Comenzó el relevamiento casa por casa de tres áreas de la ciudad en donde habitan familias sin ninguna constancia de la posesión de la tierra. La intención es que logren en una etapa final contar con la escritura
Diversas organizaciones sociales comenzaron a relevar a cerca de 300 familias que residen en tres puntos de la ciudad para que en una instancia final puedan llegar a tener la escritura de su vivienda. En todos los casos se trata de asentamientos que surgieron de ocupación de espacios o terrenos hace ya muchos años.
La novedad se da en el marco de un programa de Nación que es ejecutado por organizaciones populares y que fue presentado ayer por el municipio. El registro fue impulsado por las organizaciones Techo, Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie y aquellas nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Caritas Argentina y ANSES.
El intendente Martín Gill anunció el relevamiento junto a Pablo González, cabeza del Instituto Municipal de Vivienda y Lucas Pagliero, secretario de Descentralización Territorial.
El mismo se centrará en terrenos de barrio La Calera pegados a las vías del ferrocarril que fueron ocupados por decenas de familias durante la Intendencia de Eduardo Accastello – y que con el tiempo quedaron incorporados al barrio de la mano de la llegada de servicios-, en el añejo sector de Los Chaleses de barrio Las Playas y también en La Estrella en el mismo barrio, el que formaba parte de terrenos fiscales.
En los tres ámbitos habitan en total aproximadamente 300 familias, que presentan una situación irregular ya que ninguna tiene certificada su vínculo con la tierra en la que residen.
De acuerdo a lo señalado ayer por el intendente, solo en Los Chaleses hay algunas situaciones más formales. “Algunas familias esgrimen tener un documento pero es de poco valor”, indicó el mandatario, quien apuntó que en el origen del asentamiento en Los Chaleses existió una autorización del concesionario de ferrocarriles, tres o cuatro décadas atrás.
En lo que respecta a este último sector, el relevamiento se extenderá también más allá de Los Chaleses, comprendiendo un área que va desde el cruce ferroviario (donde están los galpones del ferrocarril) hasta pasando la zona de esos inmuebles, “porque hay asentamientos aislados”.
Rápido recorrido
Se comenzó el abordaje yendo “casa por casa”, según indicaron en la conferencia de la víspera. Son diez promotores que van con pecheras para ser identificados, y también intervienen dos coordinadores.
Por eso, Pagliero estimó que el recorrido necesario para recolectar la información “será rápido”, tal vez no extendiéndose más de un mes.
Se preguntará quiénes viven en cada hogar, si tienen empleo o no, dónde trabajan y en qué condiciones, la cantidad de niños y si perciben la Asignación Universal por Hijo, quiénes son los responsables de la unidad habitacional, si la vivienda es propia, prestada o alquilada (“ya que hay situaciones de esta naturaleza”) y el nombre del dueño, entre otros puntos.
De acuerdo a lo explicado, los promotores irán cargando los datos inmediatamente en una aplicación que llevan en su celular, lo que irá a Anses. Posteriormente, las familias recibirán un certificado de vivienda familiar, una constancia pública del Estado que indica que esa casa está destinada a un asentamiento de la familia mientras se sigue avanzando en el proceso de regularización definitiva de la tierra.
Gill advirtió que por estas situaciones precarias se generaron impedimentos para acceder, por ejemplo, al programa provincial Vida Digna, o para contar con los servicios y mucho más para poder conseguir un crédito.
Asentamientos en grupo
La historia de los tres sectores populares
– En julio de 2009 familias tomaron terrenos del por entonces barrio General Roca, hoy La Calera, como popularmente siempre se lo denominó.
Son manzanas situadas detrás del cementerio, al costado de las vías del ferrocarril entre las calles Arenales y Deán Funes, en la actualidad incorporadas totalmente al barrio, con viviendas que las distintas familias fueron construyendo. El municipio llevó los servicios al lugar. Eduardo Accastello, por entonces intendente, decidió no accionar contra los ciudadanos por este caso, asentado en terrenos del Estado nacional.
– “Estábamos ocultos”, dijeron vecinos de Los Chaleses de Las Playas a EL DIARIO en septiembre pasado, cuando se habilitó un vagón cultural y se inauguró una plaza.
Habitan allí alrededor de 40 familias, sin agua potable ni gas natural. Llegaron a estos inmuebles hace décadas y algunos tienen algún papel que los vincula precariamente a su techo.
– El otro caso es el de La Estrella.