Desde las 17 en plaza Centenario
Ayer se cumplieron tres años de la primera marcha. Las consignas fueron cambiando, siempre bajo el mismo lema, pero los femicidios siguieron sucediendo. La lucha continúa en el cotidiano y también en las calles, que hoy se verán copadas de mujeres
El femicidio de la joven santafesina Chiara Páez (14), quien estaba embarazada y fue asesinada por su novio, motivó la primera marcha “Ni una menos” en el país.
Ya pasaron tres años de la primera movilización que tuvo eco en todo el territorio nacional bajo esa consigna, incluso en Villa María. Desde entonces los reclamos fueron diversos, siempre apuntando a la responsabilidad del Estado y al número de mujeres víctimas de la violencia machista.
En 2017 era una cada 18 horas, en lo que va de 2018 una cada 30.
Hoy, desde las 17, los movimientos de mujeres concentrarán en plaza Centenario junto a la ciudadanía que ha adoptado esta fecha como una insignia de la lucha contra la violencia de género.
Primero se reclamó por la declaración de la emergencia en este sentido a nivel local, luego -una vez conseguido- se pidió por mayores fondos destinados a prevenir este tipo de violencia, además de la educación sexual integral en todas las escuelas. Hoy el grito de “Ni una menos” está indudablemente atravesado por el pedido de aborto legal, seguro y gratuito.
Frente a la realidad que indica que se realizan 500 mil abortos clandestinos al año en Argentina y que mueren las mujeres que lo hacen en condiciones precarias, el “Ni una menos” encaja a la perfección en este contexto, en el que se debate a nivel Congreso la ley de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
“Nos mueve el deseo de ser libres”
Desde la Asamblea Mujeres en Movimiento de Villa María y Villa Nueva, espacio promotor de la marcha de hoy, emitieron un comunicado en el que expresan los fundamentos de esta nueva movilización.
“El femicidio como tal, lo hemos construido como una categoría política, que excede el ámbito privado y se hace eco en lo público. Esto es también una conquista del movimiento feminista, que cada una de nosotras sepamos que el terrorismo sistemático hacia nuestros cuerpos, es producto de una sociedad que lo avala”, expresa la primera parte del texto.
Remarcaron la “falta de interés” de los gobiernos municipal, provincial y nacional al “desfinanciar” las políticas preventivas. A nivel local especificaron que, a un año de la declaración de Emergencia en Violencia de Género, “no vimos respuestas por parte del Estado a pesar de poder y tener que dedicar más políticas y más presupuesto para revertir esta situación que cada vez nos duele más”.
Entre los pedidos concretos para la ciudad se mencionan:
– Generación y la publicación de estadísticas reales.
– Capacitación con perspectiva de género de todas las personas que forman parte del Estado.
– Cupo laboral trans.
También mencionan la crisis habitacional existente y apoyan la lucha de las mujeres sin techo que acampan frente al municipio.
Sobre el final desglosan la consigna “¡vivas, libres, desendeudadas y con aborto legal nos queremos!”, enfatizando sobre el argumento principal del “Ni una menos” de este año.
“Nosotras sabemos que la deuda es violencia y el desempleo se traduce en feminización de la pobreza”, afirman y referencian la vuelta al Fondo Monetario Internacional.
“Sabemos que los derechos postergados se consiguen movilizándonos y uniendo nuestras voces. Cansadas de tantas violencias y opresiones, reafirmamos esta lucha feminista.
Porque nos mueve el deseo de ser libres”, finaliza el comunicado de Mujeres en Movimiento.
“No han parado de matarnos”
El Foro de la Mujer y Defensa de sus Derechos de Villa María, también organizador de la movilización de esta tarde, expresó en un comunicado que “los reclamos perduran y siguen siendo hacia el Estado”.
Reclaman que se debe garantizar “más presencia, con mayor presupuesto en políticas de prevención para evitar más crímenes y contención de las mujeres y de las víctimas secundarias de violencia”.
“En la actual situación social venimos a decir que las políticas de Estado que empobrecen a las mujeres, también son violencia de género, porque han empeorado las condiciones de vida, desamparándonos”.
Remarcan como logros la declaración de Emergencia y la apertura de espacios como el Polo de la Mujer, y al mismo tiempo creen que “debe haber mayor presupuesto aún en prevención de la violencia y en educación, desde las salas cuna, pasando por todas las instancias educativas formales y no formales”.
“Lamentablemente nos siguen matando, nos siguen violando, nos violentan en las calles, en los trabajos y en los hogares. Ante ello debemos fortificar nuestra lucha para erradicar la violencia y para que nuestra palabra-acción tenga el mismo valor que la de los varones”, agregan.
A los pedidos se suman la multiplicación de los programas de reinserción de las mujeres violentadas, “para poder empoderarse y reinsertarse social y laboralmente”.
También garantizar “con más profundidad el circuito de denuncia, restricciones, control de la Justicia, procesos judiciales y sentencias firmes contra los golpeadores, violadores y femicidas”.