El pugilista villamariense perdió por nocaut técnico en el tercer round, luego de un corte que determinó que el árbitro parara la pelea, y Yegorov retuvo el centro Continental de la AMB
Un corte sobre su ceja izquierda provocó la rápida decisión del árbitro de detener el combate. La ilusión del villamariense Lucas Rafael Báez (55,100 kg) de apoderarse de la faja Continental de la AMB duró apenas siete minutos.
El ruso, radicado en Ucrania, Oleksandr Yegorov (55,200), dueño del título en disputa venció al púgil nacido en esta ciudad y radicado en Catamarca, por nocaut técnico al 1m 29s de la tercera vuelta, en una velada que se desarrolló ayer en el Centro de Convenciones Parkovy, de la ciudad de Kiev, capital de Ucrania y que contó con nueve combates de nivel profesional.
En los dos rounds y medio que duró la pelea, fue el europeo el que buscó siempre la iniciativa, buscando imponer un ritmo de pelea, con mayoría de golpes rectos, aunque fue Báez el que pudo conectar los golpes más efectivos.
Desde la primera vuelta, Yegorov (ahora con un record de 18-1-1 con 9 Ko), utilizó el jab zurdo como apertura y a veces repitiendo con el mismo golpe pero de derecha, que en algunos casos pudo bloquear el boxeador argentino.
Báez (ahora con un record de 30-16-4, con 15 ko), buscó seguir el ritmo de pelea, pero sin tener continuidad en sus golpes, pero logrando conectar un par de cross de izquierdas que llegaron al rostro del campeón. El 10-9 para Báez fue por conectar los golpes más claros en esos tres primeros minutos.
En el segundo asalto, Báez arrancó más activo, intercambiando golpe por golpe con el ruso. Pero la intensidad de Yegorov, de 28 años, se mantuvo a lo largo de todo el round, conectando golpes que en algunos casos parecieron desacomodar al villamariense. Eran golpes, que sin dudas, le permitía sumar en las tarjetas.
Báez, de 31 años, fue disminuyendo su ritmo, pero tuvo buenos intentos de conectar en cross, a pesar que no mostró continuidad para aprovechar por esa vía. Iban 1m 10s de esa vuelta cuando Báez iba hacia adelante, mal parado, cuando se fue a la lona, luego de dos golpes que no llegaron con claridad (uncross de derecha que rozó detrás de la nuca y enseguida un uppercut de izquierda que no llegó a dar, con claridad, en el mentón de Báez).
El árbitro no hizo el conteo, por entender que había sido el mismo ímpetu de Báez por ir hacia adelante, lo que le hizo perder la estabilidad.
Unos segundos después, un jab de izquierda, con un dibujo cruzado, llegó a la ceja izquierda de Báez que le provocó un pequeño corte, que más tarde provocaría el final. La vuelta fue muy pareja y el 10-10
En el tercero, no cambió el trámite de la pelea. Báez buscó la vía del contragolpe, mientras el ruso siguió repitiendo su monólogo de buscar el golpe por golpe, pero con envíos rectos, a veces buscando castigar sobre el arco superciliar izquierdo del villamariense, que estaba lastimado.
Iba 1m 29s de esa vuelta cuando el árbitro Jean Robert Laine detuvo el combate y llamó al médico de la pelea. Luego de observar la herida, al parecer ancha pero poco profunda, le dijo al árbitro que Báez no podía seguir combatiendo, determinado el triunfo por nocaut técnico del villamariense.
Si bien Báez demostraba estar entero desde lo físico, la decisión del árbitro pareció apresurada y, con un toque de sentido localista.
Báez, con algo de resignación, adujo que el corte había sido producto de un cabezazo, pero la pelea ya tenía una decisión.
Los sueños del villamarienses duraron apenas 7 minutos y medio de pelea.
“El médico se apresuró”
Luego de la pele, Lucas Báez la dialogó con EL DIARIO: “Estoy bien. Me siento muy orgulloso, venía haciendo una buena pelea. Es más, venía ganando en las tarjetas por un punto. La supervisora de la pelea (Mariana Bonsova) nos mostró las tarjetas y veníamos ganando por un punto. Se apresuró el médico a pararla. Debería haber esperado que terminara el round para ver si Patricio (Retondaro, que estuvo en su rincón, en remplazo de Dante Pereyra que no pudo estar por un problema en su pasaporte) paraba el sangrado o curaba el corte y luego tomar una decisión, fue muy apresurada. Estamos con mucha bronca, Patricio también la tiene”.
“Son cosas que pasan; la verdad que me sentí a la altura del ruso, aunque fueron pocos rounds. El quiso que la pelea fuera a toma y traiga desde el mismo arranque y yo le respondí. No se iba aguantar ese ritmo. Yo estaba bien preparado para pelear 15 rounds si hacían falta”, declaró, lamentándose, el boxeador radicado en Catamarca.
Sobre la caída en el segundo round dijo que “el golpe no fue claro. Cuando me caigo, me resbalo, creo estoy mal parado. Tengo pie plano y tengo que jugar con el equilibrio. Trabajo siempre en el gimnasio con una pelotita para mantener el equilibrio. El no tuvo un golpe claro y no sentí sus manos”.
Báez destacó luego que “lo importante es que estoy bien de salud, el corte no es nada. Ahora tengo que descansar unos días, curar el corte y prepararme para la próxima pelea, que ojalá pueda ser en Villa María”.