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Entre la esperanza y la desilusión

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Entre la esperanza y  la desilusión

Escribe Alfredo Konkurat, MBA, licenciado en Economía y profesor de Historia Económica. Titular de Eko Consultora ESPECIAL para PESO ESPECÍFICO

p16-f1.gráficoSegún el autor, muchas señales negativas de diversas fuentes ya marcan un difícil trance. Estima que algo que se depositó en las urnas se está devaluando. A su criterio, los próximos meses, son “cruciales”

Pasada la temporada de verano, las noticias económicas empiezan a marcar la agenda.

En primera plana la historia repetida: el dólar sube mientras el mercado es intervenido por el Banco Central y con paritarias de por medio, las clases no comenzaron con normalidad en Córdoba y otros varios puntos del país.

Muchos indicadores marcan un principio de lo que viene: fuerte caída de la confianza de los consumidores medidos por la Universidad Torcuato Di Tella (-15,6% en febrero), menor producción de acero crudo según la Cámara Argentina del Acero (-14,62% en enero), abrupta caída de la producción de autos según ADEFA (-25,07 en febrero), baja en la producción de cemento portland según AFCP (-8,68% en enero), la inflación se dispara según diversas fuentes (más del 30%), bajan las reservas del BCRA (por debajo de los 23 mil millones) y nueva caída del consumo minorista según CAME (-2,3% en enero).

 

Medidas desmedidas

Como se preveía, las medidas fueron tomadas de lleno al principio del ciclo. Sin embargo, a pesar de la elocuencia de las mismas, ya se puede vislumbrar un complicado 2016.

Apertura económica más políticas fiscal y monetaria restrictiva para reducir déficit y para frenar la monetización de la economía, frenarán de forma abrupta el consumo privado. De esta forma, el motor de la economía nacional deberá ser, como antaño, nuevamente el sector agroexportador.

Por supuesto el Gobierno apuesta a que la riqueza generada por el tradicional sector agroexportador se derrame al resto, un efecto poco probable sin políticas gubernamentales que fomenten un encadenamiento del sector productivo.

Podemos ver muchos ejemplos en el mundo, y el derrame como mecanismo nunca funcionó para generar progreso y desarrollo en ningún país; por lo que sin una decisión política de industrialización, es impensado imaginar un país con desarrollo sustentable.

 

La historia se repite

Pero los dados están lanzados. Con una apertura económica, el incipiente sector productivo nacional volverá a resentirse y con ello el temible fantasma de la desocupación empezará a mostrar nuevamente sus consecuencias.

Lo dijimos en varias oportunidades, las viejas recetas de devaluar para ganar competitividad son peligrosas, y si a ello lo salpimentamos con una abrupta apertura de la economía, se corre el riesgo de primarizar la economía nacional.

Para colmo de males, las medidas no han encausado ánimos positivos y el propio sector agroexportador no ha liquidado los stocks que se preveían y la especulación del dólar toma protagonismo en la agenda mediática.

Sin lugar a dudas, los próximos meses aparecen como cruciales, porque la confianza depositada en votos en las urnas se está desgastando. Habrá que esperar.

 

LOS DATOS

Confianza

-15,6%

El ánimo de los

consumidores en

febrero , según

la universidad

torcuato di tella.

 

Consumo

-2,3%

El consumo minorista en enero, según la cámara argentina de la mediana empresa.

 

Acero

-14,62%

La producción de acero crudo en enero,

según la CAA.

 

Autos

-25,07%

La producción de

automóviles en febrero, según ADEFA.

 

Cemento

-8,68%

La producción de

cemento en enero,

según la AFCP.