Ya consiguieron reunir suficientes elementos como para completar el camión que les cedieron para trasladarlos a Buenos Aires. Solicitan a todos los puntos de recepción de Villa María y Villa Nueva que lleven hoy la mercadería a su sede de avenida Savio 101

Entre las 8 y las 14 de hoy los integrantes de la Organización No Gubernamental Las Iguanas Solidarias estarán en su sede de avenida Savio 101, de esta ciudad, para recibir las donaciones de vecinos de las dos Villas y de la región que serán enviadas a los damnificados por las inundaciones en la provincia de Buenos Aires.

Ya hay suficiente como para completar la carga que puede trasladar el camión que les fue proporcionado gentilmente “por una empresa local que no quiere que demos a conocer su nombre”.

El camión descargará el contenido solidario en un depósito de la fundación Red Solidaria, que conduce Juan Carr, desde donde se distribuye a diferentes localidades y barriadas bonaerenses que sufrieron los desbordes de ríos y arroyos.

Hasta ahora, se estuvieron recogiendo pañales para niños y adultos, agua mineral, elementos de limpieza, colchones, bolsas de agua, ropa… Hubo, incluso, quienes donaron estufas, entre otros elementos considerados de utilidad.

Los aportes de particulares, familias y algunas empresas se estuvieron recibiendo en diferentes puntos, como casas de familia y comercios. Todos esos “puntos de encuentro” deben confluir hoy con lo suyo en la sede de la ONG situada sobre avenida Savio, a la altura de barrio Santa Ana.

Lo que se necesita ahora

Y para quienes quieran acercarse en horas de la mañana, se hizo saber que “lo que más se estaría necesitando ahora son alimentos no perecederos y artículos de limpieza”.

“Por ahora, no más ropas”, comentaron al ver el resultado de la clasificación de todos los bultos recibidos.

Una vez más, la solidaridad aflora por estas tierras cordobesas.

En 2009, cuando la ciudad de Tartagal, en Salta, sufrió el fatal embate de las aguas y el barro, grupos de vecinos trabajaron y reunieron cargamentos que ayudaron a mitigar, aunque sea en una mínima medida, el sufrimiento.

En esta oportunidad, el destino se encuentra en territorio bonaerense, aunque el objetivo es el mismo de aquel entonces: decir “presente” cuando otro argentino se encuentra en problemas.

Una historia, entre tantas

Cada uno de los bultos que se apilan en el gabín ferroviario que sirve de sede a Las Iguanas Solidarias contiene un pedacito del corazón de una persona, la mitad del pan casero de una familia; de seres humanos que tienen esa sana virtud de ponerse en el lugar del otro. Gente que cierra los ojos y puede ver a un desconocido pisando sobre el barro en el interior de una vivienda situada en algún punto remoto, a otro sacando a la vereda colchones que ya no servirán para cuando pueda ingresar nuevamente el recolector al barrio, a dos que toman mates en silencio y no saben por dónde comenzar la reconstrucción…

Todos ciudadanos muy valiosos para estos tiempos jodidos, de obras necesarias que no se terminan nunca, de otras obras que se aprueban desde la sinrazón y, por si fuera poco, de aprovechadores/ras que hacen campaña sobre el dolor, a pesar del dolor… y en el mismo lodo todos manoseaos.

Detrás de cada paquete, seguramente hay una historia. Yo conozco la de Susana, que compró muchos metros de tela de toalla y se puso a coser, a fabricar toallas y toallones. Y armó juegos, los embolsó y les metió un jabón de tocador de “yapa” a cada uno.

Así de simple y conmovedor, así nomás les cuento la historia de Susana, una de tantas. Pero vaya como muestra y a manera de agradecimiento a todos los que, desde aquí, envían un cachito de sí para allá.

Hay tiempo hasta las 14.

 S.V.