
La instancia provincial que se llevó a cabo ayer con la organización del Instituto El Caminante y la UNVM mostró un nivel productivo en torno al tema del Bicentenario

¿Qué se siente al hacer filosofía? La pregunta no es cómo se hace, sino qué se siente, qué despierta en las personas el hacer filosófico. Una excelente oportunidad para buscar la respuesta se presentó ayer en la instancia provincial de las Olimpíadas de Filosofía de la República Argentina, organizadas por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), cuya escuela sede fue el Instituto El Caminante, con la colaboración de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).
La propuesta concretada en la víspera permitió vislumbrar que nada detiene a los jóvenes filósofos que elaboran ensayos y diálogos cada año con el mismo y renovado entusiasmo.
“Participar de las Olimpíadas de Filosofía es un desafío a un encuentro personal, a un replanteo de la realidad, a convivir en un espacio y tiempo con otro como yo, la reflexión se hace así presente proporcionando una experiencia muy enriquecedora”, manifestó Graciela Taborda del IPEM 317 San José de Calasanz de Mendiolaza.
Desde Alta Gracia, las profesoras Alejandrina Cuquejo y Ana Saully de la Escuela Normal consideraron que el encuentro en Villa María “fue una experiencia enriquecedora para los estudiantes y docentes, una jornada de diálogo filosófico”.
“Las temáticas de este año revisten actualidad e interrogan sobre el hacer docente, los trabajos de los chicos nos interpelan, nos invitan a pensar, a pensarnos”, apuntaron las educadoras.
Cabe recordar que la temática de este año fue “El Bicentenario: tensiones entre tradición, progreso, herencias y emancipación en el mundo del trabajo, la educación, la ciencia y la tecnología”.
“Mi seudónimo es Nemo, vengo de un pequeño pueblo llamado Tancacha y es mi primera experiencia en las Olimpíadas de Filosofía. Mi ensayo se titula ‘Discurrir’, habiendo elegido el tema de educación para desarrollar. A lo largo de él expreso mi voz viva y mi deseo anónimo de ver una educación como potenciadora de capacidades. Con maestros como guías que alienten, que generen en cada educando la posibilidad de crear, pensar por sí mismo, tener sentido crítico y ser verdaderamente libres de pensamiento ante lo impuesto”, sostuvo uno de los estudiantes que participó de la iniciativa.
“Fue un gran crecimiento ver que tantos jóvenes nadan contracorriente. Jóvenes que piensan, reflexionan y critican la realidad en la que vivimos. Me llevo el recuerdo de que nunca estamos solos para cambiar un pedacito de realidad. Nunca estamos solos en esta locura de la filosofía”, subrayó Nemo.
“La jornada fue excelente por la disposición de todos; los jurados, algunos con mucha experiencia, otros estrenando este rol, pero unidos por un compromiso y una tarea difícil sin dudas, esta de elegir los trabajos que representarán a la provincia en Tucumán. Este año acompañaron la instancia los profesores Eduardo Marzolla, Sergio Chius, Fernanda Balma, Carla Sigotto y Mariana Ocampo, a todos ellos muchas gracias”, destacaron los impulsores del evento.
Marzolla expresó que “la actividad que desarrolla el Instituto El Caminante referida a la reflexión filosófica es clave para el desarrollo de la conciencia crítica de los jóvenes, aspecto de la educación indispensable para su formación”.
“Por ello, felicito a su directora Ingrid Becco y agradezco su invitación para integrar uno de los jurados de las Olimpíadas de Filosofía”, dijo el reconocido pedagogo local.
Experiencia gratificante
En cuanto a las características del certamen, es importante remarcar que los jurados desconocen quiénes son y a qué colegios asisten los participantes. Todo ello para garantizar la transparencia.
