La fiscal Silvia Maldonado acusó a un exfacturante por el delito de “hurto”. Es en grado de “sospecha leve”. La causa se inició hace casi dos años
Escribe: Diego Bengoa
DE NUESTRA REDACCION
La fiscal Silvia Maldonado imputó a un exempleado de la Auditoría General de Villa María por la desaparición de declaraciones juradas de bienes del exintendente Eduardo Accastello.
Se trata de Gastón Faró, a quien la titular de la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno del Palacio de Justicia provincial le endilgó el delito de “hurto”, aunque en grado de “sospecha leve”, a tenor del último párrafo del artículo 306 del Código Procesal Penal de Córdoba.
De esta manera, la causa judicial tiene a dos imputados, ya que anteriormente la funcionaria había acusado a la actual auditora, Alicia Peressutti, en este caso por omisión de deberes de funcionario público. Maldonado ya pidió el sobreseimiento de la defensora del Pueblo, aunque todavía esto no se concretó y la definición está en manos de la jueza de Control de Villa María.
Qué pasó
Faró trabajaba en la Auditoría General y de acuerdo a fuentes de la repartición dejó el lugar entre mayo y junio de 2016.
Según un acta firmada por una escribana, el hombre abandonó un día su puesto de trabajo y ya no retornó, por lo que Peressutti buscó dejar constancia de este cuadro.
Hasta entonces Faró desempeñaba sus tareas laborales como facturante, es decir que no tenía estabilidad laboral.
A la par de su actividad en la sede estatal, también trabajaba en el estudio jurídico del abogado Luis Rey, el exauditor General, que antecedió en su cargo a la actual ombudsman. De acuerdo a dos fuentes consultadas por EL DIARIO, permaneció en ese estudio privado varios meses más tras su salida de la Auditoría.
En base a la hipótesis que maneja la Fiscalía, fue Faró quien podría haber sustraído la declaración jurada de Accastello, aunque aparentemente los indicios no son tan sólidos ya que la acusación es bajo sospecha leve.
Una fuente judicial confirmó ayer que el hombre ya prestó declaración ante Maldonado.
En abril del año pasado, la fiscal había acusado a Peressutti por entender que no inició las actuaciones ni la investigación interna que debería haber impulsado ante la desaparición de la referida documentación, algo que había denunciado el extribuno José Naselli más de un año antes, en marzo de 2016, primero ante la Justicia Federal.
De acuerdo a los datos que conoce este matutino, el Concejo Deliberante informó al Ejecutivo -no a la auditoría- que había actas que reflejaban que desde este órgano parlamentario se remitió a la Defensoría al menos tres DD.JJ. del exintendente, de las cuales en la dependencia de calle Chile se encontraban dos, por lo que siguiendo esta tesis faltaba una. No obstante esto, en la auditoría debía haber más de una decena de declaraciones juradas pertenecientes al exmandatario si se tiene en cuenta los años que tuvo en el poder.
En diálogo con EL DIARIO tras la definición judicial del año pasado, Peressutti había relatado un episodio que daba cuenta que una empleada de Gestoría le había contado que Luis Rey le había manifestado que “acababa de despedir a un chico de su estudio, que anteriormente trabajaba acá en la Auditoría, porque le reconoció que él se había llevado esas declaraciones juradas”.
“Este chico siguió trabajando cuando yo entré a la Auditoría y dejó de venir. A los 20 días que se desvincula, nos llegó el oficio de la fiscal. Yo nunca pienso mal de la gente, pero fue un hecho que me llamó la atención”, manifestó a este diario aquella vez.
Maldonado se había basado en el propio inventario de Auditoría para confirmar que efectivamente faltaba documentación de los bienes de Accastello y para impulsar la acusación contra Peressutti por entender que no inició las actuaciones ni la investigación interna que debería haber iniciado dada la situación.
Con el correr de los meses la fiscal fue reuniendo información que la llevaron a plantear el sobreseimiento de la funcionaria y acusar por el presunto hurto a Faró.
“Me contaron que el mueble con la documentación estaba en planta baja de la Auditoría y cuando se hizo pública la denuncia que yo había hecho tres meses antes, se llevaron todo y lo metieron en la oficina de Peressutti con llave. A los empleados los echaron. No es que formalmente los despidieron sino que como eran facturantes, no le renovaron esa “prestación de servicios”. No los han llamado a declarar. Es gravísimo, da la sensación de que no se quiere llegar a nada”, dijo el denunciante extribuno José Naselli el 12 de marzo de 2017, cuando la causa todavía no tenía ningún imputado.