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Josefa Negro transita sus 104 años cocinando, tejiendo y rezando

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Josefa Negro transita sus 104 años cocinando, tejiendo y rezando
Josefa festeja hoy 104 años, que lleva con un espíritu envidiable

 Llegó a esa edad el pasado miércoles y goza de una vitalidad que contagia. “Mi vida fue normal, trabajando, luchando, como todas las mujeres”, resumió

Josefa festeja hoy 104 años, que lleva con un espíritu envidiable
Josefa festeja hoy 104 años, que lleva con un espíritu envidiable

A Josefa Negro le gusta cocinar, tejer al croché y rezar. Así pasa sus días esta bella santafesina que el pasado miércoles cumplió 104 años y que rodeada de familiares los festeja hoy.

Nació en María Juana, provincia de Santa Fe, pero transcurrió la mayor parte de su vida en Los Zorros. Hace 25 años llegó a Villa María. “Mi vida fue normal, trabajando, luchando, como todas las mujeres”, resumió, como si se pudiera sintetizar en 10 palabras más de un siglo de experiencias.

Josefa sonríe y se muestra vigorosa. “Siempre me gustó trabajar, esta mañana me levanté a las 9, antes sí me levantaba más temprano”, contó, quien lleva un anillo, pulseras y reloj, un collar y aros. Impecable.

“Hice tambo, hice todos los trabajos que se pueden hacer en el campo, cosí mucha ropa también, para novias y para la familia”, agregó sobre cómo se ganaba la vida, y volvió a insistir en que todo fue “siempre luchando y trabajando”.

“A veces dormía solo cuatro horas para salir adelante, siempre para poder tener un peso”, lanzó con un hablar sosegado.

Cuando Josefa recibió a EL DIARIO, estaba cocinando unos bifes a la plancha. “Sí, cocino siempre yo”, rió, y reiteró: “Con 104, estoy siempre en la cocina”.

“Mirá, aquello -señala con el dedo hacia arriba la puntilla de una cortina- lo hice yo y, como eso, hago muchas cosas… Mirá, eso también”, repasó, sobre sus cualidades para tejer apuntando al mantel que viste la mesa.

Cuando Josefa tiene tiempo libre, sólo le gusta rezar. “Cuando tengo unas horas libres voy a rezar. Trabajo, lucha y rezar. Agradezco y pido para uno y para otros. Para mí y para toda la gente, para todos los que me quieren y me aprecian”, describió.

Está rodeada por sus 3 hijos, 8 nietos, 14 bisnietos y 4 tataranietos. “Son todos muy cariñosos, muy buenos”, afirmó.

-Josefa, ¿cómo anda de salud?

-Y… tengo mis cosas. Tuve hepatitis, por ejemplo, pero gracias a Dios, estoy acá. Pero nunca me cuide de una manera especial para llegar a esta edad. Si Dios me da vida, sólo quiero seguir grande como estoy, pero con 104 años no puedo esperar tantas cosas, lo que puedo hacer lo hago, lo que no puedo, no lo hago”.

Así de simple es para Josefa.