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La cotidiana labor de conducir energía

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La cotidiana labor de  conducir energía

Los trabajadores de la electricidad celebran hoy su día: desde los que luchan por mejorar el servicio de la empresa prestadora en la provincia hasta los que se encargan de que todo funcione en los hogares

Cada día como el de hoy, 13 de julio, se celebra el Día del Trabajador de la Electricidad, recordando la jornada en la que se creó la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza de la República Argentina, en 1948, y la firma del primer convenio colectivo de alcance nacional, un año más tarde, el 13 de julio de 1949.

La historia indica que esto fue producto de la búsqueda de mejores condiciones de trabajo por parte de los trabajadores del sector electromagnético argentino, que comenzó en el mismo momento en que se disponían las primeras instalaciones del servicio eléctrico.

Por los atropellos que se cometían contra los trabajadores de las empresas privadas de electricidad que estaban en manos de capitales extranjeros, los sindicatos de luz y fuerza se multiplicaron. Hasta 1943 sólo existían el de Tucumán y Rosario, y en sólo cinco años aparecieron cinco más.

Con la aparición de los sindicatos en distintos puntos del país se crearon nuevos convenios, incorporándose en el artículo la creación y puesta en funcionamiento de comisiones mixtas para tratar temas de higiene, seguridad y medicina del trabajo.

Este 13 de julio se recuerda aquel histórico día para los trabajadores del sector eléctrico, que culminó en el congreso constituyente en el que quedó sellada una inquebrantable voluntad orgánica y solidaria que a lo largo de más de 60 años resistió todo tipo de pruebas y embates que es dable imaginar, como, por ejemplo, las reiteradas intervenciones militares, secuestro y desaparición de sus dirigentes, campañas de difamación, los inevitables coletazos de la crisis económicas, las lógicas discrepancias y debates internos y en los últimos tiempos, los desafíos que plantea el proceso de globalización, privatización de los servicios públicos y consecuente transformación del sector.

Hoy, todos merecen un reconocimiento. Desde los trabajadores de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) hasta aquellos que enaltecen esta profesión en forma independiente.