El alumno cuyo seudónimo fue Tetelynch apuntó: “Esta fue una experiencia gratificante, liberadora en cierto punto (más aun luego de exponer el ensayo), la sensación de poder expresar un punto de vista, las devoluciones convirtieron al lugar en un ambiente confortable donde reina la pasión por el saber. Conocer jóvenes que se interesen, no buscamos encasillarnos, sino romper etiquetas y aprender cada día más sobre el mundo y sobre nosotros mismos”.
Los seudónimos son elecciones relacionadas con algo que los impactara, así el alumno José Molina Zarza del IPEM 317 cuenta que eligió Tato Bores, porque le dicen Tato, y al investigar sobre el humorista, le parecieron tan interesantes los análisis políticos que optó por homenajearlo de esta manera.
”Hoy se realizaron las Olimpíadas de Filosofía; al principio me puse muy nervioso porque me cuesta hablar en público, pero conocidos me animaron a continuar y me di cuenta de que jamás podría romper mis miedos si no los enfrentaba. Pude conocer la hermosa Universidad de Villa María y conocí a personas divertidas e interesantes. Todo esto me ayudo a hablar en público, a mejorar mi capital. Nunca es tarde para seguir aprendiendo, superarte y descubrir tu capital”, dijo el joven filósofo.
También estuvieron presentes alumnos de Los Surgentes y de Río Cuarto; entre los locales, el alumno Stéfano Trento del Instituto Manuel Belgrano dijo: “Fue una grata experiencia haber participado de las olimpíadas y compartir mi escrito, al mismo tiempo que nos enriquecimos escuchando a los demás ensayos. Los ejes y temas abordados resultaron sumamente interesantes y el análisis desarrollado de cada uno de ellos tuvo un enfoque hacia la realidad, lo que lo hizo más entretenido”.
El IPEM 121 Gobernador Justo Pastor Páez Molina de Córdoba capital también participó del encuentro y su profesora compartió un pensamiento de Paulo Freire: “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”.
“De eso se tratan las Olimpíadas de Filosofía, el espacio donde disfrutamos de las producciones de jóvenes y en las cuales aprendemos de sus percepciones de la realidad”, remarcó.
Los alumnos que expresaron sus ideas participaron del Nivel II – Ensayos filosóficos, los alumnos del Nivel I que realizaron diálogos filosóficos son los más pequeños.
“En esta categoría se hace imprescindible felicitar a las alumnas del Instituto El Caminante que pasaron a la instancia final nacional en Tucumán, Nadia Fabre y Agostina Torres; en segundo lugar, Rocío Córdoba y Candela Martínez y a Luisana Guzmán y Juliana López por su valiosa participación”, manifestaron las fuentes consultadas por este matutino.
Este mosaico de opiniones refleja la diversidad pero también la posibilidad de pensar a título personal, con autoría propia, que refleja de alguna manera la intención de las jornadas de ayer.
Dinámica posible
Para cerrar, la representante de la Universidad de Tucumán, Griselda Arué Ocampo, consideró: “La experiencia de las Olimpíadas de Filosofía siempre deja una gran satisfacción, de ver que otras dinámicas son posibles, que los alumnos pueden tener un papel activo en el proceso de su aprendizaje , que pueden recobrar el lugar de hablantes y argumentadores por sus posiciones. Los adultos nos convertimos en escuchas y eso también da lugar para descubrir otra realidad”.
“Los estudiantes piensan (ya que no hay que enseñarles a pensar, basta con darles herramientas y el espacio para hacerlo), piensan reflexivamente, piensan críticamente, están interpelados por su realidad cotidiana”, precisó Arué Ocampo.
“Los autores tradicionales bajan de su trono de palabras sagradas para convertirse en herramientas de reflexiones originales, actuales”, argumentó la referente de la UNT, antes de concluir que “esto es lo que nos brindan estas olimpíadas: reflexión, diálogo entre adolescentes y jóvenes, y a nosotros docentes aprender de los chicos y reflexionar también sobre otras posibilidades de enseñanza”.