Frente a la Capilla con la formación que se luce en el Anfiteatro de Villa María
Los fieles honraron al Santo guía y luego compartieron una propuesta diferente
Este año la Novena Patronal, en honor al Patrono San José, estuvo bajo la consigna «Peregrinación de la Fe» y contó con un cierre festivo y popular.
Todo se llevó a cabo en el marco de la organización de la Comisión de la Capilla San José y del sacerdote José Defagó. Cada día la oración se realizó en distintos lugares significativos para la población: la primera jornada fue en la Ermita de María Auxiliadora; posteriormente se rezó con los integrantes del Club Deportivo, por los consorcios y por la fuerza policial; el orden continuó por el barrio de Cáritas, donde los rezos apuntaron a la buena convivencia de los vecinos; luego fue el turno de las oraciones por el Papa Francisco y también por los adultos mayores en el Centro de Jubilados y Pensionados; posteriormente fue el turno de la Sociedad Cooperativa Unión Popular, donde se pidió por los fundadores, dirigentes, socios y empleados; continuó en el predio municipal (donde está la pileta), en el que después de la misa se realizó un picnic a la canasta y en ese marco los rezos tuvieron como destino los niños, los jóvenes y los empleados del municipio.
En la casa de Marcelo Ravarino, se realizó una misa donde se rezó por el Cura Brochero, mientras que en el domicilio de Edgardo Depetris se pidió por los enfermos y excluidos, mientras que todo continuó en la Capilla San José, donde se rezó por las instituciones, jardín de infantes, escuelas primarias y secundaria, por el hospital y todo el personal, y por los dirigentes y empleados de la Cooperativa Sil-Pe.
La Orquesta Estable
Los actos centrales se concretaron el lunes por la tarde. A partir de las 17, se desarrolló la Misa y posteriormente la Procesión por las calles de la localidad, llevando en alto la imagen de San José.
Sin embargo, y más allá de los actos en torno a la imagen del Santo Patrono, el momento cúlmine de este festejo fue el que sucedió a la inmediata feria de platos, cuando se produjo la actuación de la Orquesta Estable del Festival Internacional de Peñas, dirigida por el profesor Raúl “Kuki” Soria y que cada año se luce en el Anfiteatro Municipal Centenario de Villa María, en esta oportunidad también con las voces de Anita Sibona Sferco y Darío Lazarte.
La Orquesta, “reducida”, no contó con las clásicas cuerdas, salvo el violín de Sebastián Telleria, quien junto a Jésica Durbano sumaron sus voces al dúo antes mencionado. También compartieron escenario Sergio “Pelado” Alonso, Fernando Bobarini, Marcelo Gutiérrez, Lucas Gómez, Raúl Rogelio, Mauricio Pizarro Aura. La agrupación, que días atrás se presentó en Pozo del Molle y próximamente lo hará en Hernando, está recorriendo festividades de la región. En Silvio Péllico, en la tarde del lunes propusieron algunas aperturas como las que aprecian los espectadores que asisten al Anfi, también un pasaje de folclore, una sección moderna, otra latina y un final con carnavalito, para el deleite de los vecinos, en San José.
La Capilla y sus sacerdotes
Repaso de la historia
La comunidad de Silvio Péllico tuvo tres iglesias. La historia marca que la primera de ellas se construyó en 1908 y estaba ubicada en la esquina de la calle Belgrano y avenida Los Inmigrantes.
En 1924 se levantó una segunda Capilla, que estaba al lado de la anterior y donde hoy se alza la actual. En el año 1953 nace la nueva iglesia que se construyó con el aporte de toda la comunidad, esta última cuenta con un reloj que suena cada treinta minutos.
También las páginas recuerdan que en 1898 llegó el primer cura párroco a la localidad: se trataba de Bernardino Maciel, que daba misa en los galpones y lo iban a buscar a Villa María, en volantas de la época, a campo traviesa.
En 1902 lo remplaza Fortunato Gambini, en 1908 se hizo cargo Pablo Colabianchi Cicerón, que estuvo 30 años al frente de la iglesia y en la casa parroquial se realizaban reuniones donde se resuelve el tema de la primera escuela y también la primera reunión donde se decide la fundación de la Cooperativa Unión Popular.
En el año 1938 llega el padre Ferrari, desde el año 1940 comienzan a llegar párrocos de La Playosa, entre los que se recuerdan los sacerdotes Rodríguez, Antuna, Larroca, Abdreata, Casina, Cano… Posteriormente desde Villa María, el padre Hugo Salvato, Aguirre, Margartini, Tenor, Lícari, Romero, Cruchino y luego el padre José Defagó.
Sacerdotes
Esta localidad ha sido una verdadera cuna de sacerdotes que transcendieron a nivel nacional, tal el caso de Antonio Conrero que estuvo ejerciendo funciones en Olta (La Rioja), monseñor Juan D. Demarchi, que en su primera parte estuvo en Roma especializándose, posteriormente en nuestro país ocupó altos cargos en la curia argentina y monseñor Blas Conrero fue haciendo los pasos lógicos y en el año 1968, el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Tucumán, en remplazo de Juan Carlos Aramburu.