Lucrecia Venosta se hallaba en Estados Unidos, extrañaba su país e intentaba cumplir el a veces engañoso “sueño americano” cuidando niños y limpiando casas mientras sus anhelos de trabajar como comunicadora audiovisual, con título de grado en mano, se le iban esfumando.

Hasta que al finalizar una clase de “algo nuevo llamado Zumba”, dentro de un gimnasio, a un profesor se le ocurre poner un tango. Lucrecia se emocionó tanto que le quiso agradecer en un inglés un tanto rudimentario. Sucedía que el profesor también era argentino y sería el que más incentivaría a “Luli” a ser lo que se ha convertido hoy, en la primera capacitadora de instructores de Zumba de toda Argentina.

Días atrás, Lucrecia Venosta de Hoepfner (30 años), conocida dentro de la disciplina como “Luli Zumbera”, desarrolló diferentes actividades de capacitación en la provincia de Córdoba y dictó clases en distintos espacios donde se enseña la modalidad en nuestra ciudad (junto a Marisa Carrillo e Ivana Fantini Di Santo).

En diálogo con EL DIARIO, ilustró cómo se ha expandido este fenómeno como entrenamiento aeróbico integrador.

“Tres años atrás hice un evento en la costanera de Villa María para difundir lo que era Zumba. Los medios, salvo uno, no me habían dado bola. Ese mismo año había sólo 80 instructores en el país y apenas tres en Córdoba. Ahora se ha impuesto de tal modo que hay miles y miles por todos lados. Y el ‘boom’ es global, ya que está en 200 países. Dentro de Sudamérica se impuso más rápido en Chile y en Brasil, luego en la Argentina”, graficó.

 

Con ciertos conocimientos de salsa (dado que integró elencos de baile en Córdoba como Swing y Sabor y en Comadreja), se formó con Tanya Beardsley, actualmente una de las referentes máximas de la disciplina.

Aunque se licenció en todas las especializaciones, “Luli” es ZES (Zumba Education Specialist, entrenadores de instructores), de Básico I y de Zumba Gold, que está orientado a adultos mayores y necesidades especiales, y desea incluir al Toning (con pesillas). 

“El entrenamiento lo puede hacer cualquiera y no hay impedimento de ningún tipo, ya que se adecúa a las necesidades de las personas. Por eso es tan exitoso”, indicó.

“Antes -añadió-, el ejercicio aeróbico estaba pensado para gente en forma, coordinada y joven. El Zumba lo pueden hacer jóvenes, adultos y niños. Cada clase es una fiesta, ya que la gente se desinhibe y hace catarsis. Los beneficios en materia de salud y de imagen, porque te tonificás sin pesas, son secundarios, ya que el propósito principal es desestresarse. Creo que es un estilo de vida, una revolución que en la historia está marcando una diferencia”.