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Para la AGN, el Eninder incurrió en múltiples irregularidades

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Para la AGN, el Eninder incurrió en múltiples irregularidades
La cubierta del Anfiteatro, una de las obras que fueron auditadas y que queda muy cuestionada

Manejó fondos millonarios a discreción y casi sin control, con contrataciones directas y sobreprecios

La cubierta del Anfiteatro, una de las obras que fueron auditadas y que queda muy cuestionada
La cubierta del Anfiteatro, una de las obras que fueron auditadas y que queda muy cuestionada

“La modalidad de la gestión de los fondos nacionales transferidos al Eninder se caracterizó por la insuficiencia de los controles por parte de quienes tienen responsabilidad por su giro y aplicación, evidenciando la inobservancia del plexo normativo vigente, que le otorga al Gobierno nacional las herramientas legales necesarias para la gestión de los fondos públicos con transparencia, eficiencia, eficacia y economía”.

Eso dice el lapidario informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) que deja muy mal parado al Ente Intermunicipal para el Desarrollo Regional (Eninder).

En numerosas ocasiones, la oposición expuso públicamente el sobreprecio en el asfalto
En numerosas ocasiones, la oposición expuso públicamente el sobreprecio en el asfalto

Entre septiembre de 2013 y abril de 2014 se realizaron las tareas de campo destinadas a auditar la asignación, gestión y aplicación de los fondos públicos nacionales transferidos o abonados por el Estado nacional en forma directa al mismo y/o a través de municipios asociados al ente entre 2009 y el primer cuatrimestre de 2012, inclusive, según ese documento que reveló sobreprecios del 148% en obras.

Dicho informe fue aprobado por el Colegio de Auditores Generales el 29 de junio.

El relevamiento abarcó el 71,81% de los fondos que fueron transferidos (ya sea directamente al Eninder o a municipios asociados, pero que fueron gestionados por el Ente) y a cuatro de las siete Unidades Ejecutoras Nacionales que transfirieron fondos al mismo, por lo que no comprende todo el dinero que llegó estos años al organismo supramunicipal que comandó Eduardo Accastello y que nació en julio de 2000.

El documento, al que accedió EL DIARIO, refleja que las distintas carteras del Estado nacional “consintieron que la gestión de los fondos públicos transferidos estuviesen a cargo de un ente cuyo desempeño no está alcanzado por el control de ningún organismo nacional, provincial o municipal”.

“El Eninder adjudicó obras bajo las modalidades de contratación directa y concurso de precios sin publicidad con precio tope, sin sustentación legal válida y por un monto que superó en cada caso el precio promedio de mercado vigente al momento de la contratación, afectando tanto los principios generales que deben regir toda contratación pública como la obtención de las condiciones más ventajosas para el interés público”, señaló la auditoría.

Esta situación se constató en las obras de remodelación del Anfiteatro villamariense en el sector de la costanera y en las de pavimentación urbana (ver recuadro).

“Tanto la Ley Nacional N° 13.064 de Obras Públicas y modificatorias, como la Ley Provincial 8.614 exigen como principio general que el adjudicatario de una obra pública sea seleccionado por el procedimiento de licitación pública. En el caso de las obras de remodelación del Anfiteatro de Villa María-Sector Costanera, el municipio las gestionó por administración a través del Eninder, el que a su vez contrató a diferentes empresas para desarrollar las obras acordadas”, puntualizó el documento.

De lo relevado “no surge que el Ente haya recurrido al mecanismo de licitación pública (…), siendo que los valores de los contratos así lo ameritaban”.

La AGN también hizo observaciones sobre aspectos formales del módulo legal. Las resoluciones del Consejo Directivo del Ente no se encuentran numeradas.

En lo relativo al coloso de cemento de la costanera, “el Eninder firmó los contratos de locación de obra con diferentes empresas antes de suscribir la adenda que cambió el objeto del contrato, alterando la secuencia formalmente prevista”, indicó.

También se advirtió que sobre un total de 10 obras convenidas con los municipios pertenecientes al Ente, existieron retrasos en los plazos de ejecución en el 80% de las mismas, sin existir en la documentación relevada razones que justifiquen esas demoras.

Asimismo, se apuntó que el organismo investigado carece de un legajo técnico completo de las obras vinculadas al “Anfi” y que el presupuesto del mismo carece de apertura en los ítems, lo cual dificulta el cálculo de costos.

“La debilidad de los controles de las obras por parte de las Unidades Ejecutoras locales y las nacionales es un rasgo que caracterizó a todas las obras incluidas en la muestra”, indicaron los auditores.

Además, en el 60% de las obras relevadas se incumplió con la obligatoriedad de emitir los certificados aunque no hubiera avance de obra, tal como fue establecido en los acuerdos firmados.

