El especialista en el análisis de políticas públicas de comunicación dictó una clase en la UNVM. “Espero que si la historia abre una nueva ventana de oportunidad, como en 2009, no la desaprovechemos como lo hicimos entonces”, dijo acerca de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
El investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) especializado en el estudio de los sistemas de medios de comunicación en América Latina, doctor Martín Becerra, brindó una clase abierta sobre Concentración y Convergencia Infocomunicacional en Argentina.
La actividad fue organizada por el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales (IAPCS) de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en el marco de la cátedra Economía Política de la Comunicación con el objetivo de dialogar y debatir acerca de la actual situación de los servicios de comunicación audiovisual y construir definiciones críticas en torno a la convergencia digital y los distintos debates que la atraviesan.
En ese marco, al ser entrevistado por la Secretaría de Comunicación de la UNVM, señaló que existe una “doble amenaza para los medios tradicionales, por un lado la mayor concentración del mercado y por otro un avance tecnológico que les quita significación social”.
-Entonces, ¿cómo actúan ante este panorama?
-Los que no son los gigantes del mercado están en grandes problemas para subsistir, pero, además, el cambio tecnológico les captura parte de los ingresos publicitarios que antes se canalizaban solo por el sistema de medios. Los usuarios de las redes sociales jibarizamos los contenidos de los medios tradicionales que antes tenían la función de empaquetar, jerarquizando determinados temas por sobre otros. Ahora, el menú que compuso el editor de un diario se puede hacer viral más allá de la intención que haya tenido. Entonces, los medios tradicionales pierden relevancia política y económica, y están en severos problemas.
-¿Los medios tradicionales delegaron la distribución de contenidos?
-Hay dos tendencias. Por una parte, algunos editores con una mirada nostálgica sobre el periodismo y requieren de una inversión económica que, en general, no está al alcance del empresariado. Otro modelo de negocio es el que se dedica a viralizar contenidos con pretensión de gran impacto. Un periodismo de pantallas y de viralización que no requiere de una gran inversión, porque más que la calidad lo que premia es el click, el impacto, la sensación. En muchos casos ceden a la tentación de la dictadura del click creyendo que vende, pero en ellos no vende, vende en Facebook o en YouTube porque nadie lee la web del diario.