Se está llevando a cabo en la Cámara del Trabajo de Villa María un juicio laboral en el que se denuncia a un comerciante no solo por registrar irregularmente a sus empleadas, sino también por graves situaciones de maltrato
“Negras”, “cabezas”, “inútiles” y “mal vestidas” son algunos de los insultos que escuchaban a diario, según la denuncia, las trabajadoras de una mueblería ubicada en el bulevar Alvear.
Dos de esas empleadas, Natalia Gayoso y Noemí Coria, con el patrocinio letrado del abogado laboralista Diego Sobrino, se animaron a denunciar tal situación, por lo que se está sustanciando en Villa María un juicio laboral por mobbing o maltrato en el trabajo.
Sobrino explicó a EL DIARIO que Gayoso y Coria “iniciaron la demanda en contra de Distribuidora La Gioconda SRL, con domicilio en bulevar Alvear 615, por dos razones: por un lado, defectos en la registración, ya que fueron registradas en una fecha posterior a la real, percibían sobresueldo en negro sin registrar y no se les abonaban horas extras; y por el otro, por los permanentes malos tratos recibidos por parte del señor Roberto Ansalone, representante de la SRL demandada”.
La demanda fue avanzando y actualmente están en la etapa de audiencias en la Cámara del Trabajo de Villa María.
En esa instancia ocurrió un hecho inusual, dado que el camarista Marcelo Salomón, quien preside las audiencias en esta causa, elevó a la Fiscalía un pedido para que se inicie una investigación penal por “falso testimonio” contra una de las testigos de parte de la empresa.
Pericias
Es importante señalar que para llegar a la instancia en la Cámara del Trabajo, se estuvieron receptando pruebas y se practicaron pericias.
Sobre el resultado de las pericias psicológicas llevadas a cabo a las dos mujeres, Sobrino dijo que “fueron contundentes”.
“En la pericia de Gayoso se concluye de la siguiente forma: ‘Considero que la actora padece daño psicológico, el cual se manifiesta en una alteración psíquica del carácter neurótico con rasgos obsesivos, como así también padece daño moral (tiene vivencia de alteración, de dolencia, de psíquica desconocida y nueva, sentimientos de angustia, miedos de los cuales es consciente, percepción consciente del perjuicio o sufrimiento’. Por su parte, en la pericia de Coria se determinó que ella ‘fue maltratada en su ámbito laboral, maltrato también llamado mobbing… y fue sometida a exceso de responsabilidad y tareas, por lo cual sufre agotamiento físico y mental, del que deriva una depresión. De tal manera que se deteriora su autoestima y fue perdiendo sus capacidades laborales, especialmente sus aptitudes cognitivas. Hoy nos encontramos con una sombra de lo que fue la señora Coria’”, citó el letrado, leyendo los resultados de ambas pericias.
Audiencia
Cabe señalar que el 25 de julio último se realizó la audiencia para receptar los testimonios de las empleadas y de la empresa. Sobrino citó a varios testigos, principalmente, exempleados de la firma.
“Comenzaron con los testimonios de Gisela Maldonado y María Elisa Piovano (exempleadas de la firma), quienes coincidieron en declarar sobre el permanente hostigamiento por parte de Ansalone hacia los empleados”, indicó.
Agregó que ambas dijeron que era “una costumbre” de Ansalone manejarse a los gritos y que era “maleducado”. “Ellas plantearon que les decía ‘mal vestidas’, ‘gordas’, ‘negras’, ‘cabezas’ y que se dirigía a ellas a los gritos, diciéndoles que ‘movieran el culo’, para instarlas a que vendieran más”, expresó.
También testimonió Mary Ahumada, “quien declaró muy angustiada, llegando por momentos a derramar lágrimas”, precisó Sobrino.
Dijo que “luego de trabajar para la demandada terminó en el psiquiatra y que Ansalone se refería a ella diciéndole que era inútil, gorda, estúpida. Que luego de los malos tratos jamás pedía disculpas, que Ansalone les decía que ellas eran todas locas”.
También se presentaron a declarar los testigos de la empresa. Una de ellas, Marilena Anino, exempleada administrativa, manifestó que jamás había presenciado malos tratos por parte de Ansalone hacia los empleados.
“Frente a eso, el vocal de Cámara, Marcelo Salomón, ante la evidente contradicción con el resto de las declaraciones, la envió nuevamente al cuarto de testigos, a fin de que reflexionara sobre la declaración que estaba prestando, mientras en la sala se seguían tomando declaraciones”, informó Sobrino, reseñando los detalles de la audiencia.
Uno de los testimonios que prosiguió tras la declaración interrumpida de Anino fue el de Ezequiel Romero, quien dijo que Ansalone se manejaba a los gritos para con los empleados, que a las mujeres les gritaba que “movieran el culo” y que dicho trato era habitual cuando Ansalone se encontraba en la mueblería.
“Dijo también que una vez él mismo enfrentó a Ansalone porque vio a la señora Coria arrodillada, llorando, rogándole a Ansalone que la perdonara”, dijo Diego.
En ese estadio, el juez volvió a llamar a Anino y se procedió a realizar un careo con Romero, quien ratificó la versión de los malos tratos, mientras que la mujer también se mantuvo en su postura.
“Fue entonces cuando el juez Salomón le devolvió el documento a la testigo, haciéndole saber que se correría vista a la Fiscalía de lo acontecido solicitando la imputación por falso testimonio, ya que sus dichos en nada coincidían con los otros receptados”, informó el letrado.
Si no se llega a un acuerdo de partes, se realizará la próxima audiencia en la que sumarán documentales requeridas por el Juzgado y se escucharán los alegatos de las partes, para luego concluir con la sentencia que determinará si hubo mobbing o no.