El periodista y humorista Emanuel Rodríguez cuestionó la política comunicacional del período de gobierno kirchnerista, a la que calificó de “unitaria”.
Rodríguez, pese haberse declarado un ferviente defensor de las políticas implementadas por Néstor Kirchner y por Cristina Fernández, censuró el carácter centralista de la comunicación oficial en los citados gobiernos.
El ex integrante de La Voz del Interior y de medios de la Universidad Nacional de Córdoba, dio una charla en el Inescer el sábado pasado, horas después de brindar su espectáculo “Peroncho, humor político y ciudadano” en una sala del centro de la ciudad.
En la ocasión, Rodríguez afirmó que “asistimos a un proceso de despolitización de los medios de comunicación, donde sólo se habla de corrupción de la administración anterior, y no de los medidas del Gobierno actual, intentando demostrar que kirchnerismo y corrupción son sinónimos”.
“Lo dice por ejemplo Clarín, un diario que sacó un crédito de 150 millones de dólares y que terminó pagando cero peso, con el favor del Gobierno de Duhalde”, comentó el expositor, quien pidió que “a Clarín y La Nación no se los considere medios hegemónicos, sino grupos de asesinos, que consiguieron Papel Prensa en la sala de torturas”.
“Los medios con más penetración no hablan del intento de ingresar al Tratado Transpacífico, del apoyo de Macri a Capriles y a la derecha española, y del papel central que juega ahora la Argentina en el retorno de la derecha a los gobiernos latinoamericanos. Tampoco hablan de la pérdida de empleos y otros temas acuciantes”.
La batalla cultural
Al reprochar la política que llevó adelante el Gobierno anterior sobre medios, Rodríguez afirmó que “no se desplegó la batalla cultural en las provincias, creyendo que era suficiente con sostener a “678” y a “C5N”.
“Unos pocos periodistas del interior sólo eran convocados a “678” para hablar de casos del interior, pero ellos se sentían con capacidad para hablar de todo lo que pasaba en las provincias”, apuntó.
También descalificó la actuación de la delegación cordobesa de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), a cargo de Carlos Vicente, “que en una virtual complicidad con el Grupo Clarín, sólo impuso una multa en toda su gestión, y fue al Canal 10 de la Universidad de Córdoba”.
Señaló además la “inexplicable morosidad en abrir medios alternativos de comunicación, y la prueba es que recién esta semana salió al aire el canal de la Universidad de Villa María. También hubo numerosos pedidos de radios para cooperativas que nunca pudieron abrirse”.
“Fueron errores imperdonables”, remarcó el visitante cordobés.
Frente a la nueva situación comunicacional, expresó que “mientras televisión y prensa gráfica pierden televidentes y lectores, aumenta la comunicación por las redes sociales, donde es más difícil cercenar la libertad de expresión. Es más difícil, pero no imposible”.
También, tras declararse “acérrimo opositor al periodismo objetivo” abogó por “empezar a revertir el centralismo porteño, llevando periodistas del interior a los medios más democráticos, pero para que informen y opinen de todo”.
En cuanto a lo que espera para su espacio político, dijo que “nuestra formación ética militante no puede permitir más un José López o un Ricardo Jaime, porque con la plata, se llevan los sueños del pueblo”.
Cabe mencionar que en su show “Peroncho”, desarrollado el viernes por la noche en la sede de la Asociación de Personal de la Universidad de Villa María, Rodríguez convocó a numeroso público, que siguió su extenso monólogo, donde relativizó la derrota de Cambiemos en Río Cuarto (“Sí, pero ganó de la Sota”, dijo, mientras se proyectaba una foto del festejo de Llamosas con varios dirigentes, entre ellos Martín Gill).
También se refirió a la decisión de poner de compañero de fórmula de Eduardo Accastello, para la gobernación, a “Cacho” Buenaventura (“Qué buena idea”, dijo con tono burlón).