Nació a fines de 2016 y hoy siguen luchando por ampliar su cartera de clientes. Trabajo e inclusión, en una “Estamos bastantes afectados con lo que pasa a nivel nacional”. Así resumió Jonatan Jusid la situación actual de Inclutel, la cooperativa de trabajo que nació en Oliva en a fines de 2016 y que fue creada por personas con discapacidad visual.
“Estamos en búsqueda de clientes”, planteó el presidente de la entidad que se dedica a las telecomunicaciones. “Desde que comenzamos hasta el día de la fecha estamos igual, nuestro servicio es de call center, atención telefónica, adaptándonos a la necesidad de la empresa que nos contrate”, apuntó.
Actualmente, aseveró, la premisa es expandirse a nivel nacional, ya que también llevan a cabo el desarrollo de software y mantenimiento de sistemas. Siguen trabajando con la Cooperativa de Servicios de Oliva, pero quieren ampliar sus posibilidades.
“Tenemos un local donde trabajamos en forma independiente. Somos entre 15 y 20 socios, todos ciegos, y tres los fundadores: Julio Peralta, Bruno Broiero y yo”, describió Jusid, quien también contó que hay quienes han llegado desde otros puntos de la Provincia a trabajar a Inclutel, y se han instalado en Oliva.
“Nos cuesta expandirnos porque por ahí la gente no se anima a afrontar el desafío”, reconoció e insistió: “Somos la primera cooperativa manejada por personas con discapacidad. Lo importante es que cuando se habla de discapacidad se maneje realmente por personas que la tienen”. Además, puntualizó: “Nosotros tenemos la misma capacidad que tiene cualquier persona, me gusta valorar a la persona por su capacidad y no por su discapacidad”.
El mensaje que deja Jusid es claro. “Es importante valorar la capacidad, la discapacidad es una circunstancia”. Recordó que “la cooperativa de luz cuando nos acompañó en eso, nos dijeron que ellos valoraban el servicio, pero que debíamos conseguir otras empresas, que era un paliativo”. “Tenemos un contrato que nos permite vivir pero, estamos complicados como todo el mundo”, insistió el presidente de la cooperativa, de 32 años.
“Estamos carentes de recursos humanos. Hoy está todo muy complicado porque faltan recursos para poder solventar esa mano de obra calificada”, advirtió.
Consultado sobre si están conformes sobre la incursión en la economía social y solidaria, no dudó en decir que “yo lo recomiendo” porque “no teníamos trabajo, siempre se renegó con el tema del cupo de discapacidad; y hoy tenemos trabajo, más allá de que no tenemos grandes sueldos”.
“Hoy en día nosotros cobramos 8 mil pesos, y por cómo está la economía, es imposible pensar en el proyecto de vida”, advirtió sin tapujos, y resaltó que “nosotros hoy en día cobramos algo ínfimo a lo que cobra un call center”.
“Necesitamos un reajuste. Es importante que se sepa que estamos trabajando, subsistiendo”, recalcó.
Cuando nació Inclutel, medios de todo el país se hicieron eco. Al respecto, Jusid opinó: “La repercusión que tuvimos fue todo muy a destiempo, porque muchas notas, apenas aparecimos, fueron en enero, febrero, con medios grandes y la verdad es que la exposición por ahí es muy fugaz. En esa fecha la gente escuchó sobre Inclutel, pero en otros tiempos hubiera sido mejor”.
“Nuestra cooperativa es un gigante dormido. Ojalá en algún momento de la vida Inclutel sea una cooperativa de 200 socios y que la gente con discapacidad pueda encontrar acá un lugar para trabajar”, auguró.
La cooperativa nació porque sus socios fundadores se cansaron de reclamar inclusión laboral, que se respeten los cupos de discapacidad, entre otras cosas, con recursos de amparo incluidos. Sin respuesta a nivel municipal, provincial y nacional, comenzaron a manifestarse en las redes sociales y de a poco encontraron un espacio en la cooperativa servicios de la ciudad, donde les sugirieron organizarse en una call center y formar una cooperativa.
Hoy, son una realidad y esperan poder seguir creciendo.firma que nació por la lucha de tres vecinos de Oliva con disminución visual