Alumni fue superior al puntero Estudiantes, en Río Cuarto, pero desperdició varias situaciones de gol y terminó sumando un punto que lo dejó más complicado

Escribe: Juan M. Gorno

Alumni jugó anoche como para clasificar, pero estuvo tan peleado con el gol que terminó volviendo con un punto que no lo convenció demasiado en el clásico ante el puntero, Estudiantes, en Río Cuarto.

El 0 a 0 “castigó” la falta de contundencia del equipo villamariense, justo en la mejor versión colectiva desde que llegó el entrenador Jorge Peñaloza.

Precisamente, el “Chacho” pareció dar en la tecla con su propuesta, ya que armó -sin los dos centrodelanteros como la semana pasada- un dispositivo que le permitió al equipo tener el balón y adueñarse del partido, siempre y cuando las piezas no se desarmaran con el correr de los minutos.

Para su tranquilidad, Alumni fue superior en gran parte del encuentro, con mayor intensidad en la recuperación de la pelota y claridad para generar juego desde la mitad de la cancha.

Creciendo desde el pie, la línea de volantes villamariense impuso el ritmo porque tuvo movilidad y porque César Ariel Quiroga, el eje del centro del campo, fue más cerebro que nunca, más allá que Estudiantes ni siquiera batalló seriamente en su zona.

Clasificado hace dos fechas, el “Celeste” intentó jugar para su gente, pero de manera parsimoniosa, sin cambio de ritmo en ataque, y si generó situaciones de gol fue porque Andrés Aimar tiene un guante en el pie derecho y en un par de oportunidades dejó a sus compañeros en buenas situaciones ofensivas.

Sin embargo, al fuego interior, al ímpetu, al juego y al corazón los puso Alumni, a quien le faltó algo tan o más importante: la eficacia en el arco contrario.

Es que los fortineros fueron en búsqueda del grito sagrado y, sobre todo en el segundo tiempo, gestaron situaciones como para ganarlo, algunas muy claras, pero por una cosa u otra todas se fueron dilapidando.

Si bien Estudiantes -con varios jugadores con pasado en Primera división, a pesar de un par de ausencias importantes- fue un rival apático, que no tuvo la misma urgencia y que por ello apostó poco, Alumni se ocupó de plasmar en la cancha algo más agresivo en todo sentido.

Esto se verificó desde temprano, en el primer tiempo, a pesar que daba la sensación que Estudiantes, con algunas pinceladas del hermano del “Payaso”, podía complicar la historia.

Desconocidos

Juan Aimar y Leandro Martínez fueron casi siempre las grandes figuras del equipo villamariense en la temporada, sobre todo por la cantidad de goles que convirtieron.

Anoche ambos tuvieron un buen partido desde la lucha y la búsqueda, pero les tocó justo la racha negativa, el costado más lamentado. Esta vez se les cerró el arco.

En el primer tiempo, Aimar perdió un mano a mano con el arquero Adrián Peralta, que salió a apurarlo. Y más tarde Martínez recibió un centro, la bajó en el área, eludió a un rival y sacó un tiro a colocar que salió desviado.

Además de estas situaciones, Alumni generó otra clara en el primer tiempo, con un remate de Franco Gozzerino que pasó cerca del ángulo superior izquierdo.

Los lamentos continuaron en el segundo tiempo, más allá que Peñaloza debió sacar a Garraza (por lesión) y rearmó la estructura en el medio con el ingreso de Gastón Kranevitter.

Nada cambió. A los 10’, Martínez le pegó al lado del palo, tras un centro pasado, y a los 19 vino la más increíble: Martín Cabrera se la regaló a Juan Aimar, quien quedó muy solo y, en lugar de definir, prefirió dársela al nueve, que remató, pero tapado por un rival.

Otra similar tuvo Martínez, dos minutos más tarde, como para acentuar que la noche no iba a ser de Alumni. Y tampoco fue de Estudiantes, que no respondió nunca con ataques certeros y por lo general corrió mal en el retroceso defensivo.

Un tiro libre regalado adentro del área y un remate de Valle arriba fueron también parte del gran número de ocasiones desperdiciadas, incluso cuando estuvo en cancha Federico Depetris y cuando Alumni ahogaba a Estudiantes hasta el final del partido. Y ese final llegó con lamentos por el lado del visitante, ya que parece que no alcanza con sumar de a uno, mientras Estudiantes se fue silbando bajito, cerrando rápido el capítulo.

Así es el fútbol. En los dos clásicos, Alumni fue superior al «Celeste» y, no obstante, partido a partido, el propio equipo fortinero aprendió, íntimamente, que la suma de errores te lleva al sufrimiento.

La figura:

César Quiroga: Fue el cerebro de Alumni y lo más claro a la hora del juego. Se sacrificó en la recuperación e hizo jugar a la línea de volantes.

El árbitro:

Maximiliano Reynoso: Cometió un grueso error sobre el final del partido al no cobrar penal, una clara falta a favor de Alumni (terminó pitando tiro libre indirecto).

Posiciones

ZONA 12

Equipos        Pts.     J          G         E         P         Gf        Gc

Estudiantes (Río Cuarto) (x)         35       19       9         8         2         33       21

Racing (Cba.)(x)       33       18       8         9         1         25       18

Tiro Federal (Morteros)      29       19       7         8         4         18       9

Sarmiento (Leones) 26       18       7         5         6         20       21

Alumni (Villa María)        26       19       7         5         7         20       22

San Jorge (Santa Fe)           25       18       6         7         5         22       18

Las Palmas (Cba.)    25       18       6         7         5         19       20

Arg. Peñarol (Cba.)  23       18       5         8         5         19       18

Juniors (Cba.) (xx)   18       19       3         9         7         21       30

Atenas (Río Cuarto) (xx)    16       19       3         7         9         17       24

Alianza (C. Moldes) (xx)     12       19       3         3         13       20       33

(x) Clasificaron a la siguiente instancia. (xx) Descendieron al Torneo del Interior o Federal C.