El equipo integrado por laicos que estudian y difunden el pensamiento social de la Iglesia, retoma sus actividades. Están acompañados por el sacerdote Alberto Bustamente, quien en esta nota explica los objetivos del grupo
Alberto Bustamante, vicario de la Diócesis de Villa María, está acompañando al equipo de la Pastoral Social de la Iglesia católica que en los últimos meses retomó impulso en la ciudad.
“Creo que la presencia del Papa Francisco y la decisión de mediar en la divulgación de su magisterio, especialmente en el campo de lo social, fue lo que le dio el impulso al equipo para retomar ese camino”, dijo el sacerdote a EL DIARIO.
Explicó que “la pastoral social es un servicio que la Iglesia hace a la comunidad para hacer presente el pensamiento social, que se funda en la inclusión y en el desarrollo integral”.
El sacerdote destacó que la institución religiosa tiene un bagaje de años en el tema. “Desde las primeras sistematizaciones en la carta Rerum Novarum (“renovación de las cosas”) en tiempos del Papa León XIII, hay mucho para aportar”, dijo.
“Ese documento del Papa León XIII fue escrito en 1891, en un contexto sociopolítico caracterizado por la Revolución Industrial, que trajo sus secuelas de marginación y explotación. Es el tiempo en que se crea el concepto de proletariado. Por eso el pensamiento social de la Iglesia no se define como un conjunto de ideas abstractas y ahistóricas, sino que son principios que dialogan con la realidad concreta. En ese sentido, las pastorales sociales acompañan ese pensamiento en la vida de las comunidades”, detalló.
En la Argentina de este tiempo, los obispos vienen planteando desde los bicentenarios de la Revolución de Mayo y de la Declaración de la Independencia, que aún no se pudo “saldar la gran deuda social de los argentinos”. “Eso buscan las pastorales, hacer presentes el pensamiento social de la iglesia en un contexto internacional, regional y en las comunidades”.
Excluidos
Al ser consultado sobre la situación del país, con un creciente aumento de la pobreza, según lo señala el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Bustamante destacó el aporte de los informes estadísticos serios que se realizan “sin más afán que hacer visible la realidad”.
Dijo que la cuestión que preocupa hoy tiene que ver con una categoría “no diría nueva, pero sí que no se menciona mucho: es la categoría de los excluidos. Ser excluido es peor que ser explotado porque, de alguna manera, el explotado se incluye porque el sistema lo necesita. Al excluido no, es por eso que es importante hacer visible esa realidad para trabajar sobre ella”, concluyó.
