Rubén Aquiles
Nació en Alto Alegre, el 13 de octubre de 1961. Comerciante. Tiene tres hijos. A los 15 años empezó su militancia activa en el Partido Justicialista. Apenas cumplidos los 18, tuvo su afiliación en las filas del histórico dirigente de su pueblo Tito Foresta. Vivió unos años en Bell Ville y participó de la campaña a intendente de Nelson Ipérico. Ya residiendo en Villa María continuó en Unión por Córdoba y estuvo a la par de Raúl Costa en la campaña a la Intendencia de 2007. En el año 2013 se convirtió en el referente de “El peronismo que viene”, liderado por el actual diputado nacional Martín Llaryora. Desde esa línea está armando la llegada a la ciudad del espacio “Mujeres Unidas por Córdoba”, que conduce a nivel provincial Libia Smania. Es consejero departamental del PJ
Escribe: Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION
Hace más de 40 años que milita activamente en el movimiento fundado por Juan Domingo Perón. Es un apasionado de la política, la considera la herramienta para transformar la calidad de vida de las personas, fundamentalmente la de los más desprotegidos.
No corre detrás de un cargo, su máxima aspiración a esta altura de su vida es poder sentarse en una banca del Concejo con el objetivo de llevar soluciones a la problemática de los barrios.
Viene de una familia muy humilde, sabe lo que se siente frente a las necesidades básicas insatisfechas y sueña con un país de niños felices con educación y oportunidades.
Rubén Aquiles no es un político con libreto, es un trabajador, un militante, un peronista que espera ver a su partido unido y defendiendo a los postergados.
-Usted fue el primero en traer a Martín Llaryora a Villa María y ser el referente de su espacio, ¿en qué situación se encuentra hoy esa línea interna del peronismo?
-Creo que Martín Llaryora ha cosechado un trabajo político, es muy fuerte dentro del peronismo y está aportando cosas para el Gobierno de Córdoba. Martín es un gran pilar porque nosotros estamos acostumbrados a la conducción de Schiaretti y De la Sota, pero pienso que Llaryora es la persona que viene para la gran unidad del peronismo, que es nuestro gran anhelo. El tiene toda las chances en este momento.
-¿Ustedes siguen trabajando en el marco de “El peronismo que viene”?
-Nosotros nunca dejamos de pertenecer a ese espacio. En lo personal, Martín Llaryora fue la persona que me hizo volver a creer en los políticos honestos. El es una persona muy sincera, muy transparente, aunque tengamos que reconocer que meses atrás ha votado una ley que fue repudiada por la gente.
-Se refiere a la reforma previsional.
-Sí, él la votó y mucha gente se enojó. Pero considero que lo hizo para acompañar la gobernabilidad de Macri. Si se equivocó ha sido por eso y no porque sea un dirigente malintencionado. He hablado muchas veces con él, yo estaba descreído de la política y empecé a militar con más ganas a partir de que conocí a Llaryora.
-¿Qué lo llevó a sentirse decepcionado de los políticos, siendo que milita desde su adolescencia?
-Milité muchos años, a veces soy demasiado fanático y me ligo muchos retos (risas). Retos de mis hijas, de mi entorno, por dedicarme tanto a la política. Soy una persona que jamás traicionó al dirigente al que le dije “te voy a acompañar”. Me pongo la camiseta y trabajo con coherencia y dignidad. La peleo adentro del espacio. Tal vez el decir las cosas de frente o marcar errores suene mal, por eso no me ha ido bien en política.
Y me molesta que prometan cosas y no cumplan. Me molesta que se le mienta a la gente. Y sobre todo a los que menos tienen. Me referencio con ellos porque es de donde vengo yo.
Es muy doloroso que cuando tenés necesidad venga alguien y te mienta, te genere una falsa ilusión.
A los que menos tienen, un bolsón no les soluciona la vida, un colchón no les soluciona el sueño, hay que acompañarlos siempre, orientarlos, contenerlos, darles trabajo.
-¿Por qué cree que parte de la dirigencia no tiene la mirada atenta sobre lo que usted plantea?
-Porque es el voto más fácil de convencer. Y pienso que cuando llegan a un cargo, muchos ya sienten que el problema de ellos se solucionó y no piensan en el otro. En un momento hubo algo que me enojó mucho, puede parecer una pequeñez. Pero me enojé cuando en el Concejo Deliberante pusieron unos sillones giratorios de alto costo, siendo que por el tiempo que sesionan pueden estar sentados en una silla de madera tranquilamente. ¿Por qué gastar tanto en su propia comodidad?
