El novedoso edificio cuenta con importantes avances tecnológicos. Son cuatro mil metros de superficie total construidos íntegramente con mano de obra local
Enormes ventanas que brindan absoluta iluminación natural, delicadas terminaciones y detalles tecnológicos de lujo son algunas de las características que tienen los 12 pisos del primer edificio exclusivamente de oficinas que tiene la ciudad.
El emprendimiento es totalmente novedoso y marca el inicio de un camino que, aseguran los especialistas, la ciudad comenzará a recorrer, atendiendo a las necesidades que van apareciendo a medida que se expande en número y en territorio.
La Torre Gálata se comenzó a gestar en 2009, cuando desde el estudio Teobaldi Arquitectos -conformado por Jorge y sus hijos Guillermo y Santiago- observaron un nicho totalmente por explotar en Villa María y en 2011 comenzaron a ejecutarlo en Vélez Sarsfield 1170.
Jorge, quien además es presidente del Colegio de Arquitectos, se enorgulleció al resaltar que los cuatro mil metros de superficie total de la construcción fueron desarrollados íntegramente con mano de obra local.
“Nosotros veíamos que había muchos estudios de ciencias económicas, abogados y demás en diferentes complejos donde se daba una relación que no era viable para un desarrollo profesional, mezclado con familias o chicos, entonces la imagen institucional o corporativa no existía”, resaltó Jorge, y destacó que “eso nos llevó a pensar en este tipo de edificio, con una imagen institucional fuerte y que respalde a los profesionales”.
A su vez, el profesional analizó que adquirir un espacio allí significaría apenas el 10% del valor que alguien debería desembolsar para adquirir y acondicionar un inmueble para darle uso como oficina en un lugar particular.
Dentro de las características de la torre, el arquitecto apuntó que “el edificio está pensado corporativamente, no solamente la imagen o la calidad de lo que es un edificio de oficinas, sino que tiene plantas libres para que cada uno pueda organizar los espacios de acuerdo a sus necesidades”, mencionó en referencia a los espacios, que van de los 30 a los 110 metros cuadrados. En planta baja hay también tres locales comerciales.
Además, “hay un salón auditorio de uso común totalmente equipado, cámaras de seguridad, iluminación completamente de led, calefacción eléctrica y con paneles solares, no hay gas; es un edificio sustentable que está pensado para el ahorro de energía y amigable con el medio ambiente”.
Según confió Teobaldi, “la ciudad ha respondido muy bien”, y Julio Villareal, uno de los corredores públicos inmobiliarios que tendrá a cargo la comercialización del inmueble, agregó que “está dando muy buenos resultados porque de 60 oficinas ya hay 10 ocupadas, sin haber salido al mercado”.
Entre otras características, se destacan ascensores de última generación, kitchens privadas en cada espacio y wifi corporativo de 120 megas dedicados.
A modo de anécdota, Teobaldi recordó que el nombre del edificio es en referencia a una histórica construcción en Estambul, Turquía, levantada en 1348 y que jamás pudo ser tumbada o tomada.
