Ante la propuesta del municipio, eligieron barrio e institución a intervenir y llegaron dispuestos a dar y recibir. Así, identifican problemáticas y crean vínculos con la comunidad
Unos 150 adolescentes y jóvenes que cursan estudios secundarios decidieron poner manos a la obra para ayudar a otros mediante intervenciones comunitarias, en el marco del Voluntariado Joven que impulsó la Municipalidad local.
El programa arrancó hace tres meses, según explicaron a EL DIARIO la secretaria de Inclusión Social y Familia, Claudia Arias, y la directora de Niñez, Adolescencia y Familia, Valeria Caleri, quienes señalaron que el eje fue “volver a provocar el compromiso y la participación social en la escuela y en el barrio” en que están insertos.
“Básicamente, se los escuchó, para que pudieran expresar y decir lo que sienten y lo que pueden hacer, proponer ideas y ver adónde llevarlas a cabo”, indicó Arias.
De esta manera y una vez presentada la iniciativa en todas las escuelas de Nivel Medio, decidieron llevar adelante sus ideas los alumnos y alumnas de los IPEM Nº 147 Manuel Anselmo Ocampo (ex-Comercial), IPEM Nº 56 Abraham Juárez de barrio San Martín, IPEM Nº 275 Colegio Nacional e IPEM Nº 99 Rosario Vera Peñaloza de barrio Las Playas.
El Ocampo motorizó dos iniciativas. Una se desarrolla en el salón de la Iglesia Evangélica que se encuentra en barrio La Calera, donde efectúan talleres deportivos, de acompañamiento escolar, culturales y de panificación con niños, niñas y adolescentes de ese sector. La otra refiere a campañas de concientización sobre la importancia de eliminar obstáculos para que las personas con discapacidad puedan manejarse por la vía pública sin dificultades. Lo hacen junto a la Escuela Especial Nº 20, institución con la cual también buscan constituir una murga.
Por su lado, los estudiantes del Abraham Juárez apostaron a trabajar en el Centro Vecinal Bello Horizonte, adonde llegaron para desarrollar talleres culturales y deportivos. Asimismo, llevan adelante talleres de acompañamiento escolar para quienes cursan en las escuelas primarias Nicolás Avellaneda y Juana Manso.
Mientras, los adolescentes del Colegio Nacional intervienen el Jardín de Infantes Juan Carlos Mulinetti, creando murales alusivos a los derechos de la niñez, pintando íntegramente el patio, reconstruyendo los juegos y los cajones de arena, armando una huerta y construyendo la tapia que divide el jardín de la primaria. Todo esto en el marco de compartir talleres, merienda y juegos con los más chiquitos.
En cuando al Vera, los chicos trabajan con quienes residen en el ex-Hogar de Ancianos. Allí impulsan talleres de manualidades y folclore, trabajos con materiales reciclados y la construcción de un mural. Lo hacen junto a un grupo de la Escuela Rivadavia que se sumó con talleres de lectura y escritura, así como juegos e intervenciones culturales.
Arias y Caleri indicaron que todos los proyectos se encuentran avanzados. De hecho, el plazo previsto fue de cuatro meses. De esta manera, los adolescentes identifican y conocen las problemáticas de la comunidad.
La titular de Inclusión sostuvo que los jóvenes “tienen necesidad de ser escuchados y participar” y subrayó que todas estas intervenciones “no se logran sin el compromiso docente”.
Remarcó la decisión política del intendente Martín Gill de impulsar el Voluntariado y precisó que todo se planificó con los docentes.
Cabe destacar que fueron los propios jóvenes quienes eligieron las instituciones y sectores para trabajar.