado, lograron la clasificación a la instancia provincial de la Feria de Ciencias, siendo seleccionados entre 80 trabajos que se exhibieron el pasado viernes en el predio ferrourbanístico de Villa María. “Logramos hacerlo extensivo a los demás cursos y ahora los chicos compiten a ver cuál es el que más ladrillos con botellas y bolsitas consigue hacer”, destacó la docente, quien resaltó que “lo fundamental de esto es reutilizar dos tipos de basura domiciliaria que tardan años en degradarse, como las botellas de plástico y las bolsitas de nailon”. Silvana se mostró satisfecha con la respuesta de los alumnos, al remarcar que “esto generó mucho entusiasmo en ellos, mucho trabajo y lo más importante es que es una campaña que no se hizo para la Feria de Ciencias, sino que se empezó el año pasado, ahora se continúa y se hizo extensiva también a los hogares porque los chicos traen los “ladrillos” hechos desde su casa”.