La infectóloga Graciela Ortega confirmó ayer que en el Instituto Secundario Bernardino Rivadavia (foto) se han registrado alrededor de 40 casos de paperas en los últimos 10 ó 15 días.
“No tenemos el número exacto de chicos con paperas en el Rivadavia, pero lo que nos decían los directivos es que son alrededor de 40 chicos con la enfermedad en los últimos 10 ó 15 días”, precisó la médica en declaraciones a la prensa.
“Ha habido un aumento de casos en relación a lo habitual. Dado que existe una vacuna útil no se habían reportado enfermos. Hace unos meses hubo casos en adultos jóvenes, pero había cedido la cantidad y ahora vuelven a darse en adolescentes, se han visto casos en el Instituto Rivadavia, pero quizás haya en otros lados que no nos hayan reportado todavía”, puntualizó Ortega.
“Hay un aumento inusitado de casos, se habló con el colegio, se buscaron los carnés de vacunación de los niños y hablamos con Epidemiología de Córdoba, desde donde nos dijeron que hubo casos en Santiago del Estero, en La Pampa, en Entre Ríos, por lo que se ha ido estudiando si el virus circulante es el habitual o no”, remarcó la profesional.
“El virus que produce la papera es el de la fiebre urliana y hemos visto que el virus circulante no es el que está cubierto por la vacuna, ha habido un cambio en el virus, entonces la vacuna tiene una protección parcial y por eso ha habido casos aunque los niños estén vacunados”, explicó.
“Lo mismo se sugiere que se coloquen la vacuna si no se la han aplicado y no han tenido la enfermedad, porque tiene una respuesta, aunque no tan alta como la esperada”, agregó.
“La vacuna se puso en el Programa Vacunaciones en 1995, por lo tanto los jóvenes que están padeciendo la enfermedad están vacunados, lo que sucede es que al haber una mutación en el virus, no es tan potente la inmunización, no son suficientes las defensas, tiene un efecto, algo es útil, pero no tiene el impacto que tenía para el virus de antes”, repitió.
Seguidamente la médica indicó que “es una enfermedad bastante benigna, las complicaciones no son altas, es una hinchazón de la glándula parótida, los síntomas son cansancio y fiebre” y precisó que “en un 20% a 25% de los varones puede complicarse con la inflamación de testículos, con bajo índice de riesgo de esterilidad”.
“La época más propensa para contraer la enfermedad es entre fines de invierno y comienzo de la primavera. En 2014 hubo menos casos, con respecto al año pasado es mucho mayor la cantidad de personas que la contrajeron ahora, este año es la excepción a la regla”, dijo para concluir.