Escribe: Lic. Karina Costabello (*)
Especial para EL DIARIO
Todo emprendedor, a lo largo del desarrollo de su propuesta de valor se hará cada vez más evidente la necesidad de comunicarse con diferentes públicos. Por ello, debe tener ciertas habilidades que les permita resaltar en el mundo de los negocios. Debe ser ingenioso, creativo y con una completa idea de lo que quiere lograr. Una de las habilidades más importantes en las que un emprendedor debe enfocarse es la comunicación. De cómo seas capaz de comunicar tu mensaje dependerá el éxito o el fracaso para encontrar el apoyo que necesitás.
¿Cómo te presentás para exponer tu proyecto a posibles inversores? ¿Cuál es el pilar sobre el que cimentás tu discurso para captar la atención?
Si exponés tu proyecto y te olvidás de los detalles claves que los inversores quieren escuchar, es probable que pierdas la oportunidad de captar su atención. Como emprendedor, saber comunicar es equivalente de ahorro, y no solo económico, sino de “disgustos”. Existen proyectos excelentes que han acabado en la basura porque sus emprendedores no han sabido comunicar la idea.
Comunicarse es parte vital de la vida de un emprendedor, debe siempre hablar con un sin fin de personas, desde clientes potenciales hasta grandes inversionistas, pasando por todas aquellas personas interesadas en sus propuestas.
Para que tengas en cuenta y empieces a poner en práctica, te dejo algunos tips para que llegues de manera más efectiva a comunicar tu proyecto:
Tener capacidad y valor para hablar en público. Parece obvio pero muchos son temerosos al enfrentar una audiencia o una entrevista en la que se presenta el propio proyecto. Todos quieren hacer lo posible para que su negocio tenga éxito, pero a la hora de hablar delante de otras personas, prefieren tener a otros representantes que lo hagan. Empiezan las piernas a temblar, a secarse la boca y a agitarse porque no pueden manejar sus nervios, por inseguridades o por pánico escénico. Por la razón que fuera, no es para todos lo mismo. Pero una cosa muy importante es tener en cuenta que el Inventor y Creador de la idea para explicar esa propuesta, sos vos. Hay muchas técnicas de comunicación y de oratoria que te pueden ayudar. Se pueden realizar cursos, o algunos simplemente practican en el espejo o delante de amigos y familiares. Una vez que ya hayan logrado pasar el espejo y los conocidos, invitan a personas de la comunidad o amigos de amigos que no conozcan y les hacen una presentación. Es una muy buena forma de ir perdiendo el miedo.
Hacerse escuchar. No solo hay que poder hablar con otras personas y perder la timidez, sino que también hay que transmitir el mensaje de forma efectiva a quienes queremos llegar a través de cualquier miedo. Por eso es importante conocer o saber de antemano cuál es el público al que te vas a enfrentar, quién será tu interlocutor. Qué necesitamos de ellos y qué podemos ofrecer. Conocé a tu “oponente” (lo será antes de decidir ser tu aliado) y aprovechá sus debilidades comunicativas para cautivarlo. Todo el mundo las tiene.
Tener un plan claro. De cara a los inversores es también fundamental tener sobre la mesa un plan que tenga en cuenta el medio y el largo plazo (sobre todo lo segundo) a la hora de definir cuáles serán nuestros pasos como emprendedores. Además, el proyecto debe ser resolutivo a la hora de enfrentarse a posibles crisis. Es necesario anteponerse a escenarios negativos y demostrar que podés salir airoso.
Saber vender y venderse. Tenerse confianza, actitud, disciplina y autoestima son aspectos muy importantes a la hora de ser un buen vendedor, algo con lo que algunos parecen haber nacido. Pero a otros muchos parece faltarles las tácticas necesarias para dar una buena presentación (o pitch como se le dice en inglés). Estas se pueden obtener por distintos cursos, pero la mejor defensa ante preguntas sobre nuestro negocio es empaparse lo mejor que se pueda sobre la idea que se está discutiendo. Es muy importante que sepas explicar y de que se trata tu proyecto en 20 segundos. Podés practicarlo una y mil veces, tomándote el tiempo y aplicando la técnica del “elevator pitch” (contar tu propuesta y lograr convencer al interlocutor en el tiempo que tarda un ascensor en llegar al piso 12).
Validar a otros. Es parte fundamental del proceso de comunicación. Es una forma de mostrar a las personas que piensan de forma similar que estamos de acuerdo con sus ideas. Además de demostrar el reconocimiento hacia aquellos que están haciendo algo bien, incluso si son la competencia.
Mantener una postura firme y no ablandarse. No todos en el mundo de los negocios y en la industria, ni tampoco todos en la comunidad van a tener una actitud positiva y agradable, ni serán aliados o amigos. Hay que estar preparado para resistir diversos ataques o agresiones, humillaciones, acusaciones, e incluso demandas. No nos frustremos por eso. Evaluemos si tenemos errores, aceptar con humildad las críticas sin que esto nos desmoralice y mucho menos frente al interlocutor. Si estamos seguros y confiados que nuestra propuesta es viable y exitosa, nadie nos la puede tirar abajo. Pero ¡Ojo! Un error habitual a la hora de comunicar el proyecto como emprendedor es confiar en exceso en nuestras decisiones y no saber ver más allá de lo que nos rodea. Es lo que se denomina “ceguera del emprendedor” y se produce cuando el amor propio por nuestro proyecto es capaz de alejarnos de la realidad. Debemos confiar en nuestro proyecto, sí, pero también saber reconocer errores.
Ser fuerte frente a estos inconvenientes puede ser fundamental a la hora de mantener el hilo de la conversación y no mostrarse afectado por dichos comentarios o preguntas, manteniendo una buena actitud ante la adversidad.
En todo proceso de comunicación existe una habilidad clave que en ocasiones pasa desapercibida y que no debemos olvidar, el “sentido común”. Nunca digas algo que pueda causar situaciones adversas en el futuro. Pensá que lo que decís te da forma ante los demás, así que medí tus palabras y cuestionate las posibles reacciones y sus consecuencias antes de pronunciarlas. Nuestro plan de empresa debe saber comunicar esta capacidad de anticipación a los problemas para convencer a nuestros interlocutores. Como emprendedores no solo debemos ofrecer confianza en nuestro proyecto, sino también seguridad.
Sí, ser un emprendedor puede ser difícil a veces, tiene sus altos y sus bajos, pero aquellos que deciden seguir este agotador camino tienden a concluir que no se arrepienten por haberlo tomado.
(*)Comunicadora Social- Publicitaria. Del Estudio Moon Comunicación, Marketing y Diseño