Cuando días atrás comenzaron los trabajos en el patio de la señorial casona para la construcción de cocheras de la Asociación Española, se encontraron con una especie
Ante el hallazgo se paralizaron los trabajos que comprendían tareas en el suelo del patio del Deliberante. Intervino el director de Patrimonio Histórico, que dijo que visitó las viviendas vecinas y aventuró que no se trataría de un túnel
Escribe: Diego Bengoa
DE NUESTRA REDACCION
El inicio de las obras de la Asociación Española en el patio del Concejo Deliberante, cuya génesis había comenzado con enorme polémica por la avanzada hacia el patrimonio histórico, derivó en un peculiar hallazgo que hoy es motivo de análisis.
Los trabajadores de la construcción se encontraron en la vieja Casona Pereira y Domínguez con lo que sería un sótano, aunque no está descartado completamente que pudiera tratarse de un túnel, una teoría que al decir de varios historiadores tiene mucho de fábula y casi nada de sustento.
Ayer EL DIARIO estuvo en el patio de la sede del cuerpo legislativo y constató que el hallazgo ya no se puede ver.
“Al detectarse esta construcción que no sabemos de qué se trata, se decidió parar los trabajos, no se avanzó”, aseguró el presidente del Concejo Deliberante, José Carignano, a este matutino.
Explicó que ante la novedad se dio aviso a Patrimonio Histórico del municipio y luego se hizo presente en el lugar su director, el arquitecto Hugo Las Heras.
“Está elaborando un informe. Hay una creencia, un mito o una realidad que no le consta a nadie de que hay túneles en distintos espacios de la ciudad. Tengo entendido que no lo sería, sino que se trata de una especie de sótano para almacenamiento de mercaderías y demás”, apuntó el edil.
En tanto, ante la consulta de este medio, Las Heras precisó que se están investigando las características y circunstancias de lo encontrado, pero aventuró que no se trataría de un túnel.
En este marco, el funcionario hizo especial mención a la antigüedad del inmueble. “Todas las casas de esa época, en la que no había obras sanitarias ni llegaba agua corriente, tenían enormes cisternas”, destacó. “Sacaban el agua por canaletas de los techos, la llevaban a la cisterna y luego pasaba a un aljibe, de donde tomaban y sacaban el agua. Ya encontramos una enorme cisterna en la casa del frente al Deliberante, después también en el Instituto San Antonio”, graficó.
El especialista añadió que además es posible que se trate de un sótano usado para el almacenamiento de alimentos, “porque la temperatura en los mismos era de 15 grados menos que arriba, lo que les servía como heladera familiar”.
El entrevistado especificó que como no existía el hormigón armado “se hacían con ladrillos como si fueran bóvedas redondas, como si parecieran túneles”.
Tras la noticia, Las Heras dijo que concurrió personalmente a visitar casas vecinas del Concejo Deliberante, entre ellas la Clínica de Especialidades, ubicada en calle Corrientes.
Ese centro asistencial “tiene un subsuelo, por lo que si hubiera salido un túnel teóricamente hacia la plaza (San Martín) y la iglesia Catedral, al momento de la edificación de la clínica se hubieran encontrado con esto, porque estamos hablando de que lo que se vio en el Concejo está a solo 50 centímetros abajo”.
“Nadie halló nada en los alrededores” del Deliberante, afirmó ante la pregunta. Y agregó que “aparentemente la bóveda que se encontró terminaría justo en la medianera”, lo que a él le da la pauta de que sólo se trata de un sótano de la propia residencia. “No hay nada fuera de sus límites”, recalcó.
El arquitecto no dudó en señalar que “hay muchas fábulas” en torno a los supuestos túneles villamarienses. “He restaurado la Capilla del San Antonio, he estado en la Catedral por muchas cosas, he visto otras construcciones y nunca encontré un túnel. Los túneles estaban porque luchaban ejércitos en el medioevo, por escape de invasiones, por otros motivos, pero en estas propiedades de 1890, del 1900, no había nada que temer como para construirlos”, mencionó. También rechazó la hipótesis de que pueda haber sido desarrollado cuando comenzó a funcionar allí el Obispado, en la década del 50. “A esa altura, el obispo no iba a mandar a construir un túnel. Se podría pensar que lo hicieran para llegar a la Catedral, pero no en esa época”, interpretó.
Y haciéndose eco de la creencia popular, manifestó: “Dicen que hay un túnel que sale de Casa Sobral, otro del San Antonio, pero nunca nadie dijo que pudo caminar por un túnel 30 metros, 40 metros”.
Sea lo que sea
Lucirlo
El presidente del Concejo Deliberante José Carignano anticipó que “fuera lo que fuera creo que habrá que preservarlo”.
En tanto, Las Heras consideró que “sean bóvedas, sótanos o una cisterna, de todas maneras es sumamente valioso” el hallazgo.
“Además es una construcción muy linda, porque no había hormigón armado”, agregó.
Dijo que “la idea es que se luzca, se puede abrir y arriba poner un acrílico para que pueda verse, como en el Museo Bicentenario de Buenos Aires, o en la cripta que hay en Córdoba”.
Una casona familiar
Historia
Según el relevamiento del Patrimonio Histórico de la ciudad, la construcción de la señorial casa en donde hoy sesionan los concejales data de 1884.
Se la designa Casona Pereira y Domínguez, en referencia a quienes la hicieron construir y que la utilizaron como su vivienda particular. Cabe recordar que Pereira y Domínguez fue asesinado frente a esta misma residencia.
Luego tuvo otros fines: a partir de 1956 fue sede del Obispado de Villa María; en 1981 albergó a la Biblioteca Popular y Municipal Mariano Moreno y en 1983 se convirtió en el espacio del órgano parlamentario.
Fue declarada patrimonio histórico en 1993.