Me parece bárbaro el programa del Concejo en los barrios, que vayan a escuchar a la gente, que conozcan sus reclamos. Los concejales tienen que ir a la casa de los vecinos, de todos, y conocer sus problemas.
Eso es lo que la gente quiere, lo lamentable es cuando un político llega al poder y se olvida de los vecinos.
-¿Qué visión tiene sobre el peronismo en la actualidad?
-Unión por Córdoba siempre hizo las cosas bien, para mí Schiaretti y De la Sota han sido una dupla perfecta, han gobernado bien. Y pienso que ellos son los encargados de unir al peronismo sin devaluar las líneas internas.
Las líneas internas no tienen que ser para dividir, tienen que servir para aportar. Es muy doloroso cuando desde el mismo partido te mandan a votar en contra. Tuve la experiencia de Juanchi González, acá hubo un montón de peronistas que mandaron a votar en contra para que no llegue a ser concejal.
Esas son las cosas que duelen. Pero espero que tengamos un gran gesto de unidad, que es lo que se necesita hoy.
-¿Usted cree que hay gestos hoy que tienden a la unidad de su partido?
-Me parece que la unidad es el único camino. Y espero que se logre.
-El presidente llamó a un gran acuerdo nacional, ¿qué opina de esta convocatoria?
-Creo que el presidente está tan equivocado con las medidas que ha venido tomando, que esto es un manotazo de ahogado. Tiene un gran operativo de prensa y quiere mostrar que llamó a la oposición, que la consultó, y no es así.
Acá el que gobierna el país es Mauricio Macri, él les prometió a los argentinos un cambio, él criticó al gobierno anterior y dijo que se iba a hacer cargo, que íbamos a salir, prometió pobreza cero. Bueno, que se deje de hablar de la herencia y se ponga a gobernar. Lleva dos años y medio de gobierno y todavía sigue hablando de la herencia. Ya está.
Los argentinos pueden esperar, pero cuánto más lo van esperar si todavía no solucionó nada de lo que prometió.
-Usted que está en el Consejo Departamental del PJ, ¿en algún momento hicieron autocrítica, analizaron los errores cometidos?
-No, no lo hemos hecho y lo lamento. Soy parte del Consejo Departamental y nunca fui convocado a una reunión. Creo que nos hace falta dialogar, pero no nos hemos reunido.
Siempre digo que los choripanes no se comen en el fondo del patio, se comen frente a los afiliados. Hablemos con todos, así todos sabemos qué pasa y hacia dónde vamos.
-Por su trabajo en el centro de atención de la provincia está en contacto permanente con los adultos mayores, ¿aumentó la demanda del boleto social?
-Sí, se incrementó fuertemente. En eso felicito al Gobierno de la Provincia de implementar el Boleto para Adultos Mayores, al igual que el Educativo y el Obrero.
-¿Quiénes tienen acceso al Boleto para Adultos Mayores?
-Todos. Es bueno aclararlo, porque es un trámite muy simple y no es solamente para jubilados. Es para las mujeres mayores de 60 años y los hombres mayores de 65. Tienen que concurrir con el documento, la constancia del CUIL de ANSES y una dirección de correo electrónico.
Tienen un boleto gratuito al mes para más de 100 kilómetros, hasta 60 kilómetros tienen cuatro ida y vuelta. El trámite es instantáneo y lo pueden hacer en el centro de calle Mendoza casi esquina 9 de julio, les damos una tarjeta sin vencimiento.
-Volvemos a lo partidario, ¿qué expectativas tiene con la organización del peronismo nacional, que hoy se encuentra tan dividido?
-Creo que la persona ideal para reconstruir el peronismo es José Manuel de la Sota. Para mí es el dirigente mejor preparado, tendrían que darle un lugar a nivel nacional.
-¿Por qué no se ha lanzado al ruedo todavía? ¿Está midiendo los tiempos?
-Creo que ya va a salir. Es más, tengo la firme convicción de que puede llegar a ser presidente, ha sido un gran gobernador. Nosotros lo vamos a acompañar, como acompañamos ahora la gestión de Schiaretti. Considero que Schiaretti es el mejor gobernador del país, lo vemos a diario en nuestro trabajo, cómo se cuida la administración, la atención que se les brinda a los vecinos.
