
La ley establecerá un cupo obligatorio de trabajadores con discapacidad en empresas del ámbito privado, como el que rige para el Estado. Experiencias locales que vale la pena conocer. La opinión de AERCA y Acovim

Santiago llega cinco minutos antes del horario de entrada a su trabajo, al igual que el resto del personal, y pide al periodista que lo espere a que termine de hacer su habitual tarea para responder las preguntas. “Llego y lo primero que hago es sacar la escalera y después toca ir al depósito, estar con las chicas que hacen los pedidos y ayudar a mis compañeros con las bolsas de arena”, comenta el joven de 20 años con síndrome de Down que trabaja en una ferretería de la ciudad.
No es el único caso en Villa María en el que se emplea a personas con discapacidad, aunque aún se está bastante lejos de lograr el ideal, es decir, que a la inclusión en el mundo del trabajo le falta un camino por recorrer.
En el Congreso
En los primeros días de noviembre, más precisamente el miércoles 2, el Senado de la Nación dio media sanción al proyecto de ley de cupo laboral para personas con discapacidad en empresas privadas. Si bien actualmente existe una normativa (la Ley 22.431, que obliga al Estado o a empresas que presten servicios públicos a reservar el 4% de su planta para personas con alguna deficiencia), todavía no estaba regulado el tema en el sector privado.
“Al principio teníamos algo de miedo sobre hasta dónde se le podía exigir, pero después nos dimos cuenta que estaba tan seguro de su trabajo, que no dudamos en nada”, contó Valeria Rainaudi, de Ferretería Suárez, donde trabaja actualmente Santiago.

“Un día vino a comprar a la ferretería y dijo que quería trabajar acá y dijimos que sí; esa actitud que tuvo de querer y lograr algo, se nota en el día a día”, expresó la comerciante.
Si bien el joven ingresó con un programa de la Municipalidad de Villa María, que consiste en un apoyo a las empresas para costear parte del sueldo de trabajadores con discapacidad, los dueños del local manifestaron el deseo de que “siga trabajando con nosotros, como un empleado más”.
“El clima del negocio cambió un ciento por ciento, porque es un chico que te saca una sonrisa siempre y te cambia el humor que por ahí uno puede traer de afuera al trabajo”, destacó Rainaudi.
Otros casos en la ciudad
Nicolás (de 22 años) y Claudio (34) realizan tareas de reposición, limpieza y “hasta algunas veces se animan a atender al público”, según expresó Ezequiel, de Librería Dauría, donde también se emplea a los jóvenes con discapacidad.
“Buscamos que hagan tareas que les gusten”, agregó el encargado.
“Yo siempre sostuve que muchas veces en la discapacidad con respecto a lo laborar las limitaciones se las ponemos nosotros y no ellos”, opinó y añadió finalmente que “cuando uno se relaciona con las personas con discapacidad al igual que con el resto, te das cuenta que se desenvuelven de la misma manera que cualquier otra persona”.
Los de Santiago, Nicolás y Claudio, no son los únicos casos. También se conocen, entre otros, la participación de personas con discapacidad en la casa de té de Susana Marzolla o en el sector de verdulería del supermercado Vea, por citar algunos.
Qué dicen las gremiales empresarias
Al ser consultado sobre el proyecto de ley, que ya tiene media sanción en el Senado, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Villa María (Acovim), Roberto Salomón, dijo al periodista de EL DIARIO que “no hubo nunca un acompañamiento legal para poder emplear a personas con discapacidad”.
“Venimos trabajando con la discapacidad dentro de la responsabilidad social empresaria e hicimos durante varios años acuerdos con las escuelas que contenían a estas personas para generar pasantías en un principio, y luego tuvimos experiencias interesantísimas. Tan es así que alguno de esos chicos quedaron fijos y trabajaron durante años”, comentó el dirigente empresario Salomón.
En tanto, desde la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA), el director ejecutivo de la entidad, Ignacio Tovo, dijo creer que “es necesaria la incorporación de todo tipo de personas al trabajo. Entendemos que hay algunas empresas que están más preparadas que otras, pero lo vemos muy bien”. Y aclaró: “Bajo lo que es la ley, con esa cantidad de empleados mínimos hay muy pocas empresas en Villa María, lo que no imposibilita a trabajar en conjunto con distintas instituciones que aglutinan a las personas con discapacidad”.
Emiliano Eandi
Con media sanción del Senado
¿Qué establece la ley?
La ley de cupo consiste en reservar el 4% de la totalidad del personal de las empresas privadas del país, que superen los cien empleados, para personas con alguna discapacidad, tal como ocurre en el ámbito público. Entre los fundamentos, el texto expresa que “el Estado nacional ya ha reconocido que pese a diversos instrumentos y actividades, las personas con discapacidad siguen encontrando barreras para participar en igualdad de condiciones en la vida social y que se siguen vulnerando sus derechos humanos”.
La iniciativa también aclara en su justificación que la lucha contra la discriminación “no depende solamente del dictado de disposiciones constitucionales y legales, que suelen ser de por sí insuficientes”.
El proyecto fue presentado en el Senado por los legisladores Guillermo Pereyra (Movimiento Popular Neuquino) y Nancy Gonzales (Frente para la Victoria) y tratado por las comisiones de Trabajo y Previsión y de Población y Desarrollo Humano. Se espera que en Diputados se le dé el visto bueno, aunque el bloque oficialista (Alianza Cambiemos) se pronunció en contra de la propuesta.