El defensor actuó en el Argentino A para el Fortinero hace cinco años. Se nacionalizó boliviano y fue convocado por el técnico Marcelo Soria para la doble fecha de marzo
En 2012, cuando llegó al plantel de Alumni, se mostraba como un defensor veloz, de buena técnica y trabajador silencioso. Jugó algunos partidos, uno muy bueno, en San Francisco, pero no llegó a consolidarse.
Precisamente, venía de Sportivo Belgrano y tenía pasado en Racing e Instituto, ambos de Córdoba.
Maximiliano Ortiz terminó pasando sin pena ni gloria para el Fortinero, aunque nunca dejó de buscar su futuro.
Su destino fue Bolivia. Y hoy juega en el Blooming de ese país, donde se destacó como volante por afuera, tanto que hasta fue convocado por el entrenador Marcelo Soria para jugar las Eliminatorias, donde será rival nada menos que de Argentina.
Sí, en menos de cinco años, Ortiz pasó de pelear por no descender con Alumni a pensar en cómo marcar a Messi, Higuaín y compañía. Un salto formidable.
Rulo, criado en el humilde barrio San Luis de Francia, surgió en Las Flores, pasó por Talleres y Belgrano, se soltó en Instituto y luego le tocó deambular por categorías menores, con Sportivo, Racing y Alumni.
En el equipo villamariense formó parte del plantel conducido por Héctor Arzubialde, construyó su camino en Bolivia desde 2014, cuando arribó al Nacional Potosí. Un año después pasó al San José de Oruro, donde nuevamente tuvo una buena performance.
En 2016 se convirtió en refuerzo de Blooming de Santa Cruz de la Sierra. Y allí pasó a ser jugador de elite del vecino país hasta entrar en la consideración de Soria, que pretende hacer un recambio en el seleccionado verde tras la partida del villamariense Angel “Pelusa” Hoyos.
Soria incluyó a Ortiz en una lista de 23 futbolistas que se prepararán en microciclos de entrenamiento para los compromisos frente a Colombia (23 de marzo en Barranquilla) y contra Argentina (28 de marzo en La Paz).
“En este camino todo me ha costado el doble. Tuve muchos tropezones, pero uno aprende a levantarse y seguir. Y más allá de todas las circunstancias que me tocó afrontar, nunca bajé los brazos y luché por mi sueños”, confesó Ortiz al diario La Voz del Interior.
“Mi abuelo es español y mi abuela era del límite de Salta y Bermejo. Tenía nacionalidad boliviana. Gracias a eso pude hacer los papeles. El trámite lo hice antes de venirme a Bolivia”, agregó.