Los esperados desagües requieren también un plan de obras que se ejecute de acuerdo al escurrimiento de las aguas que ingresan a la ciudad. Es por eso que con la Provincia, acordaron empezar un estudio
La Provincia y la Municipalidad de Villa María acordaron la realización de un estudio integral del escurrimiento de las aguas pluviales en la ciudad y la región.
La decisión surgió tras el encuentro que mantuvieron la semana pasada el intendente ,Martín Gill; el vicegobernador de la provincia, Martín Llaryora, y el secretario de Recursos Hídricos del Gobierno provincial, Edgar Castelló.
Según informaron desde la Municipalidad, el estudio pretende aportar “valiosa información” sobre lagunas de retención, estaciones de bombeo, canalización y obras de infraestructura que requiere la región para absorber el agua pluvial. La próxima reunión de trabajo se realizará en dos semanas.
“La idea es elaborar un mapa de escurrimiento de aguas, no sólo en Villa María sino en toda la cuenca. Porque la ciudad genera agua que se escurre y recibe agua de otros pueblos y zonas rurales que pasan por la ciudad para terminar en el río. Esto genera complicaciones y por eso lo que queremos es homologar un sistema de desagües entre la Provincia y la Municipalidad”, dijo ayer el intendente.
Y agregó que la información es indispensable para la aprobación de nuevos loteos.
Cabe recordar que está en marcha -ya abrieron el llamado a licitación- una obra que ejecutará la Provincia para realizar desagües en las zonas críticas de la ciudad, tales como el centro, La Calera y Roque Sáenz Peña. La obra demandará una inversión de más de 100 millones de pesos y viene a “modernizar” una infraestructura que data de los años 40.
Otras obras con el mismo fin
Cabe señalar que mientras se realiza el llamado a licitación para la obra integral de desagües que tiene como plazo dos años de ejecución, la comunicadora local informó que está realizando obras para ir solucionando algunos puntos críticos.
Uno de los frentes de obra se desarrolla sobre la prolongación de avenida Universidad, a un costado de la arteria que llega hasta el ingreso a La Negrita, y continúa por calle Costa Rica con la realización de nuevos canales y la ampliación y profundización de los existentes, para desembocar en la zona de ruta 2.
La obra consiste en la apertura de nuevos canales y en bajar el “suelo” de los que ya estaban (que fueron erosionándose y cerrándose con el paso de los años), colocando caños de un metro de diámetro y sus correspondientes cabezales para mejorar la evacuación de las aguas.
Esta obra busca generar una solución a la acumulación de agua que se produce en calle Santa Ana, y los sectores aledaños al barrio Bello Horizonte. También aportará un alivio a la zona de barrio Malvinas Argentinas y La Negrita. Tendrá un impacto positivo, además, en el escurrimiento pluvial de Los Olmos y San Juan Bautista.
Sobre calle Paraguay, se encuentra el segundo frente, donde se lleva adelante el hormigonado de un canal a cielo abierto a lo largo de toda la arteria, completando los trabajos iniciados para la evacuación de las aguas de lluvia en el barrio Jardín Botánico.
Las tareas iniciaron los primeros meses de gestión de Gill, recordaron, con la concreción del cordón cuneta en calle Mercedarios y Calle Pública 1, 2 y 3; la pavimentación del último tramo de avenida Universidad de ambas manos, y la realización de una alcantarilla de grandes dimensiones con su correspondiente badén.
El tercer frente, está a cargo de la Cooperativa de Trabajo 15 de Mayo Ltda., y es la intervención que se lleva adelante en calle Yrigoyen, a lo largo de 550 metros lineales, que permitirá mejorar la evacuación del agua de lluvia en 21 hectáreas de un sector de barrio Industrial.
Obras similares se iniciaron en barrio Mariano Moreno, sobre calle Monseñor Disandro, y en avenida Independencia, donde las tareas se completan con el bacheo de la calle en los lugares que se encuentran deteriorados.