El Hospital de Clínicas de Córdoba realiza la Semana del Dolor Lumbar con la intención de detectar pacientes con espondilitis anquilosante u otras espondiloartritis que son un grupo de enfermedades que comparten manifestaciones clínicas similares y que provocan inflamación de la columna. Si bien esta patología puede afectar a hombres y mujeres, es más predominante en hombres menores de 45 años
Hasta el viernes, en el Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba, se realizará una campaña gratuita para hombres y mujeres entre 18 y 45 años que presenten dolor de espalda desde hace tres meses o más y que no encuentren mejoría.
“Buscamos detectar el dolor lumbar inflamatorio característico de aquellos pacientes que tienen espondilitis anquilosante u otras espondiloartritis, que son un grupo de enfermedades que comparten manifestaciones clínicas similares y que provocan dolor intenso en la parte baja de la espalda, que puede extenderse incluso hasta los glúteos y muslos”, explicó Laura Onetti, especialista en Reumatología, subjefe del servicio del citado hospital.
La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis que causa inflamación, rigidez en las articulaciones y/o ligamentos impidiendo el movimiento y la flexión en la columna. Se trata de una enfermedad tanto hereditaria (porque está asociada a la presencia de ciertos genes, principalmente el HLA-B27) como autoinmune (es el propio sistema inmune que activa ciertas estructuras que atacan al propio cuerpo). Un diagnóstico a tiempo puede ayudar a evitar deformidades de la columna y reducir la discapacidad que puede ocasionar .
“El dolor es predominantemente de noche. La persona suele despertarse por este motivo, al levantarse siente su columna dura, rígida, con dificultad en el movimiento, pero que con ejercicio mejora de manera significativa”, describió Marcelo Audisio, reumatólogo del hospital. Además de causar dolor en la espalda y columna vertebral, la espondilitis anquilosante puede producir inflamación en las articulaciones de otras partes del cuerpo como las caderas y rodillas, además de generar fatiga que hace que la persona se sienta cansada y con falta de energía.
Si bien esta patología puede afectar a hombres y mujeres, es más predominante en hombres menores de 45 años. Los especialistas coinciden en que es importante diferenciar en forma precoz esta enfermedad de otros tipos de dolor de espalda, ya que el abordaje para el dolor de origen mecánico (el más frecuente) es muy diferente al indicado para el de origen inflamatorio, típico de la espondilitis. “Una vez identificado al paciente con dolor lumbar inflamatorio se debe preguntar sobre las otras manifestaciones asociadas como la presencia de artritis, dolores en las uniones de los tendones en los huesos llamados “entesitis”, engrosamiento difuso de los dedos (parecido a una salchicha), trastornos oculares como uveitis, psoriasis y alteraciones digestivas como diarreas frecuentes. Los estudios se completan con radiografías de las articulaciones sacroilíacas, resonancia magnética nuclear, ecografía, o estudios genéticos como el HLA B27 según corresponda en cada paciente”, explicó Audisio.
“El dolor lumbar puede ser indicio de varias enfermedades tanto reumáticas, neurológicas, traumatológicas, psicológicas como incluso, neoplásicas (tumorales), por eso, la importancia de su correcto estudio y diagnóstico”, apunta Eduardo Mussano, jefe del servicio de Reumatología, y subrayó: “No atender a tiempo la lumbalgia puede llevar el cuadro a cronicidad con la discapacidad física y laboral correspondiente alterando su calidad de vida”.