98Escribe: Lic. Alfredo Koncurat,
de Eko Consultora para PESO ESPECIFICO
El referéndum en el que se impuso la voluntad favorable a la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea supone una nueva cuota de incertidumbre al ya convulsionado escenario político económico mundial.
Mientras Europa sigue obsesionada por el recorte fiscal, la conmoción mundial por el “brexit” (referéndum en el Reino Unido en el que el apoyo popular dio el “sí” a la salida de la Unión Europea) pone en evidencia que por falta de respuesta a la crisis económica, el desempleo y la creciente xenofobia en el Viejo Continente, se diluyen los esfuerzos mancomunados y se destruyen los lazos de solidaridad entre sus miembros.
Esta noticia revalorizó al dólar -en detrimento de la libra esterlina y el euro- y, por supuesto, nuestro país no escapo de la tormenta.
Dólar en alza también en la Argentina
Este factor exógeno es un nuevo condimento a nuestras propias turbulencias; sin embargo, se sabía con anticipación que sólo mientras duraran las negociaciones de las paritarias el dólar iba estar planchado como ancla.
Terminadas las negociaciones de aumentos salariales para el resto del año, la divisa norteamericana comienza nuevamente a subir y a “licuar” los salarios nominales.
La película es coherente con el plan macroeconómico implantado por el Gobierno, el mando de los organismos internacionales nos obligan: “Los números deben cerrar a toda costa”, la competitividad de las agroexportaciones son cruciales para el plan.
¿Cuánto va a repercutir en la inflación una nueva escalada del dólar?
¿Qué costo deberá soportar la sociedad ante el nuevo experimento neoliberal?
Es evidente que mientras el Gobierno va “aprendiendo sobre la marcha”, a los platos rotos los pagan las clases sociales más vulnerables y las economías regionales.
Está claro: la implementación de políticas contractivas de corte neoliberal ha provocado un fuerte proceso de desaceleración de la economía, llevando a un insólito proceso de estanflación (inflación y depresión de forma simultánea).
Crisis en las Pymes
El escenario pone en jaque a la economía interna, la evaporación de Pymes es mucho más grave de lo que parece, metalmecánicas, criadores de porcinos, tamberos e industriales lácteos están en la cuerda floja.
Destruir procesos y sacar a gente de su puesto de trabajo es un lujo muy costoso para las Pequeñas y Medianas Empresas, el “saber hacer” se va demoliendo y su futura nueva construcción es un engranaje lento y costoso.
Las consecuencias serán aún más profundas, la magia a la que apela el Gobierno es a los préstamos internacionales y al blanqueo de capitales, comodines que supondrían frescos recursos a disposición del Gobierno para alimentar a la locomotora: la obra pública y el sector agroexportador.
De esta forma, el esquema macroeconómico se subordina nuevamente al endeudamiento. ¿Valdrá la pena?
El fin justifica los medios, el cierre de empresas y la pérdida de trabajo parecen ser daños colaterales, el mientras no se considera relevante, la apuesta es esperar el tercer semestre.