-El proyecto de reforma laboral es otro de los temas en danza, ¿qué piensa al respecto?
-Es un tema muy delicado, creo que la reforma laboral siempre tendría que ser para beneficiar a los trabajadores, no para quitarles derechos.
He escuchado, en una oportunidad, a un dirigente que no es afín a mi pensamiento, pero que dijo una gran verdad. Me refiero a Guillermo Moreno, él expresó que el plan de Macri era sacarles la comida de la boca a los argentinos. Y lo estamos viendo. Día a día, los trabajadores pierden el poder adquisitivo y se tienen que privar de cosas elementales.
Es tremendo lo que está pasando. Los ricos no tienen problemas, pero un empleado lo está pasando muy mal.
-¿Lo sorprendió el anuncio de acordar con el Fondo Monetario Internacional?
-La verdad que, tratándose de este Gobierno, no me sorprende. Creo que es una maniobra que ya se venía planificando, a ellos les interesa manejar el país como quieren y no consultar al pueblo. No les interesa, manejan el país a su criterio y con los grandes medios de prensa, que lo tienen blindado.
Por ejemplo, teníamos un dólar a 15 pesos, subió a 17, no pasó nada; se fue a 19, no pasó nada; superó los 20 y no se dijo nada. Hoy lo tenemos a 25 pesos. ¿Nos damos cuenta de lo que significa?
Un comerciante sabe que esto paraliza el consumo e incrementa todos los costos.
Y escuchaba a un periodista decir que “habíamos tenido un gran día porque el dólar había bajado a 24,50”. Es una cosa de locos.
Aumenta el dólar y aumenta todo, el transporte, los precios de los supermercados, el combustible, y nos hablan de “un gran día”. Es de no creer.
-Muchos sindicalistas permanecen callados, ¿tiene una explicación esa actitud para usted?
-Es raro que no hayan reaccionado. O están esperando algo sorpresa de este Gobierno, aunque cada vez que nos da una sorpresa nos afecta a la clase obrera. Es raro, el único que ha reaccionado es Moyano y ha tenido un enfrentamiento con el Gobierno. Ya le mandaron allanamientos.
Ellos se manejan así, imaginate que el presidente apenas asumió le condonó la deuda al padre y nosotros seguimos hablando de los kirchneristas.
-¿Qué lo llevó a elegir el peronismo?
-Empecé a militar desde muy chico y escuchaba hablar de Perón y Eva, de las ayudas que les daban a los necesitados y esas cosas me conmovían. Porque nosotros éramos muy humildes, a pesar de que mis viejos eran laburantes, mi mamá era una leona laburando en el campo. Porque el campo de antes no es como el de ahora. Antes los tamberos amanecían ordeñando a mano y apenas alcanzaba para comer.
-¿Tuvo una infancia muy dura?
-Durísima. Y no debemos olvidarnos de dónde venimos.
-¿Sus padres trabajaban los dos en el campo?
-Sí, los dos, en el campo de mis abuelos. Nací en el campo, recuerdo que en la escuela primaria se me largaron a reír porque cuando me preguntaron dónde nací, les dije de Beltramoni. Y todos se largaron a reír, la maestra me dijo en qué pueblo y yo le discutía que nací de Beltramoni. Nací en la cama grande de mis viejos, mi papá atendió el parto, no dejó entrar a mis hermanos grandes; aparezco yo y se fue en el sulky a buscar a mi abuela para que me cortara el cordón.
-¿En su casa eran peronistas o no les interesaba la política?
-Mis padres no eran peronistas. Mi papá era influenciado por mi tío, mi abuelo materno Conrero, que eran sus patrones y eran radicales. Y mi papá no decía nada, en esa época eran radicales, peronistas o demócratas.
Lo que yo disfrutaba del campo era la unión de los vecinos, que se juntaban en las carneadas y a bailar con el tocadiscos. Ni te cuento cuando no andaba la púa del tocadiscos, salían rápido a buscar una nueva (risas).
-¿Qué otros recuerdos tiene de su infancia?
-Eramos muy dañinos, traviesos. Teníamos 7, 8 años y nos encargábamos de buscar la yegua o el caballo para atarlo al sulky y poder ir al colegio. Nos cambiábamos con mi hermano, agarrábamos la cartera, que era la mochila hecha por mi mamá a mano, y nos íbamos solitos al colegio a Silvio Pellico.
