Oriundos de nuestra ciudad, de paso por la capital de México o residentes en la gran urbe, dieron sus impresiones sobre los momentos de zozobra vividos durante el sismo que se produjo el pasado martes
Varios villamarienses se hallaban en ciudad de México en el momento del terremoto que asoló el martes a la capital azteca.
Entre ellos, el trío “De la Rivera”, que iba a actuar en un local situado en la zona más afectada, y también la escritora hija de desaparecidos Paula Mónaco Felipe, y la diseñadora Katia Mer, los que hicieron saber a sus allegados que no sufrieron daños en el gran siniestro.
Ayer por la mañana, EL DIARIO tomó contacto con Gastón Pérez Rivera, uno de los miembros de “De la Rivera”, quien se hallaba junto a sus compañeros en el aeropuerto del Distrito Federal (DF) esperando el vuelo de regreso a la Argentina.
“Fue todo muy conmocionante -describió el artista, cuyo grupo se hallaba en el país del norte haciendo una gira- y lo que más nos impactó fue el pánico que veíamos en los mexicanos, a pesar de que viven en una zona sísmica”.
El movimiento telúrico los encontró en el centro histórico y lo primero que atinaron a hacer fue correr hacia un espacio verde: “Lo primero que pensé era que el piso vibraba porque estaba pasando el metro, pero de inmediato me di cuenta de la realidad. La gente se volcó a las calles gritando y rezando, no sé cuánto duró, pero parecía un tiempo eterno. Sinceramente, pensé que se iba desplomar todo”, recordó.
Aún con signos de mareo, los músicos villamarienses debieron volver a su alojamiento, caminando las 25 cuadras, ya que dejó de funcionar el transporte público. “Mientras caminábamos veíamos la desesperación de las personas, los edificios con grietas y vigas sobre automóviles. Ibamos tomando noción de lo que pasaba por lo que se veía en las pantallas de televisión de los bares. Eran imágenes desoladoras”, añadió.
Pérez Rivera, junto a Tommy y Lucas Rivera, ya habían experimentado otro terremoto días pasados, en plena actuación, pero lo sintieron con menor intensidad, ya que el epicentro estuvo lejos de la capital mexicana. “La verdad que esta madrugada dormimos poco, ya que nos advirtieron que podrían haber réplicas, así que nos acostamos vestidos”.
Los músicos publicaron en su perfil de Facebook “Ya estamos por embarcar nuestro vuelo de regreso a la Argentina. A pesar de sufrir dos terremotos en 15 días, la experiencia ha sido increíble y volveremos pronto. ¡Fuerza México!”.
En diálogo con nuestro medio, Pérez Rivera evaluó que “pese a todo la gira fue superpositiva, ya que actuamos en muchos lugares y nos hicieron unas 20 entrevistas. Obviamente, la actuación del martes se malogró, porque toda la ciudad está abocada a rescatar a las víctimas y evaluar los daños, y además porque el local adonde íbamos a presentarnos está en la zona más castigada por el terremoto”.
Días antes, la banda villamariense se hallaba actuando cuando se produjo otro sismo de gran intensidad: “Estábamos muy entusiasmados, porque el público era muy cariñoso, como todos en México, tenían remeras argentinas y se sabían la letra de nuestras canciones. Cuando empezó a moverse la tierra, salimos todos a la calle y la gente seguía cantando nuestros temas, fue hermoso”, evocó, admitiendo que “tenemos muchas ganas de volver a México”.
En tanto, la también villamariense Katia Mer, una realizadora audiovisual que vive en el DF, relató que se fue a pasar la noche a la casa de una amiga, porque su barrio es el más afectado. “Es un horror”, sintetizó.
Mónaco Felipe, autora del libro “Ayotzinapa, horas eternas”, escribió en una red social: “Estamos bien. Gracias por sus mensajes. Hay poca red y falla el teléfono, también zonas sin electricidad. Si contestamos es por eso, además estamos trabajando. Abrazos apretados”.
La joven, de profesión periodista, pidió en su cuenta de Twitter que “se usen las redes con prudencia”, en alusión a versiones por derrumbes que no existieron. También describió: “Una calle cualquiera, una de muchas. Manos que ayudan. Juntan donaciones, alimentan a rescatistas. Lo vimos de día, lo seguimos viendo de noche: la gente de pie, ayudando, sin descanso. Una madre grita por un altavoz a sus hijos que están atrapados en el edificio”.
En otro mensaje, Mónaco Felipe denuncia que “en Tlalpan, totalmente colapsada, avanzamos lento dentro del autobús. Pasajeros nos calmamos mutuamente, chofer aprovecha para cobrar triple”.