Cientos de héroes anónimos circulan por Villa María, Villa Nueva y la región salvando vida animal. Son muchos, comprometidos, solidarios y bien organizados, que empujan a una concientización, cuando pueden, pero sobre todo se preocupan por algo más que un corazón herido de un perro o un gato.
Hace algunos años atrás empezaron pocos, pero día a día son más, en su mayoría mujeres que se mueven, que no paran.
Todo lo hacen ad honorem, con el simple interés de salvar a los animalitos que anden por las calles, perdidos, muchas veces maltratados y casi siempre indefensos, a la buena de Dios.
Ellas se llaman Agostina, Carol, Silvina, Betty, Marisa, Luciana… Pero sus nombres no importan, sino sus actitudes y esa responsabilidad que les nació simplemente del amor por esos animalitos que las necesitan. Es por ello que se organizan para que esa actitud tenga un nombre propio: Patitas Felices, Asociación Cucha, Corazón Pandillero, Hocicos Mimosos, Movimiento Animalista, La Protectora Sarmiento, Adopta y Salva Una Vida, Refugio Villa Nueva, Patitas La Laguna y siguen las firmas.
Sus integrantes tienen una particularidad: por sus patios pasan perros y gatos de diferentes colores y edades, aunque sea temporalmente, mientras se buscan la forma de encontrarles un hogar para siempre.
De todas maneras, la realidad indica que no dan abasto. Necesitan más ayuda a la hora de albergar esos animalitos que se rescatan en la calle.
En gran parte, el método es el mismo. Por ejemplo: alguien encuentra a un perrito perdido en la calle, convoca a la asociación y ésta comienza a “mover la estantería”, que sería convocar a los veterinarios amigos (muchos de los cuales colaboran permanentemente), que aportan los conocimientos y el trabajo para darle salud a ese animalito.
Una vez en condiciones de salud y alimenticias, el perrito está listo para ser adoptado, pero hay que buscar a alguien que se haga cargo, que pueda llevarlo. Y esa tarea no resulta sencilla.
Muchas veces los perritos terminan en refugios o en albergues. Pero las asociaciones siguen movilizándose, organizan colectas de alimentos, campañas a través de las redes sociales y hasta marchas contra una resolución estatal si observan algo que no les gusta, como los fuegos artificiales de fin de año.
La última “movida” fue enorme. En Facebook dieron a conocer una operación “larga, complicada y riesgosa” a una perrita, “tras practicarle análisis y darle vitaminas y un buen alimento para que mejore su peso”.
“Al fin se va a ver liberada de ese tumor que por años fue su karma, consecuencia de haber sido mamá tantas veces, su cuerpito pequeño no pudo tanto y ahí está… un tumor que tomó toda su línea mamaria”, resaltaron por las redes sociales.
“En la veterinaria Fuentes, el ‘doc’ ama a Mansa y no sólo va a poner su conocimiento médico, sino su corazón para que esta ‘nubecita’ (por lo blanca y redondita) salga de la intervención”, contaron.
Mansa fue rescatada por Salvando Patitas en La Laguna, localidad donde todavía falta una veterinaria para una intervención quirúrgica de este tipo. Por eso las rescatistas la trajeron a Villa María.
La perrita será operada el próximo martes. Nadie se olvidará de ella, aunque todos esperan que aparezca quien la adopte y le brinde el cariño que se merece. Esto cerraría de manera feliz un capítulo de los tantos que se escriben por día en las calles.