En la UNVM
A partir de desechos de las industrias láctea y pesquera, se intenta desarrollar un compuesto que proteja los nutrientes en los alimentos y agregue a los mismos otros importantes valores
A través de derivados de la industria láctea y pesquera intentan obtener un biopolímero capaz de “proteger” los nutrientes en alimentos favoreciendo una plena absorción en nuestro organismo.
La investigación es llevada adelante por el becario de Conicet, Joaquín Arata Badano, en el marco de su tesis de doctorado en Química.
El trabajo se titula: “Desarrollo y caracterización de nuevos biopolímeros a partir de subproductos alimentarios para su aplicación en la encapsulación de agentes bioactivos como aditivos de alimentos funcionales”.
El principal objetivo consiste en desarrollar nuevos biopolímeros a partir de desechos de la industria alimenticia, como lo son el lactosuero, en el caso de la industria láctea, y el exoesqueleto de crustáceos, de la industria pesquera, como una forma de valorización de los mismos.
Intentan obtener dicho compuesto capaz de adicionarse a productos tales como la leche o jugos.
Además de proteger los nutrientes del alimento, se intenta que le otorgue un valor agregado, obteniendo así un alimento funcional.
En cuanto a la composición nutricional de los alimentos, el becario señaló que no todos los nutrientes que ingerimos llegan a ser absorbidos. Un factor que impide la absorción es la degradación por causa de las condiciones del sistema digestivo.
Protegiendo los nutrientes
“La idea es diseñar un nuevo material para proteger los nutrientes, pero que no se limite solo a eso, sino que también pueda, por ejemplo, sumar capacidad antioxidante al alimento”, especificó.
En relación a las etapas del estudio, comentó que en la actualidad “ya se obtuvo el polímero requerido, se purificó y se caracterizó en función a su composición química”. Posterior a este procedimiento resta utilizar el polímero para encapsular aditivos a través de un secado por aspersión, para luego evaluar si las propiedades arrojadas cumplen con los requerimientos para su aplicación.
“Trabajamos con sobrantes de industrias alimenticias sacando provecho de un subproducto dándole valor agregado con una modificación química. De esta forma se realiza también una contribución medioambiental”, apuntó Badano.
La investigación es dirigida por la doctora y docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, Mariana Montenegro y co-dirigida por el doctor Darío Falcone de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
Además colaboran investigadores de distintas líneas de trabajo que se llevan a cabo en la UNVM y otras universidades nacionales.