Las plataformas se inundan, en los pasillos se forman charcos, las paredes de los comercios gotean y los locatarios se preguntan qué pasó con las obras
Llega el colectivo, estaciona en una de las plataformas, comienzan a bajar los pasajeros. Algunos salen corriendo a refugiarse bajo techo, saltando charcos y tratando de mojarse lo menos posible. Otros, que deben retirar equipaje de la bodega del vehículo, se resignan a empaparse. La situación en la Terminal de Omnibus ayer se repitió mientras duró la lluvia.
“Pongo un pie en Villa María y me mojé toda la zapatilla, se me mojó todo, vengo a hacer trámites, ya está, ahora tengo que andar toda la mañana así”, se quejó, aunque de buen humor, Luis, un pasajero proveniente de la región.
Los locatarios fueron los primeros en poner el grito en el cielo por observar y padecer cómo el agua iba ganando espacio a medida que las precipitaciones no cesaban.
“Llueve entre medio de las sillas del bar, cae agua encima del televisor y se forma una laguna, hay agua por todos lados”, indicó uno de los comerciantes.
Observando la presencia del cronista de este medio, más locatarios se acercaban a contar su visión sobre la situación. Todos prefirieron no dar su nombre.
“Mirá, ¿a vos te parece que puedo tener un negocio así?”, se preguntó uno mientras mostraba cómo el agua chorreaba por las paredes de su local, desde el techo hasta amontonarse en el piso. “Y eso que ya limpié”, aclaró.
“El agua que baja del techo por el caño de desagüe sale a las plataformas y como el nivel del piso está mal hecho, se vuelve para adentro de la Terminal”, contó otro mientras las mujeres del servicio de limpieza trapeaban sin parar.
Según contaron, “esto es siempre así, cada vez que caen dos gotas”. El agua cae en los comercios, forma lagunas en los pasillos, sobre todo en el piso, donde está el bar, entre las mesas, con una gran laguna bajo el televisor que es un peligro inminente de caída para el que no lo ve.
Las plataformas se llenan de agua. Los usuarios de las empresas de colectivos cuando bajan de la unidad ponen un pie en la Terminal y se mojan. Algunos locatarios tienen que secar las cosas que tienen en exhibición porque el agua chorrea por el techo o las paredes. En la entrada principal también hay un charco.
¿Y las obras?
Durante enero, desde el municipio se intimó a la empresa Nueva Terminal SRL, concesionaria de la estación de pasajeros, a realizar determinadas obras. Luego de que los inspectores elaboraran un informe técnico, advirtiendo irregularidades y situaciones para corregir en materia de seguridad, higiene, orden, mantenimiento e infraestructura, entre las obras a realizar se encontraba como prioridad la reparación de techos, específicamente los que presentaran goteras.
“Las obras terminaron porque no hicieron nada, pintaron los cordones de amarillo, pintaron la vereda, nada más. Sobre el techo no han hecho nada, si no, no hay posibilidades de que haya tanta agua”, se quejó un locatario, quien aseguró que hace tiempo ya no se ven operarios trabajando en el lugar.