La Cámara Quinta del Crimen comenzará a juzgar hoy a un hombre de 38 años, que podría pasar el resto de su vida en la cárcel de ser hallado culpable.

Se lo acusa de haber asesinado a su suegro tras haber llegado a un acuerdo económico con la esposa de la víctima.

El episodio, que ocurrió en Oncativo, se ventilará en un juicio con jurados populares en la Cámara Quinta del Crimen, cuyo tribunal será presidido por el doctor Guillermo Lucero Offredi.

Todo comenzó a mediados de abril de 2014, luego que Marta Rivarola -quien no llega a juicio ya que fue declarada inimputable- pactó con la pareja de su hija, Ariel Ramón Gorosito, “darle muerte” a Jorge Grandolli, su concubino, con quien mantenía algunas desavenencias.

Fue así que en horas de la noche Gorosito habría sorprendido a Grandolli en la vivienda de la calle San Luis de barrio Alberdi de la ciudad de Oncativo.

Allí lo tomó primero a golpes de puño, y luego intentó ahorcarlo, hasta que finalmente le pegó con un palo en la cabeza dejándolo inconsciente. La instrucción indica que el acusado ató de pies y manos a la víctima con una cadena, que aún yacía con signos vitales, y lo arrojó a la cámara séptica, donde Grandolli murió por asfixia por inmersión.

Para concretar la tarea homicida, Gorosito recibió de “La Rivarola” la retribución de 500 pesos en efectivo.

El fiscal acusador será Fernando Amoedo. Si éste mantiene la calificación del hecho, Gorosito, imputado de los supuestos delitos de “homicidio doblemente calificado por alevosía y por el pago de una remuneración”, recibiría la única pena dispuesta por el Código Penal: prisión perpetua.