Cuenta la historia que hace más de 500 años, Iván “el Terrible” fue un colonizador temible que inició la época de los “zar” que originó el Estado ruso y mantuvo su reinado por cinco siglos, hasta que fue destronado por el régimen bolchevique, en el siglo pasado. Y, salvando las distancias y en un juego de palabras, Iván Pessuto, el juvenil de 17 años que, al igual que Nicolás Delsole, fue ganando admiración desde muy joven en las inferiores del club fortinero, resultó una aparición terrible para la defensa de Banda Norte, en Río Cuarto, anotando un gol impresionante.

El reloj marcaba 46 minutos, el entrenador Hugo Mattea ya se la había jugado por el pibe para el último cuarto de un cotejo igualado ante la merma de atacantes (a saber, suspendido y lesionado Martínez, remplazado Delsole -no llegó en plenitud a raíz de un golpe que sufrió el pasado miércoles- y un Buter agotado, sin el ritmo de partidos ideal para el momento). Por lo que apareció Iván, romperredes de la clase 2000 de All Boys en el baby e hincha de Alumni, e hizo lo que mejor sabe: encarar hacia el arco. Y así fue. Recibió la pelota en la zona media y con toda la energía de su juventud, empezó una carrera tremenda hasta el arco rival ante un rival descoordinado y, frente al arco, definiendo con exquisitez, para darle un triunfo preponderante al Fortinero en sus aspiraciones de sostener la categoría.

Y tal vez los hinchas se quedarán con esa imagen, la de su primer gol, el de la victoria (2-1) agónica pero, en la intimidad, Mattea –que lo festejó con todo- también se colmó de satisfacción; es que, poquitos saben que días atrás, en la Placita, finalizada la práctica de fútbol, el propio técnico se quedó con Pessuto, a un costado, enseñándole movimientos, coordinaciones, los dos solos y después con un marcador. Es decir, evocando a su docencia, se tomó el tiempo para brindale aprendizaje y confianza al joven atacante, y este juego tiene la virtud de que, cuando la realidad es ultra complicada, brindarte esas señales de satisfacción, que alimentan el corazón.

En breves declaraciones a Radio Show tras el partido, el propio Pessuto reconoció que anotó “un gol que soñé todas las noches, desde que conoció que iba a venir a Río Cuarto”.

“Lo festeje con todo el corazón”, remarcó a continuación y detalló su gol: “la agarré de atrás de mitad de cancha, le metí para adelante y por suerte logré el gol, que es todo lo que soñé y por lo que entrené en las últimas semanas”.

“Desde afuera me decía que buscará el espacio, que la pelota me iba a llegar ahí y se logró”, indicó, ante las indicaciones que recibió al ingresar en un momento muy difícil del partido, con el 1 a 1 que parecía inamovible.

“Hace una semana que debuté y desde el lunes, sabiendo que iba a venir a jugar acá, soñaba cada noche con este gol, gracias a Dios lo tuve y estoy muy feliz”, repitió a continuación y, previo a subir al colectivo, le dedicó al gol a “mi papá, toda la familia y mi novia”, con una sonrisa amplia en su rostro, porque internamente sabía que fue su “noche”, la que imaginó decenas de veces en las noches previas.