Después nos tocaba encerrar a los terneros; recuerdo que una vez nos hacían renegar y mi hermano tiró una piedra para ver si se calmaban y le pegó a un ternero sin querer. Y murió. Nos asustamos tanto, que no nos animamos a decir lo que había pasado. Y cuando encontraron el animal muerto, vacunaron a toda la hacienda. Mi viejo era familiero, mi mamá era una de esas mujeres increíbles, una luchadora terrible, una leona trabajando y cuidando a sus hijos.
-¿Cuándo dejó el campo para buscar otros rumbos?
-Cuando tenía 14 años salí a pedir trabajo. Mi mamá nos quería mandar a hacer el secundario, pero no teníamos plata. Una mañana me levanté, agarré la bicicleta y me fui a pedir trabajo a la Estancia San José, el encargado era Elvio Frus. Cuando me dijo que sí, fui y abracé a mi mamá, tenía una emoción…
Después me fui independizando, me puse una imprenta, con Hugo Foresta abrimos el primer videoclub en Villa María, después me fui a Córdoba a jugar al fútbol. Y así, siempre solo. Y siempre le pedí a Dios que me diera la posibilidad para que mis hijos fueran profesionales.
-¿Dónde y con quién empezó a militar políticamente?
-En Alto Alegre con Tito Foresta, quien fue intendente y luego su hijo Hugo. Todas las noches salíamos a pegar afiches, nos amanecíamos pegando afiches.
-¿En esa época no había punteros pagos?
-No, era hermoso. Además en el pueblo no había peleas entre los partidos, había diferencias, pero las campañas eran más tranquilas. Después de haber pasado tanto tiempo en la militancia, siempre digo que a los jóvenes hay que enseñarles los buenos gestos de la política, no los vicios. Porque si les enseñamos los vicios, los estamos maleducando.
Tenemos que enseñarles a trabajar por la sociedad, dignamente, preocupándose por los problemas de los vecinos; la política no es llegar al poder y llenarse los bolsillos. La política es para mejorar la vida de la gente.
-¿De su paso por la primaria le quedó grabada alguna maestra en especial?
-Amelita Pomba, mi maestra de tercer grado; también Nilda Mina, que fue quien me hizo terminar el primario. Me agarró un día de la oreja y me dijo “tenés que terminar la escuela”. Y la tercera que recuerdo es Raquel Juárez, que me enseñó a dividir; yo no sabía y ella se tomó su tiempo conmigo hasta que aprendí.
Son recuerdos imborrables.
-En política comenzó en Alto Alegre con Foresta y después ¿siguió en Bell Ville?
-Sí, en Bell Ville trabajé con Nelson Ipérico. Y después en Villa María estuve mucho al lado de Raúl Costa. Fue con el primero que me conecté al llegar a Villa María. Un día nos pusimos a hablar y le comenté que veníamos de ganar la elección con Ipérico en 2003.
-Usted se conectó con Costa cuándo él comienza su campaña contra Accastello.
-Sí. Raúl es una buena persona, pero hubiera sido muy bueno que Costa y Accastello hubiesen estado juntos. Costa estuvo cerca de ganar en 2007 porque venía de una gestión muy desgastada de Nora Bedano.
Pero no podemos negar la transformación de la ciudad que hizo Accastello. Por eso sueño con verlos a todos unidos.
-Hace 40 años que es peronista y militante, ¿qué siente cuando escucha la frase “se robaron todo, no vuelven más”?
-Dolor. Un profundo dolor, el país necesita del peronismo. Los políticos que han hecho mal las cosas y han cometido delitos deben ser juzgados, pero eso es el rol de la Justicia. No podemos culpar al peronismo. También hay que ver que el Gobierno hizo una gran publicidad cuando llevaron a Boudou preso y hoy no veo que se le haya probado nada.
O sea que seguimos con la vieja maña de “meter preso” al opositor para beneficiarse. La Justicia se tiene que hacer cargo y después el pueblo decidirá con su voto.
No todos los políticos son malos, no todos son corruptos, la política es muy linda. Voy a destacar algo de Juanchi González, con su corta trayectoria en la política, es una persona que ayuda mucho a la gente, pero no lo publica.
-Hablando de Juanchi González , cuando armaron la lista de Unión por Córdoba en contra del peronismo oficialista, ¿pensaron que podían hacer un buen papel?