 

“En detrimento de municipios”

“Al contratar al Eninder para la ejecución de una tarea que el Ente tercerizó mediante subcontrataciones, los municipios pagaron una diferencia a favor del mismo que significó mayores costos y que fue incluida en los montos convenidos”, añadió la AGN.

Por esas tareas de gestor-intermediario, el organismo que presidió el exintendente villamariense cobró, sólo por las obras auditadas la suma de 5.688.375.44 de pesos en detrimento de las comunas.

Y ejemplifican que con el importe mencionado, a un costo promedio por cuadra de 222.417,00 pesos, se podría haber hecho el asfalto y el cordón cuneta de 26 cuadras. Esta cantidad es superior a las cuadras realizadas, por ejemplo, en La Palestina o La Laguna.

“En todas las obras de pavimentación urbana relevadas el Eninder informó a los municipios grados de avance de obra que aún no se habían alcanzado, lo cual le permitió cobrar por adelantado trabajos aún no realizados y generar, consecuentemente, excedentes financieros”, denunció el documento, y detalló: “Dado que el Eninder subcontrató a una empresa constructora para la ejecución de las obras de pavimentación acordadas con los municipios, la empresa le presentaba periódicamente los certificados de avance para su cobro, pero no eran esos los certificados que el ente presentaba a los municipios. El Eninder los confeccionaba indicando estados de avance de obra diferentes a los consignados en las certificaciones presentadas por la empresa”.

Contemporáneamente, el Eninder “constituyó sucesivos plazos fijos que le rindieron intereses por 1.587.761,74 pesos”.

Otra irregularidad detectada fue que en las órdenes de pago emitidas por el organismo por las obras de pavimentación se detectaron documentos duplicados e imputaciones imprecisas de gastos: en el análisis de la documentación relevada se han detectado órdenes de pago con una misma numeración, así como órdenes emitidas a favor de la empresa Tecnología y Construcciones SRL por 7.557.169,12 pesos en las que no se identifica en forma precisa a qué obra corresponde el pago.

En lo que es el Anfiteatro, el megaente efectuó pagos por encima de lo estipulado en los contratos firmados con las empresas contratistas: varió entre el 4,8% y el 17,36%.

También se constató que las Unidades Ejecutoras nacionales del Minplan no impulsaron los procedimientos previstos en el Reglamento General para la Rendición de Cuentas ante las demoras en las que incurrieron todos los municipios en la presentación de las rendiciones de cuentas: sólo el 4% de las rendiciones fueron presentadas en término. Pese a ello, el Gobierno nacional continuó transfiriendo fondos sin interrupción.

 

El valor de cada cuadra pavimentada superó en más de un 140% al costo promedio del mercado

En cuanto a las obras de pavimentación convenidas, fueron adjudicadas a la misma firma a la que el cuestionado Ente (que en la actualidad presidente Martín Gill) le concesionó la planta de elaboración de asfalto de su propiedad.

El monto total de las obras contratadas comprendió un total de 105.610.483,77 pesos convenidos con el Gobierno Nacional, que se desglosan entre la obra de pavimentación de 150 cuadras en Villa María en el año 2008 y las convenidas por diversos municipios integrantes del Eninder en 2009.

Respecto de la primera obra, el 15 de agosto de 2008, en el mismo día, el ente y la empresa concesionaria Tecnología y Construcciones SRL firmaron un texto ordenado del Contrato de Concesión de la Planta de Elaboración de Asfalto y Equipos para la Ejecución de obras del Eninder y un Contrato de Locación de Obra para la pavimentación de 150 cuadras en Villa María como resultado de una contratación directa.

Seis meses más tarde, el 12 de febrero de 2009, el Ente contrató a la misma empresa para realizar las obras de pavimentación de un total de 357 cuadras convenidas por Nación con diversos municipios asociados al Eninder, mediante un concurso de precios sin publicidad con precio tope.

Las conclusiones señalan que los costos de estas obras superaron, en promedio, en un 148% los precios de mercado y, en relación a la gestión del Eninder sin costo para los municipios, en todas las obras relevadas se encontró una diferencia a favor del mismo entre el monto acordado por los municipios con el Ente y el estipulado en los contratos firmados por éste con las diferentes contratistas.

En cuanto al puente colgante, destacaron que insuficiencias en el proyecto derivaron a una relocalización de la obra generando mayores costos, que ascendieron a la suma de 3.522.399,41 pesos, llevando el monto total de la obra a 24.389.301.68 pesos.

Sobre lo que es pavimento, se advirtió que en la totalidad de las obras incluidas en la muestra, el valor por cuadra superó en un 140% promedio el costo vigente a la fecha de la firma de los contratos.