-Cuando armamos la lista, nunca pensamos que el mismo peronismo lo iba a traicionar. Jamás se lo imaginó Juanchi. Sabíamos que era duro. Juanchi tenía grandes posibilidades de ser concejal y creo que eso les molestó a muchos que hicieron todo lo posible para que no llegara.
Nosotros sabíamos que Martín Gill ganaba, pero pensamos que se iba a llegar a una banca.
-¿En el espacio de ustedes tiene expectativa de que Llaryora sea candidato a gobernador?
-Es el candidato que más posibilidades tiene de sucederlo a Schiaretti, pero todavía no sabemos qué va a decidir el actual gobernador.
-¿En su caso tiene aspiraciones de ocupar algún cargo, tras tantos años acompañando a otros?
-Sí, el sueño que tengo es ser concejal de Villa María. Me parece que es el lugar indicado para ayudar a la gente. Pero no quiero ser un concejal del sillón giratorio, quiero ser un concejal de los barrios, de los más postergados. Si llegara, donaría un porcentaje de mi sueldo para armar un grupo que ayude a la gente. Se pueden hacer muchas cosas.
-¿Y cree que hoy los concejales están alejados de los problemas de la gente?
-Totalmente. Rescato a José Carignano porque lo considero una persona con experiencia y preocupación por la gestión, pero al resto no lo veo con la actitud que se necesita. No veo que tengan contacto con todos los vecinos.
-De acuerdo a su punto de vista, ¿cuáles son los principales problemas que tiene hoy la ciudad?
-Estos días que llovió en forma permanente, no se podía andar en las calles de los barrios. Eso requiere una solución, por lo menos enarenar las calles. Para mí, es una prioridad.
-¿El tránsito?
-Me parece bárbaro que se hagan operativos, me preocupa que nos cueste tanto corregir nuestras faltas, me asustaba ver días atrás cómo se disparaban los autos y las motos del control. No nos tendríamos que disparar. Me preocupa que no se use el casco, sería bueno hacer una campaña para dar cascos para los niños.
-Cuando era un chico ¿soñaba con ser un jugador de fútbol famoso?
-(Risas). Quería ser el mejor arquero, pero no pude. Tuve la suerte de poder atajar siempre, sigo atajando todavía. Jugué en Unión Central, Bell Ville, Monte Buey, Santa Rosa de Río Primero. En una época estuve entrenando en Instituto, me dejó muchos recuerdos y amistades lindas el fútbol. Y hoy, hace de 2006 que jugamos juntos con un grupo en AFUCO.
Antes era arquero, hoy voy al arco (risas).
-Hoy ¿qué sueño tiene, además de atajar problemas?
-(Sonríe). Que esto cambie, ver caras felices, que nadie pase hambre.
-¿Qué piensa sobre los planes sociales? Una medida muy criticada por parte de la sociedad.
-Los planes sociales fueron, afortunadamente, una solución en su momento de crisis. Yo no sacaría nunca los planes sociales, sí los modificaría para darle una actividad a cada familia, una actividad que les permita ganar su propio dinero.
Y son mentiras cuando dicen que tienen chicos para cobrar un plan social. Es una barbaridad, si pensamos en lo que cobran. Tenemos que apuntar a la educación y por eso veo que el intendente está bien enfocado en priorizar la educación y la cultura.
-¿Cuál sería la solución para recortar el déficit fiscal?
-El déficit fiscal está por la conveniencia de los más poderosos, ellos evaden, les perdonan deudas, acomodan sus cosas y el hilo siempre se corta por lo más delgado.
Hablan de generar trabajo y todos los días estamos viendo despidos, empresas que tienen que achicar porque no pueden solventar los gastos. A Macri no le importa la clase media baja. Y es la que sufre todos los recortes.
-La última, me comentaron que está armando en Villa María el espacio “Mujeres Unidas por Córdoba”.
-Sí, estoy referenciando ese espacio en la ciudad. Es un grupo muy positivo para las mujeres, con una referente muy fuerte que es Libia Smania, una trabajadora incondicional. Están armando en toda la provincia y en Villa María estamos organizando, es un espacio integrado por hombres y mujeres, pero teniendo en cuenta que la primera referente es la mujer.
En los próximos meses vamos a tener novedades, se va a abrir un local y se darán cursos gratuitos de varias actividades.
Me encanta el proyecto y lo estoy acompañando.